EDICIÓN SEPTIEMBRE 2007  
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Podemos llegar a la hipotermia
 

Guiarse por los títulos de los artículos a veces nos puede confundir y en ocasiones encontrarles contenidos distintos, pero no es este el caso, al hablar de HIPOTERMIA es posible que nos produzca una sensación de frío o lo asociemos a este, sin llegar a extremos de padecerlo en esa magnitud.

Sin embargo, aunque no con ese rigor, la ola de frío que ha invadido nuestro territorio y la falta de calorías ambientales (extra-corporales), que ocasiona la disminución de la producción energética por la carencia cada vez más pronunciada de gas n c ,natural y electricidad, nos está conduciendo a un nivel poco soportable que puede comprometer seriamente la salud pública.

Esta situación previsible, pero no encarada por las autoridades responsables como debiera ser, perjudica mayormente a la clase media baja y fundamentalmente a la de menos recursos.

Veinte muertos por HIPOTERMIA ha causado ya, en lo que va del corriente año, la ola de frío polar (Red Solidaria). Este intenso frío no lo podemos modificar, puesto que es el resultado de vivir en una zona austral condicionada por una naturaleza estacionalmente impiadosa y poco frecuente si tomamos en cuenta, por ejemplo, que en Buenos Aires no nevaba desde hace aproximadamente 90 años.
El frío paraliza, o al menos disminuye, nuestras actividades, tanto físicas como psíquicas.

Estamos viendo protestas de escolares por falta de calefacción en las aulas (aquí en la Capital del país, en las provincias normalmente no tienen calefacción), si a ello le agregamos una alimentación deficiente, como está ocurriendo en cientos de familias ubicadas en el conurbano bonaerense y en la misma Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como también y con más severidad en el interior de nuestro territorio, debemos aceptar que algo anda mal (En Chaco, Corrientes, Córdoba, Formosa, etc. se observaron por TV. casos extremos de subalimentación).

Quienes por distintas razones tenemos a nuestro alcance medios para soportar el intenso frío, quizá no nos demos cuenta, por no sufrirlo, lo que significa soportarlo las 24 hs del día. Juan Carr, presidente de Red Solidaria advirtió (11/7/O7) que están en riesgo 9000 indigentes que duermen en las calles de Buenos Aires y su área Metropolitana. Dramatizar la situación de estas personas, en especial la de los niños, no es la intención del artículo, aunque tendríamos mucha tela para hacerlo, como tampoco entrar en los cuestionamientos de las responsabilidades gubernamentales.

Pero no podemos soslayar ni dejar de imaginarnos, porque íntimamente nos molesta, la disociación que hay entre las obligaciones incumplidas que tienen quienes gobiernan, sus diatribas que abordan la idealización de una sociedad pletórica de bienes que no poseen, el constante uso de fondos públicos con destinos inciertos y una realidad dolorosa, en cuanto al sufrimiento se refiere, de una población que carece, nada más ni nada menos, de la energía básica para mantener la temperatura corporal suministrada por los alimentos.

La falta de éstos, que como sabemos, cubren las necesidades indispensables para mantener la capacidad de crecer, desarrollarse y trabajar como seres humanos normales, nos hace pensar que en un mundo cada vez más exigente estamos formando individuos física y psíquicamente débiles y posiblemente resentidos en el futuro.

Para completar un cóctel explosivo, a la falta de calorías naturales se agregan los problemas que ocasionan, como se dijo anteriormente, la insuficiente provisión de gas y electricidad. No obstante, podemos atenuar la repercusión del segundo componente de la ecuación precedente, donde el principal protagonista es el gas natural, hoy el gran ausente claro está, dentro de un tiempo no inmediato y si se toman medidas adecuadas.

Esto, unido a la falta de lluvias que ha reducido la producción hidroeléctrica, ha llevado al ejecutivo a disponer acciones desesperadas, no comunes en tiempos de paz, como la de amenazar a las compañías energéticas del país con tomar posesión de sus instalaciones por un termino de 180 días si no son capaces de administrar el gas eficientemente, como también disminuir y hasta suspender las exportaciones de este elemento a Chile, siendo la Argentina el único proveedor de energía al vecino país.

Asimismo y simultáneamente, pedir a unas 5000 empresas y negocios que restrinjan el uso de electricidad y atender las restricciones de gas con el fin de potenciar el ahorro.

Que cae la producción de gas y petróleo en Argentina ha dejado de ser un Secreto de Estado, Jorge Lapeña ex- Secretario de Energía dijo en el año 2004, "El descenso de la producción de gas y petróleo confirma que estamos en un proceso de caída libre, que se agrava por la falta de una política energética".

Con fecha 26/3/2004, el Ministerio de Planificación de la Nación autorizó la importación de gas de Bolivia, analizando la reducción de la exportación a Chile. Por otra parte, tres años después y en medio de una crisis energética, con fecha 3l/07/07 el diario ABC, de Asunción, Paraguay, afirmaba que el Vice-Ministro de Comercio paraguayo, Jorge Villalba, refirió que había recibido la noticia de que la Secretaría de Energía de la Argentina, había autorizado la carga de 6.556 toneladas de gas para su envío a Paraguay. ¿Contradicciones, verdad o mentiras?

