Septiembre 2007
Una profesión peligrosa
 
El tema de la inseguridad en nuestro país ya ha sido abordado y tratado permanentemente por todos los medios y en todas circunstancias.

Pero nos sigue acosando con su enorme peso.

Evidentemente las primeras causas del problema se hallan en la exclusión social, la marginación económica y los grandes sectores de la población que están en la pobreza y la indigencia.

La falta de educación y el aumento geométrico del consumo de drogas en todos los niveles sociales son también causantes de la inseguridad.

Pero aquí nos vamos a referir a los grandes problemas que se suscitan en el conurbano bonaerense (y también en la ciudad capital), por las agresiones que sufren los médicos, enfermeras y auxiliares especialmente en los servicios de emergencia de los hospitales y centros de atención primaria.

Estos se han visto sobrecargados por el desborde asistencial que se está produciendo por las enfermedades invernales en los servicios de guardia pediátrica, neonatología y de ambulancias.

La agresión verbal y física contra los profesionales y sus auxiliares es permanente y sin miras a solucionarse.

Hace tiempo que venimos sosteniendo que la muerte violenta de un médico o enfermera se puede producir en cualquier momento por el alto nivel de agresividad.

Las ambulancias de auxilio domiciliarias son atacadas y saqueadas en algunos lugares con serias amenazas a la vida de los profesionales que van a tratar de salvar una vida, pero que deben arriesgar la suya sin ninguna protección.

Las agresiones a largo plazo, que son terminar con la exclusión, la pobreza y la lucha contra la droga, deben ser consideradas como la solución definitiva en forma inmediata.

Pero para la coyuntura actual se requieren otras medidas.

Para disminuir la sobrecarga de los servicios hospitalarios hay que nombrar a los 1500 cargos vacantes n los hospitales provinciales y municipales, con el debido concurso de ingresos.

Hay que implantar una seguridad pública y no mercerizada en todos los servicios hospitalarios y ambulancias y esto es una medida que se puede implementar rápidamente por el Ministerio de Seguridad.

Que las autoridades tomen cartas en el asunto con urgencia, ya que el riesgo de vida de los profesionales y auxiliares es constante. Que no debamos lamentar consecuencias irreparables en un futuro inmediato.
 
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