Después de estudiar en los Estados Unidos,
Benaím volvió a la Argentina y trabajó
durante 28 años en el Instituto de Quemados.
En 1981 creó la fundación que lleva
su nombre, donde en 1989 se desarrolló
el primer banco de piel del país, que procesa
y almacena tejido de donantes cadavéricos.
Tres años más tarde, en 1992, Benaím
realizó con su equipo el primer cultivo
de células de la capa superficial de la
piel de los propios pacientes.
Y en 1999 utilizó por primera vez la piel
artificial. Titular de la cátedra Quemaduras
y Cirugía Reparadora de sus Secuelas, de
la Universidad del Salvador, actualmente está
realizando el estudio multicéntrico 'Epidemiología
de las Quemaduras en la Argentina y, en cooperación
con el Conicet, un estudio experimental para crear
un nuevo medicamento para el tratamiento de las
quemaduras. Entre sus múltiples iniciativas
se destaca la que encara desde 2003 en escuelas
primarias. Allí presenta la comedia musical
"Lo prudente no quita lo valiente",
cuyo argumento motiva a los escolares a preparar
trabajos individuales sobre cómo prevenir
las quemaduras.
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