Femecon Informa: Entonces
es más complejo de lo que parece
Dr. Arrighi: Las relaciones entre las distintas
cajas subsistentes y el régimen nacional
son relaciones no complejas para los entes entre
si, pero sí para aquel trabajador que emigró
de un trabajo a otro y eso le implicó que
sus aportes fueran de un régimen o a otro.
En el año 94, teniendo en cuenta la subsistencia
de regímenes para empleados públicos
en las 24 jurisdicciones, se intentó lograr
la transferencia de todos a la Nación,
cosa que hicieron 11 provincias más la
Ciudad de Buenos Aires.
Ese traspaso tenía como objetivo lograr
la unificación de Régimen Nacional
de Previsión y el financiamiento general
de la seguridad social en la Argentina.
Se realizó incluso un relevamiento para
saber cuántos beneficiarios tenía
la Nación y qué cantidad las diferentes
provincias. La división generó un
90% para la Nación y un diez para estas
provincias.
Esa cifra nunca se modificó, se mantuvo
esa cuenta y esto implica que lo se recauda, se
distribuye entre todos.
También en el año 92 se firmó
el pacto fiscal para el empleo y la producción
y se le pidió a las provincias una colaboración
en el sentido de ceder parte de coparticipación
federal a los fines de financiar lo que se llamó
transición de un régimen de reparto
puro, a un régimen mixto donde aparece
la capitalización como una alternativa
de financiamiento del sistema.
Esto implicó que las provincias que no
transfirieron sus regimenes, pidieran a su vez
a la Nación que de alguna manera le devolviera
parte de estos recursos a través de lo
que se denomina un sistema de armonización
provisional. Es decir, tratar de lograr un marco
general donde las provincias tuvieran los mismos
requisitos de edad y servicio para el tratamiento
de las prestaciones o las mismas alícuotas,
tanto de aportes patronales como de aportes personales.
El tema es que en realidad la armonización
en el sentido estricto debería tender a
lograr un objetivo más importante, que
es el de establecer los haberes provisionales
más o menos parecidas en todas las jurisdicciones.
Uno se encuentra hoy con que hay enormes diferencias
entre los beneficios que otorgan las cajas provinciales,
municipales, e incluso las de profesionales, a
lo que otorga el régimen nacional. Me refiero
a que el régimen nacional está atrasado
respecto de lo que otorgan estos sistemas.
Femecon Informa: ¿Qué
consecuencias trae entonces esta diferencia?
Dr. Arrighi: Todos los sistemas cuando
maduran, si no han tenido la precaución
de hacer una exacta valuación actuarial
que responde a la relación que existe entre
los activos y pasivos, y previsto además
un régimen de financiamiento a través
de aportes y contribuciones, se encuentran con
determinados déficits. La Nación
ofreció en el año 1999 financiar
los déficits globales de las cajas provinciales
no transferidas.
Esto generó obviamente dificultades, porque
en definitiva, la existencia de múltiples
regímenes, requiere desde el punto de vista
de los afiliados actuales y futuros beneficiarios,
una regulación mucho más armónica,
que haga más sencillo el acceso a las prestaciones
por un lado y por el otro, mucho más definida
en cuanto a cuál es el sistema de financiamiento
que va a utilizar.
Femecon Informa: ¿Esta
complejidad del sistema provisional se da sólo
en nuestro país o es común en otras
naciones también?
Dr. Arrighi: No, no somos los únicos.
Brasil, por ejemplo, tiene más de dos mil
regímenes previsionales, que vendría
a ser el nuestro multiplicado por 200.
Femecon Informa: Además
de la unificación, ¿Qué otras
soluciones aportarían para mejorar el sistema
de la seguridad social?
Dr. Arrighi: Si no se logra por parte de
los sistemas una gestión administrativa
aceitada, rápida y directa, se genera falta
de credibilidad en el régimen, lo que provoca
un decaimiento en el cumplimiento de la obligación
de los aportantes. Además de fiscalizar
fuertemente, en forma paralela, hay que mejorar
la gestión. En el último año
y medio hemos otorgado más de dos millones
de beneficios. Hoy se perciben jubilaciones y
pensiones con trámites que no demoran más
de tres meses.
Nos falta mejorar la gestión de quienes
no pueden hacer su trámite por Internet,
que son aquellos que tienen que acreditar sus
aportes en servicios en dos o tres empresas. La
política de los últimos años
tendió a sacar de la indigencia y la pobreza
a quienes no tenían posibilidades, y este
paso positivo tuvo como efecto no deseado achicar
la diferencia entre aquellos que aportaron más
y los que aportaron menos. Hoy, a partir de la
decisión de aplicar un índice para
actualizar las remuneraciones de los últimos
años que se aplica a partir de mayo, se
permitirá abrir esta escala.
Femecon Informa: En sus
inicios, cuando comenzó el sistema de Capitalización,
las AFJP eran el doble de las que existe actualmente.
¿Qué futuro les ve?
Dr. Arrighi: Un régimen de ahorro
individual tiene que estar dirigido a quienes
tienen capacidad de ahorro. Si bien este sistema
empezó abierto para todo el mundo, el rol
de estas instituciones es concentrar el ahorro
de los trabajadores que tienen capacidad de ahorro.
Desde ese punto de vista creo que es un sistema
interesante que complementa un régimen
básico. Las AFJP cumplen una función
determinada pero para un aportante con posibilidad
de ahorro.
Femecon Informa: ¿Qué
cree que le falta a la reforma previsional de
2007?
Dr. Arrighi: Continuamos regulando cuestiones
que se generaron por la apertura de la posibilidad
de pasar al régimen del Estado. Considero
importante determinar las posibilidades económicas
que tienen las personas que aportan a regimenes
especiales. No fue fácil producir el traspaso.
Produjo una serie de movimientos que requieren
controles que aún estamos haciendo y que
incluso nos llevarán mucho tiempo. Estamos
cada vez mejor en función de que las relaciones
entre los organismos que dependen de la Seguridad
Social están cada vez más aceitadas
pero requieren de mucha atención y un importante
trabajo técnico.
Femecon Informa: ¿Cómo
ve el funcionamiento de las Cajas de profesionales?
Dr. Arrighi: Desde Alberdi que en sus bases
recomendaba la administración de los regímenes
de la sociedad con participación de los
interesados, creo que las Cajas de profesionales
son la máxima expresión, porque
además la administración está
a cargo de los interesados. Y la experiencia muestra
que salvo un caso en casi 60 años, estas
Cajas tienen una exigencia de rendición
de cuentas permanente para los propios profesionales.
No existen en estos regímenes situaciones
que se dan en el Régimen nacional. Me gusta
mucho la existencia de estas cajas porque son
referentes de cómo se administra y cómo
se gestiona, como se financia y se invierten los
recursos.
Femecon Informa: Finalmente,
¿cuáles son los puntos pendientes
del Régimen Nacional?
Dr. Arrighi: El régimen nacional
tiene mucho por hacer, como analizar el financiamiento,
reordenar parte de su legislación que es
compleja, hay muchos temas que requieren un profundo
análisis para continuar con las modificaciones.
Hay que ser cuidadosos con los cambios en este
aspecto, pero en forma medida, para no generar
un desconcierto en los trabajadores. Pero la gestión
es importante. Una prestación que llega
tarde y mal no sirve. Pautas poco claras juegan
en contra de una buena gestión y de la
credibilidad.
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