En estas circunstancias en que la sociedad permanece expectante y observando sin poder hacer nada es cuando no encuentra el sentido de las cosas, de sus esfuerzos, se siente mal utilizada, rompe el concepto de autoridad rechazando toda información que no rinda cuentas claras y no de razones que justifiquen las medidas enunciadas. Y así, lamentablemente, termina por inhabilitar toda concesión de esperanza.

Mientras discernimos ¿por qué, qué hicimos? el frío aumenta y tiende a quedarse, y lo que pusimos en el título como una posibilidad remota se va convirtiendo en realidad. Entonces, no está demás recordar ligeramente el significado de HIPOTERMIA. Este término, que los médicos ya conocemos, se traduce como el descenso de la temperatura corporal central (medida a nivel rectal) por debajo de 35º C. Hablamos de la HIPOTERMIA accidental, no de la terapéutica.

Su causa fundamental es la exposición accidental a temperaturas extremadamente frías que ocurre en estaciones invernales, en deportes como el montañismo (escaladores), esquiadores o la inmersión accidental en aguas muy frías (recordemos a nuestros soldados del crucero Gral. Belgrano en la guerra de Malvinas o el accidente de dos militares que cayeron en un pozo en la Antártida, o los náufragos caídos en aguas del Mar del Norte durante la Segunda Guerra Mundial).

En nuestro medio urbano, sin estar expuesto a fríos intensos, suele presentarse en personas susceptibles, sea por su condición social como se mencionó (personas indigentes, sin hogar y mal nutridas), por su edad (ancianos), por alcoholismo o consumo de drogas (depresores del sistema nervioso central, barbitúricos, neurolépticos, etc.) o por padecer traumas importantes, enfermedades tales como el hipotiroidismo, insuficiencia suprarrenal, sepsis, desnutrición, etc.
Como sabemos, existen distintos grados de HIPOTERMIA: Ligera entre 32 y 35ºC, Moderada entre 32 y 28ºC, y Severa por debajo de 28ºC. Esta última es mortal, aunque siempre constituye una grave urgencia médica.

Sus principales efectos sistémicos son: a) cardio depresión, con disminución de la frecuencia y gasto cardíaco; b) aumento de la resistencia vascular sistémica; c) disminución de la frecuencia de la filtración glomerular y el impedimento de la absorción de sodio; d) disminución de la compliancia pulmonar; e) acidosis metabólica; f) depresión del sistema nervioso central; g) desviación hacia la izquierda de la curva de disociación de la hemoglobina; h) coagulopatías por incremento de la actividad fibrinolítica, disminución de la actividad plaquetaria, incremento del tiempo de protombina, del tiempo parcial de tromboplastina, secuestro plaquetario en la circulación portal, disminución de la producción de tromboxano B2 con la consiguiente disminución de la agregación plaquetaria. No olvidemos la mortal asociación de la triada, acidosis, hipotermia y coagulopatías.

Clínicamente debemos recordar que un paciente con temperatura central (TC) inferior a 35ºC se encontrará frío, pálido y con rigidez muscular. Si la TC es inferior a 27ºC estará inconciente, con movimientos respiratorios superficiales y lentos, frecuencia cardiaca lenta, pulsos imperceptibles y pupilas contraídas. Si la TC descendiera por debajo de 25ºC entrará en coma, con alteraciones cardiorrespiratorias, edemas e importantes alteraciones metabólicas. Por debajo de 21ºC sobreviene el paro cardíaco.

Esta síntesis de un cuadro clínico que se presenta raramente, al menos estadísticamente, en las zonas centro y norte del país, se observa con más frecuencia en las zonas más australes de la Argentina, y sin llegar tan lejos en la Patagonia, durante las estaciones invernales donde las temperaturas normalmente se encuentran por debajo de 0ºC. Hay personas que están radicadas en esas zonas y otras numerosas que residen en otras latitudes, pero que en calidad de turistas concurren a aquellas sin que sufran las consecuencias de la HIPOTERMIA. Ello supone un proceso de adaptación, una excelente alimentación, una contención calórica ambiental y, de hecho, la falta de las circunstancias mencionadas como causantes accidentales de la HIPOTERMIA.

Luego, el origen de esta crisis energética, que actúa como detonante de una desorientación, una pérdida de rumbo, de una incapacidad gubernamental mucho más profunda, sin pretender entrar en otras disquisiciones, me llevan a comparar la calidad de vida con otras comunidades o naciones, también geográficamente ubicadas en regiones frías.

Ciertamente las hay de menor extensión territorial y con menos cantidad de habitantes que la nuestra pero con una organización social por demás excelente, donde se privilegia la calidad y no la cantidad, la ponderación, la madurez y no la improvisación, el tiempo libre, el placer del buen ocio, el resultado óptimo del trabajo, el respeto por sus semejantes, la solidaridad, etc.

Tal es el caso, por ejemplo de Suecia, que ofrece al mundo empresas industriales de la importancia de Ericsson, Volvo, Skania, Nokia, etc., que hace suponer que no carecen de gas ni electricidad, que casi todo se prevé, se ordena y se organiza, para lograr no solamente el éxito sino también lo más notable, la calidad del ser humano. ¿Por qué, al menos, no tratamos de imitarla con nuestros propios recursos, que hoy, según las reservas que disponemos podríamos hacerlo y dejamos de aceptar ayudas de vecinos, intencionadas y oportunistas?

"La vida es lo que sucede mientras planeamos el futuro" (John Lennon).

 
Dr. Carlos Vázquez de Novoa
 
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