Siempre existió y existirá un antes
que precede a un después, que carecen de
dimensiones, aunque en determinadas circunstancias
se circunscriben al grado de las emociones de
la persona, como también a la intensidad
de los sentimientos, afectos y a las características
de la personalidad, condicionados por las sensaciones
que se intelectualizan y originan los estados
subjetivos.
Estos "antes" personales, llenan sus
espacios en apariencia vacíos, con los
instantes que existieron en los procesos vivenciales
de cada individuo. Los demás "antes",
son registros retrospectivos distanciados del
"aquí y ahora" que pertenecen
a todos y que son proporcionados mediante formas
diversas. En algunos casos cercanos "en el
tiempo", por otros individuos u objetos,
persona a persona y en los más lejanos,
por alguien que se encargó de que no fueran
olvidados (papiros, cueros, libros, cosas, etc.).
Todos permiten que la "memoria de conservación",
según algunas teorías psicoanalíticas,
continúe formando parte de la vida subconsciente
(Freud, fue el primero en asignar valor clínico
al inconsciente), bajo la forma del "recuerdo",
el cual puede ser evocado (memoria de evocación)
e identificado (memoria de reconocimiento).
"La vida de uno, no es lo que sucedió,
sino lo que uno recuerda y de cómo lo recuerda"
(García Márquez).
¿En qué momento comienza el "antes"
y el "después" en nuestras vidas?
Respuesta precisa no existe, tanto en lo individual
como en la historia del hombre. En esta última
son solamente fechas con las características
de los sucesos, que nos ilustran la memoria de
fijación y nos referimos a ellas relacionando
acontecimientos que se destacaron en el momento
en que se produjeron.
En estas circunstancias, el "aquí
y ahora", ingresa y puede ser percibido atentamente
en nuestra memoria cuando nos informamos, pero
inmediatamente el hecho es ordenado y dispuesto
con noción del tiempo transcurrido.
Hablamos de una función cerebral con características
normales, en un individuo desarrollado psíquica
e intelectualmente. Aquí debemos aclarar
que en el procesamiento pueden existir perturbaciones
cuantitativas (amnesia, hipomnesia, dismnesia)
y cualitativas (estados de fatiga, psicopatías
y esquizofrenia, alucinaciones, ilusiones, etc.).
Es pertinente dejar constancia, que nos hemos
valido precedentemente de una clasificación
de la memoria, que a mi criterio (no soy psicoanalista
ni psiquiatra) facilita el entendimiento tanto
del ingreso como de la conservación de
los acontecimientos vitales, de los sentimientos
de pérdida, de los deseos, de las angustias
o de la lucha del inconsciente por hacer conciente
lo desconocido por éste.
Los actuales conceptos hablan de una memoria a
corto plazo (operacional) y de una memoria a largo
plazo, la que se subdivide en, a) declarativa
o explícita o relacional, conciente, flexible,
evocativa, que tiene acceso a regiones donde la
corteza cerebral (lóbulos temporal y prefrontal),
procesa aspectos secuenciales del aprendizaje
y evocación de los recuerdos y b) no declarativa,
implícita, instrumental, refleja, de hábitos,
de acceso directa al inconsciente ( radicada en
la neo-corteza y núcleos subcorticales)
que procesa la información o procedimientos
automatizados de cómo relacionarse con
el mundo.
El "antes" histórico universal,
se distancia en tiempo del "después",
de acuerdo a las informaciones que nos llegan
pero no en todos los casos.. Podemos citar por
ejemplo el más importante para la feligresía
cristiana, el "antes y después de
Cristo". Aquí no hay fechas precisas,
días o años, es solamente "antes
y después".
Hay casos sin embargo, en que la información
tiene datos casi concretos por ejemplo: "Operación
Bandeja de Plata, del proyecto Manhattan"*.
Einstein estaba preocupado por la posible utilización
militar de las investigaciones nucleares de los
físicos Julius Oppenheimer, Enrico Fermi
y Leo Szilad. El día 6 de agosto de 1945,
siendo las 8,15 de la mañana, el avión
Enola Gay (nombre de la nave, puesto en homenaje
a su madre por el piloto), desde una altura de
30700 pies, arroja la bomba atómica "Little
Boy-pequeño muchacho" sobre Hiroshima,
ciudad japonesa de 300.000 habitantes, portuaria
e industrial, donde momentos o segundos previos,
su población no imaginaba lo que sucedería.
Cien mil seres humanos desaparecieron bajo la
decena de miles de grados de calor (fusión
de rayos gamma, delta y alfa) de la bomba de uranio
235 en un instante.
