Guiarse por los títulos de los artículos
a veces nos puede confundir y en ocasiones encontrarles
contenidos distintos, pero no es este el caso,
al hablar de HIPOTERMIA es posible que nos produzca
una sensación de frío o lo asociemos
a este, sin llegar a extremos de padecerlo en
esa magnitud.
Sin embargo, aunque no con ese rigor, la ola de
frío que ha invadido nuestro territorio
y la falta de calorías ambientales (extra-corporales),
que ocasiona la disminución de la producción
energética por la carencia cada vez más
pronunciada de gas n c ,natural y electricidad,
nos está conduciendo a un nivel poco soportable
que puede comprometer seriamente la salud pública.
Esta situación previsible, pero no encarada
por las autoridades responsables como debiera
ser, perjudica mayormente a la clase media baja
y fundamentalmente a la de menos recursos.
Veinte muertos por HIPOTERMIA ha causado ya, en
lo que va del corriente año, la ola de
frío polar (Red Solidaria). Este intenso
frío no lo podemos modificar, puesto que
es el resultado de vivir en una zona austral condicionada
por una naturaleza estacionalmente impiadosa y
poco frecuente si tomamos en cuenta, por ejemplo,
que en Buenos Aires no nevaba desde hace aproximadamente
90 años.
El frío paraliza, o al menos disminuye,
nuestras actividades, tanto físicas como
psíquicas.
Estamos viendo protestas de escolares por falta
de calefacción en las aulas (aquí
en la Capital del país, en las provincias
normalmente no tienen calefacción), si
a ello le agregamos una alimentación deficiente,
como está ocurriendo en cientos de familias
ubicadas en el conurbano bonaerense y en la misma
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como también
y con más severidad en el interior de nuestro
territorio, debemos aceptar que algo anda mal
(En Chaco, Corrientes, Córdoba, Formosa,
etc. se observaron por TV. casos extremos de subalimentación).
Quienes por distintas razones tenemos a nuestro
alcance medios para soportar el intenso frío,
quizá no nos demos cuenta, por no sufrirlo,
lo que significa soportarlo las 24 hs del día.
Juan Carr, presidente de Red Solidaria advirtió
(11/7/O7) que están en riesgo 9000 indigentes
que duermen en las calles de Buenos Aires y su
área Metropolitana. Dramatizar la situación
de estas personas, en especial la de los niños,
no es la intención del artículo,
aunque tendríamos mucha tela para hacerlo,
como tampoco entrar en los cuestionamientos de
las responsabilidades gubernamentales.
Pero no podemos soslayar ni dejar de imaginarnos,
porque íntimamente nos molesta, la disociación
que hay entre las obligaciones incumplidas que
tienen quienes gobiernan, sus diatribas que abordan
la idealización de una sociedad pletórica
de bienes que no poseen, el constante uso de fondos
públicos con destinos inciertos y una realidad
dolorosa, en cuanto al sufrimiento se refiere,
de una población que carece, nada más
ni nada menos, de la energía básica
para mantener la temperatura corporal suministrada
por los alimentos.
La falta de éstos, que como sabemos, cubren
las necesidades indispensables para mantener la
capacidad de crecer, desarrollarse y trabajar
como seres humanos normales, nos hace pensar que
en un mundo cada vez más exigente estamos
formando individuos física y psíquicamente
débiles y posiblemente resentidos en el
futuro.
Para completar un cóctel explosivo, a la
falta de calorías naturales se agregan
los problemas que ocasionan, como se dijo anteriormente,
la insuficiente provisión de gas y electricidad.
No obstante, podemos atenuar la repercusión
del segundo componente de la ecuación precedente,
donde el principal protagonista es el gas natural,
hoy el gran ausente claro está, dentro
de un tiempo no inmediato y si se toman medidas
adecuadas.
Esto, unido a la falta de lluvias que ha reducido
la producción hidroeléctrica, ha
llevado al ejecutivo a disponer acciones desesperadas,
no comunes en tiempos de paz, como la de amenazar
a las compañías energéticas
del país con tomar posesión de sus
instalaciones por un termino de 180 días
si no son capaces de administrar el gas eficientemente,
como también disminuir y hasta suspender
las exportaciones de este elemento a Chile, siendo
la Argentina el único proveedor de energía
al vecino país.
Asimismo y simultáneamente, pedir a unas
5000 empresas y negocios que restrinjan el uso
de electricidad y atender las restricciones de
gas con el fin de potenciar el ahorro.
Que cae la producción de gas y petróleo
en Argentina ha dejado de ser un Secreto de Estado,
Jorge Lapeña ex- Secretario de Energía
dijo en el año 2004, "El descenso
de la producción de gas y petróleo
confirma que estamos en un proceso de caída
libre, que se agrava por la falta de una política
energética".
Con fecha 26/3/2004, el Ministerio de Planificación
de la Nación autorizó la importación
de gas de Bolivia, analizando la reducción
de la exportación a Chile. Por otra parte,
tres años después y en medio de
una crisis energética, con fecha 3l/07/07
el diario ABC, de Asunción, Paraguay, afirmaba
que el Vice-Ministro de Comercio paraguayo, Jorge
Villalba, refirió que había recibido
la noticia de que la Secretaría de Energía
de la Argentina, había autorizado la carga
de 6.556 toneladas de gas para su envío
a Paraguay. ¿Contradicciones, verdad o
mentiras?
