EDICIÓN JUNIO 2006  
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Mobbing - Bullying - Bossing
 
Recientes publicaciones aparecidas en diarios de nuestro país, dan cuenta de dos casos que llegaron a la esfera judicial, y que tuvieron dictamen de la justicia, por conflictos a nivel laboral.
 
En el primero de ellos, una jueza hace lugar a un recurso de amparo presentado por una empleada de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), por acoso moral (mobbing). En el segundo caso, la Sala I de la Cámara Civil y Laboral de Neuquen, resolvió favorablemente un amparo presentado por una empleada pública, psicóloga del Hospital de Junín de los Andes, que denunció al Estado Provincial, por acoso en su lugar de trabajo.
 
El término "mobbing", deriva del verbo inglés to mob, que significa ser atropellado por la multitud.
Puede definirse como acoso moral, hostigamiento psicológico, psicoterror laboral (bullying), asedio o intimidación, que sufre una persona, por la acción de otra u otras, sean sus compañeros de trabajo, sean los propios superiores o empresarios (bossing). Si bien esta forma de violencia puede verificarse en todos los ámbitos de la esfera laboral o social, encuentra especial caldo de cultivo en las organizaciones laborales, particularmente las públicas.
 
Según Heinz Leyman, el más importante estudioso del mundo en la materia, "el lugar de trabajo constituye el último campo de batalla en el que una persona puede matar a otra, sin llegar a ser procesada ante un tribunal.
 
El acoso puede ser ascendente cuando uno varios subordinados agreden a otro con cargo jerárquico superior, horizontal entre pares, o lo más frecuente: descendente, cuando un superior es el acosador.
Posee cinco fases: 0) de atracción o seducción 1) de conflicto 2) de acoso moral en el trabajo 3) del entorno 4) de la actuación de la empresa o institución y 5) de la marginación.
Existiría la fase 6 o de recuperación, cuando por las circunstancias que fueran, se posibilita el cambio y la normalización de la situación.
 
Debe reunir ciertas condiciones: a) continuidad (suele considerarse mobbing, a partir de los seis meses), b) sujeto paciente (puede ser una persona o varias), c) finalidad (normalmente es la destrucción, el aislamiento de la víctima, su marginación y exclusión de la organización).
Las conductas que suelen constituir mobbing puede ser: 1) medidas organizacionales: restringir la posibilidad de hablar, separar a una persona de sus compañeros, obligar a ejecutar tareas en contra de su conciencia, juzgar el desempeño de manera ofensiva, no asignar tareas, o asignarlas por debajo de sus capacidades, o asignar tareas degradantes y ordenar tareas con datos erróneos.
2) aislamiento social: no dirigir la palabra, o actuar como si no existiera.
3) ataques a la vida privada: criticar, ejercer terror telefónico, hacer parecer estúpido por distintos medios, sugerir que tiene conflictos psicológicos, mofarse públicamente de sus condiciones o vida privada.
4) violencia física: amenaza o uso de violencia física o maltrato, y acoso o violencia sexual.
5) ataques a nacionalidad o creencias religiosas o políticas.
6) agresiones verbales.
7) rumores.
 
El acosado puede tener características envidiables por distintos aspectos, ser vulnerable o amenazante para los demás por sus condiciones, y los efectos sobre él pueden ser físicos, psicológicos, familiares o sociales, laborales y económicos.
 
Los primeros datos estadísticos respecto a este fenómeno provienen de Suecia, donde en 1992 se detectó un 3,5% de los trabajadores afectados.
 
La tercera encuesta de la Unión Europea de 1996 da un 9%, y la de la Universidad de Alcalá de Henares en España un 11,5%.
 
Desde el punto de vista del sector salud, Suecia detectó un 24%.
 
El ámbito médico, es paradójicamente una de los más afectados.
 
Todos recordamos y muchos de los que leen hoy esta comunicación han padecido o aún lo padecen, distintas formas de mobbing, más frecuentemente en los hospitales públicos.
 
En el año 2003 se realizó una encuesta entre los asistentes a los cursos de la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires.
 
