EDICIÓN NOVIEMBRE 2005
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"La bolsa de las sorpresas"
El título nos hace recordar, la antigua piñata de las fiestas de cumpleaños, aquella especie de pelota de rugby de paredes frágiles, que había que romper con un palo si teníamos la suerte de pegarle, pues se lo hacía con los ojos vendados y de la cual una vez rota caían como una lluvia, regalos pequeños, unos mejores que otros o todos iguales, sobre los que nos abalanzábamos antes que cayeran al suelo, en una manera inocente de expresar nuestra alegría y distracción compartida.
 
Hoy ignoro si su uso continúa. Una porque ya no frecuento por mi edad, cumpleaños infantiles y otra porque quizás por los costos, ha disminuido relativamente la frecuencia de festejarlos al menos de esa manera.
 
Para la adolescencia y juventud actual, tampoco creo que sirva de mucha atracción.
De cualquier forma lo que atraía era su contenido con sorpresas. Sea una piñata o una bolsa, la intención de encontrar cosas de su interior que nos sorprendieran, era la misma motivación.
Habiendo dejado esas etapas de nuestras vidas que siempre añoraremos, metafóricamente el presente no quiere que los adultos dejemos de tener sorpresas y nos ofrece bolsones de incógnitas que más que alegrías nos producen preocupaciones bastantes serias.
 

Aquellas bolsas dejaron de ser tales para adoptar distintas formas más contemporáneas y su contenido convertirse en una cotidiana y molesta información que nos enceguece y nos aturde y nos convierte en individuos bastantes crédulos y hasta incrédulos, (si pasamos el nivel de credulidad), autómatas, circunspectos, incomunicados socialmente, que solo digerimos imágenes de pantallas o sus reproducciones en papel, por lo general negativas al espíritu, que nos atemorizan y que no estimulan la creación, ni el aprecio al sentido de la vida.

 
De hecho de alegrías ni hablar. De aquella lluvia piñatera a la que todos como si fuera una pileta nos sumergíamos, nada quedó, hoy si existiera es mejor esquivarla por lo que pudiera caer.
La bolsa de sorpresas aludida, podríamos en la actualidad, en una concepción contrapuesta en el sentido del beneficio que recibíamos de aquella, compararla con el mundo súper comunicado y sorprendente, que también es redondo, pero que nos despierta cada día con noticias comúnmente catastróficas. Noticias que nos detallan, deliberadamente y minuciosamente, como se caracterizan las mismas, sean estas naturales o accidentalmente humanas y nos convierten en ineptos y sufridos observadores, porque por suerte egoístamente hablando, siempre ocurren lejos de nosotros aunque fuesen locales. Pero no ocurre así todas las veces, pues las hay que directamente o no, a manera de goteo, terminan obteniendo sus objetivos, anulando las esperanzas y cercenando los recursos que permiten la subsistencia decorosa del ser humano.
 
Indudablemente aquí, la tecnología cada vez más perfecta, nos ubica en el centro de los hechos y como es objetiva y concebida materialmente, no entiende la sensibilidad humana y los efectos que en ella se producen. Considerada de esta manera la Ciencia de las Comunicaciones avanza rigurosamente, cada vez más diversificada, siendo en ese aspecto muy positivo, negarlo sería retroceder y ¡cuanto! dentro del tiempo.
 
Entre los siglos XVIII y XIX, Saint Símon introduce el concepto del positivismo, refiriéndose a través del mismo, a lo real, lo fáctico, lo observable y lo cuantificable, en oposición a lo metafísico,a lo especulativo, a lo quimérico. El beneficio de estos conceptos es incuestionable, pues nos permite conocer la verdad y prevenir las consecuencias.
 
En el análisis frío y racional de lo expuesto, si nos guiamos por el modus tollens del razonamiento deductivo, deberíamos adaptarnos rápidamente y sin reparos a las formalidades del mundo que vivimos hoy, partiendo del concepto que todos los seres humanos somos iguales.
Pero la realidad nos indica que no es así. No solamente somos distintos en la impresiones digitales, lo somos también racialmente, somáticamente, culturalmente y desde luego emocionalmente. No vamos a entrar en las cargas genéticas, no es la intención llegar a ese extremo, simplemente marcar que hay diferencias y estas nos hacen ser más receptivos, temerarios, tímidos, inseguros, etc.
 
Cromagnon
 
Tsunami
Entonces esa lluvia de informaciones catastróficas, equivalente como se dijo, metafóricamente a la de las piñatas, que nos llegan visualmente o auditivamente nos desconciertan. No es para menos, una acción terrorista que destruye las torres gemelas donde mueren 3000 o más personas, un tsunami en Indonesia que mata a 150000 o 200000 aun no se sabe con certeza cuantos murieron, otra acción terrorista en pleno Londres que deja numerosos muertos, un Cromañon que para no ser menos ciega la vida de 200 jóvenes, un remolino de aire con vientos de 200 kms de velocidad denominado Katrina que destruye una ciudad completa y otras aledañas (New Orleans) y deja muertos contados por miles y millones de seres sin vivienda ni alimentos, otro huracán Stan que desgarra a San Salvador, Guatemala y México y contabiliza a su favor 30 o 40000 entre muertos y desaparecidos, un terremoto en la India y Pakistán que aun no han terminado de contar sus muertos que ya suman cerca de 50000, una infección aviaria, cuyo agente causante sería un virus Tipo A denominado H5N1, que desde Asia amenaza en convertirse en una pandemia a nivel mundial, pronosticándose en millones los muertos, el descongelamiento de los hielos polares como consecuencia del sobre calentamiento de la tierra (efecto invernadero) y sus posibles nefastas consecuencias, aviones que se caen
 
