EDICIÓN DICIEMBRE 2006  
< volver
Caja de Previsión y Seguro Médico
Algunas reflexiones
 
Tengo el concepto, y lo afirmo permanentemente, que la Provincia de Buenos Aires, es modelo en lo que a Instituciones Médicas se refiere. Aceptando la idea que sean perfectibles, Colegios, Caja de Previsión, Federaciones, Círculos y Asociaciones, cumplen su rol en los distintos aspectos, diferenciándose claramente de otras jurisdicciones que no las poseen, o cuentan sólo con alguna de ellas.

En el caso particular de nuestra Caja, siempre he sostenido que es motivo de orgullo, sobretodo si uno compara la ecuación aporte-beneficio, con otras Cajas, por ejemplo la de Autónomos.

Quizás la comparación pudiera ser negativa en relación a las correspondientes a algunas otras profesiones de la Provincia de Buenos Aires, pero las diferencias en tipos de aporte, impiden parangones, pues la nuestra se maneja sólo con el aporte de los profesionales, cosa que no ocurre con las otras.
Tengo claro además que ha sido muy bien administrada.

De no ser así, no hubiera podido superar dos hiperinflaciones, la crisis del 2001, el dinero no devuelto por la Provincia, el cambio continuo de las reglas de juego económicas, y aún así presentar un sólido estado financiero y aumentar significativamente su patrimonio.

Estas consideraciones previas, son imprescindibles para dejar totalmente claro que en ningún caso es aceptable atacar la Institución, sino las eventuales políticas, o en determinadas circunstancias a los dirigentes, que no sería este el caso.

En la última Asamblea se repitió lo que viene ocurriendo hace años.

Un grupo sostiene que no se puede aumentar al jubilado sin un aumento acorde al activo, que fue lo que se aprobó el 21 de octubre, y el otro grupo la necesidad de dar un aumento sustancial al jubilado, sin aumentar, o con un mínimo aumento al activo.
Quienes sostienen en la primera tesitura (mayoritariamente los Distritos I, II y III), lo hacen pensando que de la otra forma se compromete el futuro de la Caja.
Los otros en cambio afirman, y lo avalan con números, que la Caja tiene patrimonio suficiente como para dar a los jubilados un aumento muy significativo, sin aumentar mucho al activo, ( mayoritariamente los Distritos IV y V), y que nada impediría, ante los imprevistos económicos a que nos tiene acostumbrados nuestro país, realizar una Asamblea extraordinaria y poner las cosas nuevamente en cauce.
Ambas posiciones aparecen como irreconciliables, y se supone que no ha de ser por cuestiones filosóficas, pues nadie puede estar en desacuerdo que lo ideal es que se le pague el máximo posible al jubilado, con el menor aporte al activo, y nadie es tan estúpido en proponer conductas que pongan en peligro la Caja, y su propia jubilación futura.

La última Asamblea se desarrolló como un partido en el que quien ganó la votación aplaudió festejando un vergonzoso 10% de aumento a jubilados y pensionados, que significa, algo así como un 5% menos de la inflación calculada para 2007.

Quizás el enfrentamiento se profundice por el poco político manejo de las autoridades.
Todo se ve como arreglado previamente. Se eligen autoridades de la Asamblea que responden a una sola orientación, y que por lo menos en las tres últimas, tuvieron un desempeño lastimoso, desconociendo los principios más elementales del reglamento.
Se elige como vocera de un grupo, a una representante, que ante la propuesta de modificar su posición, dijo que no estaba preparada (la apartaban del libreto).

La cuestión no es llevar actuarios. El actuario, al igual que los Jefes de Departamento Jurídico de las Provincia o Municipios, no están para decir la verdad, sino para convencer que es correcto lo que su Jefe le ordena.

Si se pusiera un actuario por la otra parte, demostraría exactamente lo contrario.

Creo sinceramente que el Directorio debe modificar su estrategia.

Esta vez la votación más trascendente resultó 84 a 57. Quiere decir que con sólo 14 que opinen distinto, la próxima vez ganarán los otros.

Nada sólido y duradero se logra sin consenso.

Hubiera sido posible aumentar un 10% al activo como se hizo, y encontrar un término medio aceptable de aumento a los jubilados que hubiera conciliado las dos posiciones.

El Directorio lo es de todos, y su función indelegable es lograr una Caja sólida y jubilados bien remunerados, pero también oír, reflexionar y tratar de compatibilizar posiciones para que algo tan importante y trascendente como el bienestar de nuestros mayores, no se juegue como un partido de fútbol, pues terminará a la larga siendo una victoria a lo Pirro.
 
Dr. Edmundo Filippo
Presidente
Asociación de Médicos de Gral. San Martín y Tres de Febrero
 
< volver
 
  Institucional · Consejo Directivo · Periódico · Editorial · Comunicados de prensa
Conferencias · Actividades · Contáctenos