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Cincuenta Aniversario del Círculo
Médico de Lomas de Zamora |
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Con una serie de diversos acontecimientos, la
comunidad médica de Lomas de Zamora, celebra
los cincuenta años de la creación
de su entidad primaria fundada el 8 de noviembre
de 1956. |
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El domingo 25 de junio, el músico y humorista
Ernesto Acher, brindó una versión
de su espectáculo "Veladas Espeluznantes"
en el teatro Coliseo, en el cual a través
del humor hace celebradas asociaciones entre composiciones
de distintos géneros. |
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Aunque el público sepa de antemano con
que se va a encontrar, Acher lo sorprende desde
el inicio con una simple pregunta ¿ustedes
ensayaron?, porque nosotros sí. |
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El director acompañado por músicos
de la Sinfónica de Buenos Aires, logra así
su primer propósito, una conexión
distendida con el espectador que permite gozar de
esa ingeniosa asociación que Acher denomina
Juegos Musicales. |
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Entre los mismos podemos destacar la conjunción
de la canción de la Pantera Rosa con Peer
Gynt de Grieg y en medio de todo eso organizar a
más de mil espectadores en tres partes para
que unos batan palmas, otros silben y el tercer
grupo cante. |
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Las obras elegidas para combinar (la
orquesta se divide en dos y son 36 músicos
en escena) son de autores fallecidos "para
no tener problemas" aclara Acher, quien pide
perdón por dar la espalda al público
para dirigir y a los músicos por mirarlos. |
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En pequeña música hebrea comulgan
Pequeña Música Nocturna de Mozart
y el tradicional Hava-Nagila. |
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En el final hay un juego en el que como solista
acompaña las melodías con silbatos,
bocinas, timbres y otros elementos de percusión
que rememoran a Les Luthiers, mientras es dirigido
por otro músico que lo reemplaza, pero se
niega a dejar el escenario al finalizar la obra,
lo que da marco a un cierre a un tema excelente
con dos directores. |
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Y como aclara Acher ante el pedido del público
de continuar su actuación "el músico
que no tiene un bis preparado es un pesimista incorregible. |
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Perfil de un artista |
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Nacido en 1939, en Colegiales, Ernesto Acher trabajó
seis años como arquitecto, hasta que un día
decidió volcarse definitivamente a la música
"mi viejo amor" dando un giro en su vida
para no abandonar el camino nunca más. |
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Desde chico la música fue una compañía,
alentada por su tía Chola, con quien aprendió
a tocar el piano. Pero fue el descubrimiento del
jazz lo que conmovió su sensibilidad. Cambió
entonces el piano por el clarinete y empezó
a integrar algunas bandas. Cuando terminaba el secundario,
retomó su contacto con el piano y se intensificó
su vínculo con la música clásica. |
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No reprocha de su experiencia en la facultad porque
"disfruto hasta el día de hoy de una
formación académica que no sé
si hubiera tenido en otro lado". |
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Cuando colgó los lápices y el tablero,
la música colmó su imaginación,
tornada por su gran maestro, Erwin Leuchter, "quien
me enseñó las cosas esenciales dándome
los fundamentos necesarios para que pudiera seguir
mi propio camino". |
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El humor, en ese andar, lo condujo a ser miembro
de una agrupación emblemática. Ese
período de 1971 a 1986 en Les luthiers lo
tuvo como protagonista de un fenómeno que
aún mantiene vigencia. Pero un día
Acher dijo adiós, luego de "tres años
difíciles" y buscando "recuperar
tanto mi salud espiritual como mi compromiso con
la creatividad". Sobre aquel pasado hoy prefiere
no hablar tanto. |
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Dos años mas tarde con amigos formó
la también famosa Banda Elástica,
donde la consigna era divertirse haciendo música. |
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Lo que siguió hasta la actualidad, marca
la versatilidad y energía con la que Acher
ha emprendido su carrera. La enumeración
de datos abrumaría. Un día la tumultuosa
Buenos Aires lo apabulló y decidió
ir a Córdoba, en el 2001. Pero de ahí
también se fue, por razones idénticas,
para radicarse en Chile, país donde fue "muy
bien recibido" y desde el que va abriendo "nuevas
puertas" de la mano del humor, la música
y su imaginación inagotable. |
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