Diciembre 2014
Estrés laboral
 

Auto exigencia, penurias laborales y económicas, agresiones, violencia, descrédito y pérdida de jerarquía es el escenario en el que nos movemos los médicos y todo esto complica el buen desempeño y la salud psicofisica de los profesionales.

El síndrome de burnout (agotamiento extremo) aparece cuando fracasan los mecanismos de adaptación del individuo a situaciones laborales con un estrés sostenido.

Hay encuestas en Iberoamérica que indican que los médicos argentinos están entre los más afectados por este padecimiento.

Estos estudios demuestran altos niveles de deterioro emocional y despersonalización. En el caso de los residentes con prolongadas jornadas de guardia, más si son mujeres, provocan una reactividad disminuida frente a las emociones, llevando a la apatía. Este desinterés puede llevar al ausentismo laboral, al abandono de la profesión, a altas tasas de fracasos matrimoniales, adicciones y aún a atentar contra la propia vida.

Por eso, entre otras causas, hoy se tiende a elegir especialidades que no tengan un acercamiento asiduo a las personas, como diagnóstico por imágenes, auditoría, hemodinamia, etc.

Otras causas que influyen son las bajas retribuciones económicas, el fantasma de las demandas judiciales y el aumento de la violencia en la sociedad que se traslada a los ámbitos de trabajo, especialmente en los sectores de emergencias.

Las consecuencias de este burnout también recaen sobre los pacientes, pues está demostrado que el agotamiento emocional está asociado con una mayor tasa de errores e induce al sobre diagnóstico y al sobre tratamiento.

Ni los colegas ni los pacientes están preparados para admitir que el encargado de curar pueda sufrir este tipo de trastorno emocional.

En cuanto a la violencia en los lugares de trabajo es evidente el aumento de los índices al mismo paso que la violencia que se inserta en la sociedad, de la cual todos somos un poco responsables.

Los que somos médicos por vocación hacia la profesión y para ayudar al prójimo seguimos pensando que la medicina es un sacerdocio. No dejemos que se convierta en un martirio.

 
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