¿Qué quedó en el después
inmediato? Un vacío total de personas,
almas y edificios. No es un ejemplo muy humano,
realmente es inhumano, pero si conmovedor de un
"antes" y un "después".
Entre la explosión y el conocimiento mundial
de lo sucedido, hay un espacio temporal, el después
mediato, que se fue completando con visiones fantasmales,
dolor y ausencias. El después inmediato
duró 20 segundos, tiempo de caída
de la bomba y la explosión.
Hechos de este tipo se cuentan por miles, próximos
a nosotros y similares, podemos citar la AMIA,
la EMBAJADA de ISRAEL y en IRAK a cada momento,
pero hay también muy positivos como los
descubrimientos, los éxitos de las investigaciones,
etc.
Al respecto, el siguiente fragmento perteneciente
a la novela "1984" (de ciencia ficción
distópica-antiutópica) del escritor
George Orwell, de orientación social demócrata,
su nombre real Eric Blair autor, entre muchas
obras de "Rebelión en la granja",
"El león y el unicornio", etc.
dice "¿Existe el pasado, concretamente,
hay algún sitio en alguna parte, hay un
mundo de objetos sólidos en el que el pasado
siga acaeciendo? Se responde: NO. ¿Entonces
donde está el pasado? En los documentos,
está escrito. ¿En los documentos
y en algún lugar más? En la mente.
En la memoria de los hombres. De manera entonces
que existe en nuestra memoria. Luego podemos controlar
todos los documentos y controlar todas las memorias.
De manera que controlamos el pasado o no es así?"
Diques, caminos, edificios, descubrimientos científicos,
monumentos, obras literarias y de arte, etc. ¿Podrían
ser parte del pasado que no encuentra solidificado
el Sr. Orwell.? El resto, tal como él lo
dice, es memoria documentada, son exclusivamente
recuerdos de hechos que ocurrieron, que se pueden
revivir con mayor o menor intensidad de acuerdo
a la "impresión" que percibió
nuestra sensibilidad y a su conservación
en nuestra mente.
No es una crítica, porque su opinión
no deja de ser compatible con el concepto del
recuerdo.
El "antes" no vivido pertenece al ayer
que alguien como se dijo, se encargó de
que no fuera olvidado. El "después",
de algún modo, podríamos considerarlo
como una continuación del "antes"
sólido buscado e inexistente de Orwell
y formaría otro vacío temporal,
representado por proyectos en lo físico
y también en lo psíquico, en su
etapa de proyecto, que perfeccionaría lo
realizado en el ayer.
Recurriendo a la imaginación de otro gran
escritor, Pär Fabien Lagervkvist (Premio
Nobel l951, autor de "Barrabás",
"El Verdugo", etc), en su novela "El
Enano", también serían legados
sólidos del "antes" y al mismo
tiempo una demostración de la imperfección
del ser humano, las estatuas e imágenes
de santos y personajes legendarios donde se representan,
a criterio del "Enano", la perfección
inalcanzable para él.
El diario THE NEW YORK TIMES cita en uno de sus
artículos, un estudio realizado en la Universidad
de Cambridge con fecha reciente, vinculado al
tema de la memoria humana, que dice: "Los
seres humanos somos viajeros en el tiempo nato.
Es posible que no estemos en condiciones, por
ahora al menos, de enviar a nuestros cuerpos al
pasado o el futuro, pero si podemos mandar a nuestras
mentes. Podemos revivir hechos que ocurrieron
hace mucho tiempo o imaginarnos en el futuro."
De cualquier manera la percepción del pasado
o "antes", como la configuración
del "después", tienen umbrales
absolutos, diferenciales, principios de constancias,
etc. que nos llevan a no dejar de lado, la influencia
del elemento excitante, del factor fisiológico,
del factor psicológico, del estímulo
por contacto, del estímulo a distancia,
de la calidad del órgano receptor, de los
neurotransmisores centrípetos, etc., es
decir del complejo perceptivo analítico.
Alguien dijo, "Tengo la edad de mis proyectos.
Decir proyectos es hablar del después sin
olvidar el antes, es sentirse vivo, es tener fuerza
y ganas de disponer del hoy y ahora con la idea
de llegar al mañana, es utilizar las propias
energías, captar el aire y la intención
de moverse en la imaginación de lo posible,
dignificando la capacidad de crear, sin dejar
de tener en cuenta el ser, transformando y movilizando
a éste en el espacio y en el tiempo, en
beneficio propio y de los demás".
*(El proyecto Manhattan, era el nombre clave
de una investigación científica
llevada a cabo por EEUU, con ayuda parcial del
Reino Unido y Canadá. El objetivo final
era el desarrollo de la primera bomba atómica).
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