EDICIÓN FEBRERO 2007  
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Del banco de plaza a una mesa de cafe
 
De pronto nos encontramos nuevamente con mi amigo Oscar. Pareciera que existen y a lo mejor es cierto, ondas imperceptibles (de hecho en los sonidos esta demostrado) transmitidas por nuestros centros neuropsiquicos, aun no científicamente demostradas, que con solo traer a nuestra memoria una frase, un acto, un encuentro, etc. recientemente ocurrido o no, como por arte de magia, la persona o el objeto involucrado de alguna manera vuelve a representarse, con el reconocimiento e interpretación conciente del centro cerebral, que asocia y relaciona el estímulo con nuestra vida por lo general afectiva.
 

Tal ocurrió con mi amigo mencionado, que a pesar del poco tiempo que se dispone para "pensar", por las tareas específicas que normalmente realizamos, hizo lugar y se comunicó conmigo para convenir otro encuentro, con libertad horaria.

Pero esta vez, nos pusimos de acuerdo hacerlo en una mesa de un café, uno de los tantos históricos que hay en Buenos Aires, que guardan gratos recuerdos de generaciones anteriores, e invitamos a dos amigos parejos en años vividos, que por distintos caminos también recogieron experiencia y conocimientos, que seguramente harían interesante la conversación.
Uno de ellos Alberto, ex gerente de una empresa de capitales extranjeros, que tiene la triste historia de haber sido el primer secuestrado con fines extorsivos en nuestro país, que tiene por otra parte la suerte de poder contarlo, es un intuitivo por naturaleza. Víctor el otro amigo invitado, ingeniero, profesor de la Facultad de Ingeniería de la UBA, es un pragmático y observador analítico.
Los cuatro, buscamos una mesa algo aislada para poder hablar sin que los ruidos y las voces de los demás concurrentes nos pudieran interferir.

Habían quedado de la conversación anterior temas pendientes, algunos de los cuales perdieron actualidad, otros fueron solucionados solamente en los títulos tal cual fueron anunciados y los restantes, los dejamos así, pues como siempre están fuera de nuestro alcance. Sin embargo el de la energía eléctrica flotaba en el ambiente, porque los cortes siguieron sin que hubiera explicación coherente por parte de las autoridades responsables. Al respecto Oscar expresó su confianza en que los mismos disminuirían, argumentando que el aumento dispuesto para la industria, comercio y grandes consumidores, compensaría o facilitaría los proyectos del gobierno no solamente de construir nuevas usinas generadoras, sino también el de no afectar a las clases medias y baja de la población. Víctor, observó que no es tan así la cosa, ese es el argumento que recoge la prensa escrita y también oral de los voceros políticos, toda vez que dicho aumento genera mayores costos de producción, que no tiene otra salida que volcarlos al consumidor final, el pueblo o sea nosotros.

Lo mismo ocurre con los otros insumos domésticos, entiéndase el gas por ejemplo agregó Alberto. A lo que yo agregué la nafta y derivados, con la aclaración que el aumento, por razones políticas, estamos en tiempos políticos, dada la proximidad de las elecciones que se llevarán a cabo en el presente año, se demoraría lo máximo posible.

Hay cosas incomprensibles, vendimos YPF a Repsol, como resultado no solamente debemos comprarle todos o casi todos los derivados del petróleo que fue nuestro desde 1913, sino que también importamos nafta para abastecer la demanda interna. Con el gas pasa algo parecido, no nos alcanza el que aun producimos, sino que por contratos realizados tenemos que exportar a otros países (caso Chile) y peor aun para cumplir con esos compromisos importamos gas de naciones vecinas.

Después de un breve silencio, disimulado mientras tomábamos el café que nos habían servido, cada uno de nosotros al estilo de los rumiantes, daba vueltas mentalmente, sin decir nada, tratando de entender lo inentendible. Víctor concluyó el tema, preguntando ¿Porque el Estado no recurre a los Fondos Reservados a los que incrementa día a día, producto de retenciones de todo tipo (agropecuarias, impositivas, importaciones, etc.), aliviando de esa forma la pesada carga que soporta la gente. No hubo respuesta.
Alberto sugirió cambiar de objetivo, poniendo en discusión su magra jubilación luego de haber ejercido cargos de gran responsabilidad, percibiendo haberes importantes para la época en que los desempeñó. Oscar opinó que existía la posibilidad que la empresa donde Alberto trabajó no hiciera los aportes respectivos. Opinión desmentida por el amigo afectado, quien fiel a los años trabajados en la empresa multinacional, discrepó con Oscar. Adujo que la misma pertenece al Etex Group, siendo fiscalizada no solamente en argentina, sino por el mismo grupo internacional al que pertenece y no solamente en su administración.

Al preguntarle Víctor sobre el origen del capital y que produce, aclaró que básicamente es belga pero en cada país donde tiene sus fábricas se le agregan capitales de otros orígenes. En cuanto a sus productos, existen algunos muy conocidos como, tanques para agua, planchas onduladas para techos, pizarras, tuberías para canalización de aguas, discos para frenos, guantes para hornos de amianto, etc.etc., siendo el polietileno y el fibrocemento los principales materiales que usa. En el mundo por la degradación del asbesto y liberación de filamentos por el uso especialmente de aparatos electrodomésticos, que son absorbidos o inhalados por las personas, se esta tratando de neutralizarlo de distintas maneras. Debemos recordar que el asbesto es productor de ca de pulmón, mesoteliomas. etc. por su alto contenido de silicio, agregó Oscar.