Se entregaron 150 cuestionarios con un porcentaje de no respuesta del 5,3%. Edad media 46 años.
Un 29,6% de las respuestas fueron positivas, fundamentalmente en el hospital público. Fue mayormente acosado el personal femenino y el no médico. Las estrategias fueron: gritos e intimidación, desvalorización, minusvalorización, exageración del error, desaliento a iniciativa, deterioro de imagen y consignas cambiantes.
 
Heinz Leyman, psicólogo alemán residente en Suecia, informa que el mobbing es responsable en ese país, de entre un 10% y un 15% de los suicidios registrados, informe que también recogió la O.I.T. en 1998, y confirmado en 2000 por The Mobbing Encyclopaedia. Otra experta, la victimóloga M. F. Irigoyen, describe la situación de acoso moral, como aquel proceso de maltrato psicológico, en virtud del cual un individuo, una organización o el propio estado municipal, puede conseguir hacer pedazos a otro, y el ensañamiento puede conducir incluso a un verdadero homicidio psíquico.
 
Quienes militamos en la esfera gremial médica tenemos muy presentes casos relevantes de mobbing ejercidos por la autoridad municipal, fundamentalmente en hospitales del conurbano bonaerense como San Martín, en el que las arbitrariedades y el avasallamiento que el poder político ejerció y ejerce sobre los trabajadores de la salud, motivó un enorme aumento de los pedidos de licencia por distintas enfermedades psicosomáticas, renuncias, pedidos de traslado, jubilaciones antes de lo programado, e infinidad de otros medios por el que los trabajadores trataron de evitar o atenuar la enorme presión psicológica ejercida por las autoridades, que es el peor de los mobbing, así como a nivel social se manifestó, en otras épocas, el terrorismo de Estado.
 
Si el mobbing es reprochable en todos los casos, mucho más ha de serlo cuando se ejerce contra personas o grupos de los cuales depende la vida de otras personas, como por ejemplo sobre los trabajadores de la salud, y pilotos de avión, para mencionar sólo dos ejemplos.
Puede actuarse contra este flagelo en sentido preventivo o tomando decisiones frente al hecho consumado.
 
Desde el punto de vista preventivo se deben diseñar políticas específicamente destinadas a ello, e incluso crear comités y manuales con instrucciones precisas.
 
Un aspecto fundamental es la capacitación del personal y la definición del estándar moral de la organización.
 
El empleador debería permitir que los afectados por la violencia en el lugar de trabajo, puedan informar de sus vivencias, comentar experiencias personales con los demás a fin de neutralizar sus efectos, ayudar a los afectados a comprender y superar lo que han vivido, infundir ánimo, brindar apoyo, ofrecer información, y asesorar respecto a la ayuda disponible.
 
Desde julio de 2005 funciona en la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, una oficina que se dedica a atender casos de violencia laboral en la administración pública (Perón 2455 3° Piso - Tel. 4959-5942 al 43), que recibe aproximadamente diez denuncias por día.
 
Es imprescindible un enfoque multidisciplinario, porque las áreas de la salud, las sociales y las jurídicas buscan complementar lo necesario para que el equilibrio de autoidentificación bio-social de cada ser humano no sea puesto en peligro, y si ya lo está, no se agrave.
 
Es conveniente que la persona hostigada cuente con alguien de referencia, si es posible, de un área distinta de la organización, que la oriente y acompañe a lo largo del proceso que se abre ante ella, fundamentalmente en el cuidado y tratamiento de su salud física y psicológica.
 
No existe aún un encuadramiento jurídico claro en nuestro país, si bien hay leyes aún no reglamentadas en Tucumán, Jujuy, Buenos Aires, Misiones y Santa Fe.
 
Los casos comentados al inicio, y otros menos resonantes y publicitados, son precedentes jurídicos que abonan la idea de que la justicia puede llevar alivio a todos aquellos que no lo hayan podido obtener por otros medios.
 
Dr. Edmundo Filippo
Presidente Asociación de Médicos de Gral. San Martín y Tres de Febrero
Vicepresidente Academia Argentina de Medicina del Trabajo
 
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