Infección Aviaria
 
Katrina
con mayor frecuencia (pertenecientes a empresas que priorizan el mayor uso de aquellos y sus ganancias) matando a cientos de personas en cada caso, dirigentes mesiánicos que desatan guerras incomprensibles donde diariamente mueren gente inocente, que no entiende lo que ocurre (Irak), contaminación conciente dentro y fuera de nuestro país de acuíferos (Guaraní y Puelche, los más cercanos por ej.) considerados únicas reservas de agua dulce del planeta, producción incontenible de desechos sólidos urbanos, cuyo aumento es paralelo al crecimiento demográfico, algunos reciclables, la mayor parte no (aumento del dióxido de carbono), sin tener destino final biotecnológicamente establecido (relleno sanitario, incineración, pirólisis, etc.), que ocupan millones de hectáreas en el mundo (más de 35000 toneladas diarias solamente en Nueva York), etc.etc.

No es una crónica obituaria, ni una falacia dramáticamente concebida de un impresionista o una de las tantas y tormentosas películas de Hitchcock, es una verdad que ocurre en el mundo.

La carga tensional es mayor, si tenemos en cuenta las noticias y hechos que nos rodean, que intencionalmente por su origen, como se dijo precedentemente gota a gota, están sometiendo a los argentinos a la desocupación y a la indigencia,
mientras se libró una batalla de insultos y una señalización digital permanente, con el dedo índice por medio, en forma acusadora, con la intención de obtener una banca y poder, mientras en los mismos actos donde se habló, por lo común en poblaciones humildes, quienes señalan, convertidos en hacedores de la verdad, con descaro no por respeto, cambian de vestimenta y calzados costosos en cada ocasión (en la Argentina con la mitad de su población hundida en la pobreza, la primera dama tiene un par se zapatos para cada uno de los 365 días del añosic. El Mundo de Madrid, reproducido por el diario Clarín), haciendo recordar a un importante funcionario que se jactaba de poseer cientos de corbatas. (Lastiri).
 
Comentario este que en si mismo tiene el valor de un chisme barato, pues no modifica el panel de preocupaciones del diario vivir, pero que molesta cuando se hace jactancia de ello en determinadas ocasiones (tribunas) y más aun si se consigue con dinero justamente de un pueblo empobrecido.
Las Cumbres y reuniones que se llevan a cabo periódicamente, para luchar contra el terrorismo y la pobreza en distintas partes del mundo, anunciadas con bombos y platillos, que cuentan con la participación de jefes de Estados, por lo común acompañados por familiares y numerosos miembros gubernamentales, que cuestan a los países involucrados, generalmente pobres y subdesarrollados, enormes erogaciones de montos siempre desconocidos, solo sirven para encuentros sociales de grandes galas, cuyos resultados quedan en intenciones de corta duración, impresionables títulos periodísticos y fácil olvido.
 
"Turismo presidencial", así titula un apartado el diario Clarín, comentando que contra las Cumbres se han prodigado las críticas, pero las del presidente de Colombia Dr. Alvaro Uribe, cayeron como una bomba. "Esas Cumbres se vuelven detestables, porque son una excusa para el turismo presidencial", dijo Uribe refiriéndose a la de Salamanca, "por favor eso es muy feo, presidentes paseando a toda hora. Con los problemas que tenemos en los países,añadió". Sic. Clarín 14/10/05.
 
Depresión, miedos, inseguridad, cualquier sicoanalista calificaría lo expuesto, como el producto de un período de negativismo agudo, sin embargo es el continente donde debe convivir el hombre actual, sumergido debajo de una montaña de información que no alcanza a desmenuzarla y que como consecuencia muchas veces lo inmoviliza impidiéndole que se despoje del estrés que lo aprisiona.
Debemos aprender a vivir con la mochila cargada en nuestros hombros, dispuestos a alejarnos del foco o de los focos que puedan cegarnos la vida, a luchar por lo que consideramos correcto, recordando que el paseo vivencial es corto y difícil.
 
A propósito de esto último, Constancio C. Vigil (padre), en su libro "Mangocho" escrito para niños, en uno de los cuentos que contiene decía: " observando insectos, etc. (hormigas, caracoles, abejas,etc.) aprendí de ellos la gran lección del trabajo, la inocente confianza en que ellos viven, la humildad de los mismos, que siendo tan pequeños y sin más guía que la naturaleza muda e implacable, superan al ser humano en su organización, actividad y en el sacrificio en aras de la especie".
 
Dr. Carlos Vázquez de Novoa
 
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