Julio 2006
La Prioridad es la salud
 
Los que diariamente vemos la situación en los hospitales públicos comprobamos la decrepitud edilicia, la notoria escasez de recursos humanos y la falta permanente de insumos adecuados en tiempo y forma.

Las patéticas pesadillas que viven diariamente los pacientes yendo de madrugada a conseguir turnos que a lo mejor son para quince o treinta días después y tal vez tampoco se los puede atender por razones de reclamos gremiales de los trabajadores de la salud.

Pero los funcionarios o burócratas que deberían corregir estas falencias exhiben un despiste total ante estas circunstancias.
La realidad es implacable, pues vemos que en muchas ciudades o municipios se plantean obras para mejorar o maquillar veredas, plazoletas, avenidas o cualquier obra suntuaria o prescindible y se niega prioridad a la perentoria obligación de satisfacer las necesidades básicas, en este caso de la salud de la población.
En tanto que los servicios de los centro de salud y de los hospitales no sean de excelencia y
provean un relativo bienestar a la población más desprotegida el buen criterio del funcionario debe realizar los proyectos que redunden en mejorar la atención de la salud.
Faltan médicos, enfermeras, personal técnico y de mantenimiento y las obras edilicias que permitan sacar de la postración de años al sector público de la salud.
Esto es la prioridad, tanto a nivel nacional, provincial o municipal y así lo tienen que entender las autoridades, que saben que la demanda de la población es cada vez más creciente.
Es bueno que una plaza esté bien mantenida y arreglada pero es mejor que las personas que pasean por ella estén en buen estado de salud y protegidas por su hospital, ante cualquier circunstancia.
 
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