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EDICIÓN
MARZO 2008 |
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Informe
de la OMS
Situación
de la lucha mundial contra el tabaco |
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La Organización Mundial de la Salud (OMS)
dio a conocer nuevos datos según los cuales,
aunque se hayan hecho progresos, ningún
país aplica plenamente todas las medidas
decisivas de control del tabaco; dichos datos
van acompañados de la descripción
de un enfoque que pueden adoptar los gobiernos
a fin de prevenir decenas de millones de defunciones
prematuras para mediados de siglo.
En este nuevo informe, que presenta el primer
análisis exhaustivo del consumo mundial
de tabaco y las actividades de control, la OMS
llega a la conclusión de que sólo
el 5% de la población mundial vive en países
que protegen plenamente a su población
aplicando algunas de las medidas decisivas que
permiten reducir las tasas de tabaquismo. El informe
también revela que, en el mundo, gracias
a los impuestos al tabaco, los gobiernos recaudan
cada año fondos de una cuantía 500
veces superior a la que gastan en actividades
antitabáquicas. Como conclusión,
los impuestos al tabaco, la estrategia singular
más eficaz, se podrían aumentar
considerablemente en casi todos los países
y ello permitiría obtener financiación
sostenible para aplicar y hacer cumplir lo recomendado
en el plan de seis medidas llamado MPOWER.
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Las seis estrategias MPOWER consisten en lo siguiente: |
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Monitoring: Vigilar el consumo de tabaco
y las medidas de prevención |
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Protecting: Proteger a la población
de la exposición al humo de tabaco
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Offering: Ofrecer ayuda para el abandono
del consumo de tabaco |
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Warning: Advertir de los peligros del tabaco |
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Enforcing: Hacer cumplir las prohibiciones
sobre publicidad, promoción y patrocinio |
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Raising: Aumentar los impuestos al tabaco |
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En el informe también se documenta el viraje
de la epidemia hacia el mundo en desarrollo, donde
se prevé que para 2030 se registrará
el 80% del total de defunciones anuales relacionadas
con el tabaco, total cifrado en más de ocho
millones por año.
El informe dice que ese viraje es resultado de una
estrategia mundial de la industria tabacalera dirigida
a los jóvenes y adultos del mundo en desarrollo
con miras a conseguir que cada año millones
de personas pasen a ser mortalmente adictas. Se
señala en particular que una de las posibilidades
más inquietantes del crecimiento de la epidemia
sería que apuntara hacia las jóvenes.
El análisis mundial, compilado por la OMS
con información suministrada por 179 Estados
Miembros, proporciona a los gobiernos y otros grupos
un punto de referencia a partir del cual se pueden
seguir de cerca las actividades encaminadas a detener
la epidemia en los próximos años.
El plan MPOWER ofrece a los países una hoja
de ruta cuyo objetivo es ayudarlos a cumplir con
sus compromisos asumidos con el ampliamente aceptado
tratado mundial, conocido con el nombre de Convenio
Marco de la OMS para el Control del Tabaco, que
entró en vigor en 2005.
La OMS está colaborando con asociados mundiales
para intensificar la ayuda que se puede ofrecer
a los países en la aplicación de las
estrategias. |
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Otras conclusiones clave del informe son las siguientes: |
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Sólo el 5% de la población
mundial está protegida mediante una
legislación nacional completa sobre
el humo de tabaco, y en los hospitales y escuelas
del 40% de los países sigue estando
permitido fumar. |
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Protecting: Proteger a la población
de la exposición al humo de tabaco
Sólo el 5% de la población mundial
vive en países donde se ha adoptado
una prohibición total de la publicidad
y la promoción del tabaco a nivel nacional. |
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Apenas 15 países, que representan
el 6% de la población mundial, exigen
que los envases de tabaco lleven advertencias
gráficas |
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En sólo nueve países, que
comprenden el 5% de la población mundial,
hay servicios de tratamiento de la dependencia
del tabaco totalmente disponibles |
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Los ingresos procedentes de los impuestos
al tabaco son más de 4000 veces mayores
que los gastos en el control del tabaco en
los países de ingresos medianos y más
de 9000 veces mayores en los países
de ingresos bajos. Los países de ingresos
altos recaudan de los impuestos al tabaco
aproximadamente 340 veces más de lo
que gastan en el control del tabaco. |
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