Creo que nos estamos desviando del tema jubilatorio les dije. Alberto con su parsimonia y resignación, nos aclaró que la causa de sus magros haberes, son el resultado de haberse jubilado con el 1 a 1 sufriendo después la falta de actualización cuando se produjo la devaluación del 3 a 1, como le sucedió a muchos, teniendo miedo que el ingreso sin aportes de miles de personas al AMSES como esta sucediendo, también como medida política, vacíe los fondos de esta institución, en ese caso se quedaría hasta sin los remedios que necesita y que cada tanto aumentan su precio sin consideración ni control.
Medicamentos otro interesante tema, al respecto me enteré que cada cuatro días y medio cierra una farmacia en la Ciudad de Buenos Aires. ¿No les alcanza la rentabilidad de los medicamentos y otros productos que en la actualidad venden? preguntó Víctor.

Al parecer no, serían varios factores concurrentes para la determinación de cerrar una farmacia, contesté. Según tengo informado se sumarían por ejemplo, la caída de ventas de fármacos con nombres registrados que alcanzaría a un 45%, la suba de precios de estos, la intermediación onerosa que obliga a los farmacéuticos a adquirir productos sin salida regular al público, el pago retrasado de las Obras Sociales es decir los reintegros, cuyos valores no son actualizados. Las instituciones citadas (O. S.) no aumentaron las coberturas, en el sentido que si un medicamento costaba $20.-, la O.S. reintegraba $10.-, ahora si el mismo medicamento cuesta $40.- siguen reconociendo $10.- y con atraso.

Por otra parte se agrega el auge de las góndolas con medicamentos de libre expendio, que agrava el cuadro, el que se complementa con la falta de poder adquisitivo de los más pobres y ancianos que son los que más se enferman. Los laboratorios por su parte dejaron de fabricar medicamentos en mayor escala por no ser redituables para los que pagan patentes. Para completar la crisis, se puede afirmar que en forma brusca los medicamentos aumentaron en los últimos tiempos el 50% de su valor. Esta salvando el panorama el aumento de las ventas de medicamentos genéricos, que por tener menores costos los hace más accesibles.

Dirigiéndonos a Víctor, que permanecía callado y pensativo, casi simultánea e inquisidoramente le pedimos su opinión, desde su punto de vista, respecto a cómo veía la situación actual de nuestro país. Su respuesta fue compleja, con la característica de alguien que realiza un diseño nos respondió: Uds. han escuchado en el transcurso de la noche, comentarios que conducen inevitablemente a un cuadro que contiene vivencias de crisis en casi todos sus aspectos.

Sin embargo estimo que la realidad nos ofrece contracaras que nos hacen pensar. Hubo que construir hasta casi triplicar su existencia, hoteles de "cinco estrellas" para albergar a miles de turistas que llegaban a la Argentina como abejas a un panal, ello demandó mano de obra, que seguramente contribuyó a disminuir los índices de desocupación y a aumentar las Reservas del Banco Central, que como saben llegan a los 33 mil millones de dólares.

La construcción es uno de los pilares de ese fenómeno, ya sabemos que las buenas cosechas y las retenciones en las exportaciones también colaboraron. Pero en contra de este aspecto positivo, hablamos del gas, de la energía eléctrica, de otros insumos tanto domésticos como industriales, cuya carencia es exclusiva responsabilidad de quienes nos gobiernan, por falta de previsión.

Si a eso le sumamos el estado deficiente de hospitales públicos, la necesidad de nuevos hospitales ante el crecimiento vegetativo de la población. La falta de nuevos caminos o nuevas rutas en todo el territorio nacional, con diagramas que faciliten el desplazamiento de millares de automóviles y camiones enormes que transportan mercaderías, ómnibus tipo camello que conducen cientos de familias a lugares de esparcimiento (vacaciones), no haría necesario el decreto de "emergencia vial" que dispuso el gobierno de la Pcia de Buenos Aires, ante el crecimiento alarmante de accidentes de tránsito, que ubica a la Argentina al tope de la escala mundial en ese rubro (20% de accidentes viales en un año). Entonces ante tanta imprevisión e improvisación estamos como estamos.

Sin darnos cuenta de la hora y de los cafés ingeridos, el tiempo tirano nos estaba expulsando de las cómodas sillas de aquel bar-café, habiéndonos quedado al igual que ocasiones anteriores algunos temas en carpeta. ¿Volveremos a juntarnos? El tiempo lo dirá, en aquel momento ayudamos al mozo que nos atendió a cerrar las puertas del lugar.

"Este ensayo literario, si así se lo puede considerar, en el que cuatro amigos tocan temas reales y actuales del país en el que vivimos, imaginando estar reunidos en una mesa de café o en un banco de plaza, aquí concluye" A partir de este momento estos cuatro amigos siguen siendo sordos, mudos y ciegos.

 
Dr. Carlos Vázquez de Novoa
 
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