Sin plazos y con mucha tarea por delante, el
Dr. Ernesto Da Ruos asumió en el mes de
febrero la Dirección e Intervención
General del Hospital de Clínicas, un establecimiento
que a fines del año pasado era sinónimo
de conflictos gremiales y reclamos de los profesionales
por falta de insumos, su mal estado edilicio y
la falta de mantenimiento de equipos.
"No tengo ningún tipo de límites
de tiempo", explica el Dr. Da Ruos, y agrega
"fui nombrado con el objetivo de regularizar
la situación del Hospital".
Frente a una larga lista de situaciones por componer,
el Director del Hospital asegura que en el poco
tiempo que lleva en sus funciones hicieron
"muchísimas cosas, algunas que se
ven y otras que no. Estamos regularizando de a
poco el Hospital. En primer lugar, conseguimos
que se levantaran todos los paros con respecto
a los gremios, a los médicos y a los residentes.
Nos pusimos todos de acuerdo y comenzamos a solucionar
los primeros problemas. Uno de los principales
eran los insumos, y a medida que fueron llegando,
las situación se fue normalizando".
Como ejemplo, en estos momentos de los 24 ascensores
que existen, ya están funcionando 15, la
limpieza del establecimiento también se
normalizó, y se puede comprobar caminando
por sus pasillos.
En cuanto a la atención médica,
Da Ruos confirma que "está regularizada.
Tenemos 170 enfermos internados contra 60 que
había cuando asumí la intervención".
"Estamos trabajando muy duro y nos ayuda
muchísimo la Universidad de Buenos Aires
y sus directivos", explica Da Ruos, y
agrega: "los gremios hasta ahora se han
comportado bien, nos están ayudando porque
en definitiva hay un objetivo común y es
que el hospital comience a funcionar como debe".
"Cuando asumí la situación
era caótica, pero a medida que pasó
el tiempo, pudimos solucionar las falencias",
confiesa el Director del Hospital y explica que
lo más inmediato e importante es contar
con los insumos necesarios para trabajar: "Los
médicos están, los auxiliares también,
se puso en marcha la guardia de pediatría
que estaba parada por falta de gente, se arreglaron
los aparatos rotos y hay perspectivas para adquirir
nueva aparatología".
Todo indica que la situación caótica
en la que estaba inmerso el Hospital de Clínicas
se comenzó a reencauzar, aunque, Da Ruos
reconoce que aún queda mucho por hacer,
más teniendo en cuenta que es un edificio
que tiene 13 pisos para arriba y tres para abajo,
y cuatro cuerpos.
"Hay que tener en cuenta que dependemos
directamente de la Universidad de Buenos Aires,
y que la UBA estuvo muchos meses sin rector, o
sea que también estuvo parada y con conflictos,
que obviamente se trasladaron a todas las áreas
que están bajo su ala. El hospital fue
una de ellas. El caos se generalizó en
todo lo que fue la Universidad y por ende al Hospital",
explica Da Ruos, quien además descarta
que el Hospital se convierta en "botín
de guerra" en este año electoral.
"Como esto depende de la Universidad,
no entra ni el Gobierno de la Ciudad ni nada.
No estamos como muestra para este año electoral,
sino como muestra para toda la comunidad del país
e incluso del extranjero", asegura el
directivo y agrega: "Tenemos la esperanza
de poder llevar adelante esta intervención,
y el rectorado está involucrado en todos
los sectores, en todos los puntos clave del Hospital,
y esto genera un interés en la real mejora
de todo el sistema hospitalario. Todos están
consustanciados en esto. No hay una intención
política en este momento, sino que la intención
es mejorarlo y sacarlo adelante".
"En este momento estamos en un lugar que
mira todo el país, no sólo la Ciudad
de Buenos Aires, y no sólo los colectivos
que pasan por la puerta
Creemos que la ayuda
de la UBA es efectiva. Todos los que formamos
parte del Hospital tenemos la misma intención,
y es la de conservar este establecimiento que
es referencia en asistencia, docencia e investigación.
Acá se forman actualmente cuatro mil alumnos",
agrega el Dr. Ernesto Da Ruos.
Finalmente, el Director Interventor hace hincapié
en que "este es un hospital de servicios
para la comunidad y estamos embarcados en la asistencia
no sólo de la ciudad, sino de todo el país.
Si bien es un hospital de autogestión,
es decir, que está arancelado, la contribución
es escasa con relación a las prestaciones
que se reciben. Y nos estamos esforzando para
brindar cada vez más y mejor atención.
Ese es el compromiso".
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Historia del Hospital
de Clínicas "José
de San Martín" |
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Los orígenes del actual Hospital
de Clínicas se remontan a 1879,
cuando comenzó su construcción.
Un año más tarde -y aún
sin terminar- fue escenario del conflicto
por la federalización de la ciudad
de Buenos Aires al funcionar como cuartel
de rifleros y hospital de concentración
de heridos.
Cuando la provincia de Buenos Aires
fue vencida por las tropas de la Nación,
entregó el edificio a la Facultad
de Medicina. Recién el 4 de junio
de 1884 se oficializó el traspaso
bajo el nombre "Hospital de Buenos
Aires". Más tarde, se lo
cambió a "Hospital de Clínicas".
La atención a la comunidad comenzó
poco después del conflicto de
1880, momento en que Buenos Aires dejaba
de ser una "gran aldea" y
se desarrollaba como ciudad capitalina
gracias al auge del comercio exterior,
el desarrollo agropecuario, la inmigración
y la urbanización.
Una cantidad importante de pacientes
provenían del interior, derivados
por médicos egresados de la Facultad
de Medicina que guardaban un recuerdo
especial de las aptitudes de sus maestros
en la medicina, los profesores titulares.
El profesor titular era el cono de atracción
de las cátedras y de la actividad
de las salas del Hospital. Constituía
un ejemplo ético a emular por
sus estudiantes, quienes lo apoyaban,
compartían sus estudios, a veces
su mesa, y hasta establecían
parentescos por casamientos basados
en esa relación de admiración.
Importantes hazañas de la
medicina tuvieron lugar en los pabellones
del Hospital de Clínicas: la
primera aplicación de insulina,
la descripción de la Enfemedad
de Ayerza, el síndrome de Tobías,
los síndromes de Castex, el primer
cateterismo cardíaco, las primeras
residencias médicas, el primer
Comité de Ética, la cirugía
experimental, las primeras punciones
de riñón y las primeras
toracotomías, entre otras.
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