En estas circunstancias en que la sociedad permanece
expectante y observando sin poder hacer nada es
cuando no encuentra el sentido de las cosas, de
sus esfuerzos, se siente mal utilizada, rompe
el concepto de autoridad rechazando toda información
que no rinda cuentas claras y no de razones que
justifiquen las medidas enunciadas. Y así,
lamentablemente, termina por inhabilitar toda
concesión de esperanza.
Mientras discernimos ¿por qué, qué
hicimos? el frío aumenta y tiende a quedarse,
y lo que pusimos en el título como una
posibilidad remota se va convirtiendo en realidad.
Entonces, no está demás recordar
ligeramente el significado de HIPOTERMIA. Este
término, que los médicos ya conocemos,
se traduce como el descenso de la temperatura
corporal central (medida a nivel rectal) por debajo
de 35º C. Hablamos de la HIPOTERMIA accidental,
no de la terapéutica.
Su causa fundamental es la exposición accidental
a temperaturas extremadamente frías que
ocurre en estaciones invernales, en deportes como
el montañismo (escaladores), esquiadores
o la inmersión accidental en aguas muy
frías (recordemos a nuestros soldados del
crucero Gral. Belgrano en la guerra de Malvinas
o el accidente de dos militares que cayeron en
un pozo en la Antártida, o los náufragos
caídos en aguas del Mar del Norte durante
la Segunda Guerra Mundial).
En nuestro medio urbano, sin estar expuesto a
fríos intensos, suele presentarse en personas
susceptibles, sea por su condición social
como se mencionó (personas indigentes,
sin hogar y mal nutridas), por su edad (ancianos),
por alcoholismo o consumo de drogas (depresores
del sistema nervioso central, barbitúricos,
neurolépticos, etc.) o por padecer traumas
importantes, enfermedades tales como el hipotiroidismo,
insuficiencia suprarrenal, sepsis, desnutrición,
etc.
Como sabemos, existen distintos grados de HIPOTERMIA:
Ligera entre 32 y 35ºC, Moderada entre 32
y 28ºC, y Severa por debajo de 28ºC.
Esta última es mortal, aunque siempre constituye
una grave urgencia médica.
Sus principales efectos sistémicos son:
a) cardio depresión, con disminución
de la frecuencia y gasto cardíaco; b) aumento
de la resistencia vascular sistémica; c)
disminución de la frecuencia de la filtración
glomerular y el impedimento de la absorción
de sodio; d) disminución de la compliancia
pulmonar; e) acidosis metabólica; f) depresión
del sistema nervioso central; g) desviación
hacia la izquierda de la curva de disociación
de la hemoglobina; h) coagulopatías por
incremento de la actividad fibrinolítica,
disminución de la actividad plaquetaria,
incremento del tiempo de protombina, del tiempo
parcial de tromboplastina, secuestro plaquetario
en la circulación portal, disminución
de la producción de tromboxano B2 con la
consiguiente disminución de la agregación
plaquetaria. No olvidemos la mortal asociación
de la triada, acidosis, hipotermia y coagulopatías.
Clínicamente debemos recordar que un paciente
con temperatura central (TC) inferior a 35ºC
se encontrará frío, pálido
y con rigidez muscular. Si la TC es inferior a
27ºC estará inconciente, con movimientos
respiratorios superficiales y lentos, frecuencia
cardiaca lenta, pulsos imperceptibles y pupilas
contraídas. Si la TC descendiera por debajo
de 25ºC entrará en coma, con alteraciones
cardiorrespiratorias, edemas e importantes alteraciones
metabólicas. Por debajo de 21ºC sobreviene
el paro cardíaco.
Esta síntesis de un cuadro clínico
que se presenta raramente, al menos estadísticamente,
en las zonas centro y norte del país, se
observa con más frecuencia en las zonas
más australes de la Argentina, y sin llegar
tan lejos en la Patagonia, durante las estaciones
invernales donde las temperaturas normalmente
se encuentran por debajo de 0ºC. Hay personas
que están radicadas en esas zonas y otras
numerosas que residen en otras latitudes, pero
que en calidad de turistas concurren a aquellas
sin que sufran las consecuencias de la HIPOTERMIA.
Ello supone un proceso de adaptación, una
excelente alimentación, una contención
calórica ambiental y, de hecho, la falta
de las circunstancias mencionadas como causantes
accidentales de la HIPOTERMIA.
Luego, el origen de esta crisis energética,
que actúa como detonante de una desorientación,
una pérdida de rumbo, de una incapacidad
gubernamental mucho más profunda, sin pretender
entrar en otras disquisiciones, me llevan a comparar
la calidad de vida con otras comunidades o naciones,
también geográficamente ubicadas
en regiones frías.
Ciertamente las hay de menor extensión
territorial y con menos cantidad de habitantes
que la nuestra pero con una organización
social por demás excelente, donde se privilegia
la calidad y no la cantidad, la ponderación,
la madurez y no la improvisación, el tiempo
libre, el placer del buen ocio, el resultado óptimo
del trabajo, el respeto por sus semejantes, la
solidaridad, etc.
Tal es el caso, por ejemplo de Suecia, que ofrece
al mundo empresas industriales de la importancia
de Ericsson, Volvo, Skania, Nokia, etc., que hace
suponer que no carecen de gas ni electricidad,
que casi todo se prevé, se ordena y se
organiza, para lograr no solamente el éxito
sino también lo más notable, la
calidad del ser humano. ¿Por qué,
al menos, no tratamos de imitarla con nuestros
propios recursos, que hoy, según las reservas
que disponemos podríamos hacerlo y dejamos
de aceptar ayudas de vecinos, intencionadas y
oportunistas?
"La vida es lo que sucede mientras planeamos
el futuro" (John Lennon).
|