EDICIÓN MAYO 2009  
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DENGUE. Entrevista: Dr. Rolando Boffi
"El profesional tiene que estar alertado, actuar en consecuencia y hacer educación"
 
Especialista en el tema, el doctor Rolando Boffi no duda en afirmar que estamos ante una epidemia de dengue en el país. En diálogo con Femecon Informa, sostiene que la cantidad de casos reales es mucho mayor a la que se difunde oficialmente, y que había suficiente información que alertaba sobre un brote de la enfermedad. Lamenta que en la última década no haya habido "ni políticas ni presupuesto que ayudaran al combate de los vectores". Entonces, analiza, "se están apurando iniciativas que debieron haberse encarado mucho antes".
 
Femecon Informa: ¿Lo sorprende el cuadro de situación que se evidencia en torno al dengue?
Dr. Boffi:
En absoluto. Estamos ante una epidemia. Hay casos en muchos lugares del país y muchos más de los que las cifras oficiales reflejan. Y eso está mal, porque los niveles estaduales deben respetarse rigurosamente.

Femecon Informa: ¿Qué pasos deben darse para combatir la enfermedad?

Dr. Boffi
: El primer paso fundamental es que todos los actores sociales cumplan, desde su lugar, con el rol que les compete. Estamos ante una realidad complicada -la epidemia ya está presente en el conurbano- y sólo de este modo saldremos adelante. Es indispensable que la comunidad participe haciendo todas las actividades de control de los criaderos. Como el mosquito transmisor es eminentemente urbano y doméstico (se encuentra presente en los domicilios), sin la acción de la gente no se puede pensar en su control y su posterior erradicación. Tenemos que tener en cuenta que hay antecedentes en nuestro país. En 1965 se declaró la erradicación del mosquito y a mediados de la década del ochenta se volvió a manifestar. Por lo tanto, no es imposible que uno pueda hacer acciones conducentes, al menos, para ejercer un control del vector. Pero para eso es importante que la población sea guiada a través de mensajes que contribuyan a eso. Los otros pilares son la escuela, el médico y los establecimientos de salud, los medios de información y obviamente el Estado.

Femecon Informa: ¿Cómo debe proceder el profesional?
Dr. Boffi:
Tiene que estar alertado y actuar en consecuencia. No sólo se tiene que ocupar de interpretar los signos y síntomas para hacer el correspondiente diagnóstico, sino que además tiene que hacer educación.

Femecon Informa: ¿Por qué además hace foco en el periodismo?
Dr. Boffi:
Porque independientemente de la intencionalidad con la que difundan las noticias, están obligados a hacerlo con responsabilidad. En el año 1994 me hizo una entrevista un cronista de Página 12. Yo había hecho un relevamiento del Aedes Aegyptis y cuando terminamos de hablar le pedí que por favor no fuera alarmista a la hora de presentar la nota. En la conversación le confirmé que había Aedes, pero no se verificaba ni dengue ni fiebre amarilla (el transmisor es el mismo). Sin embargo publicó como título "Volverán y serán millones". La prensa debe manejarse con prudencia.

Femecon Informa: ¿Y en cuanto a la tarea del Estado?
Dr. Boffi
: Le corresponde de la misma manera al municipal, provincial y nacional. La función del gobierno municipal es clave, porque al ser urbano, el mosquito está en los lugares donde hay municipios, a diferencia de otras enfermedades como el chagas y el paludismo que se manifiestan en el medio rural. Si el vector está en la ciudad, el municipio debe ocuparse del medio ambiente, pero no puede entrar en cada casa y hacer la tarea de ordenamiento ambiental y limpieza; ese trabajo corresponde a cada habitante. Los funcionarios tienen que orientar, dar apoyo, y estar preparado para entrar en combate, dotados de los recursos, equipamiento, y el personal adiestrado. Desde fines de la década del ´90, cuando yo dejé el ministerio, en adelante no ha habido ni políticas ni presupuesto que ayudaran al combate de los vectores. Yo creo que hubo mucho mas remediar que prevenir.

Femecon Informa: ¿Eso explica lo que está pasando?
Dr. Boffi:
Yo creo que ahora se están apurando iniciativas que debieron haberse encarado mucho antes. Nosotros en la década del ´90 fuimos alertados y a medida que fueron pasando los meses se fue capacitando a la gente y realizando acciones. Lo que sucede en la actualidad es recurrente: se actúa cuando se verifica un cuadro problemático que pueda derivar en una epidemia. Y lo peor es que avisos no han faltado. Acá tengo el recorte de un diario de marzo de 2007 en el que se informa que "el dengue está aumentando en forma dramática en México y los especialistas pronostican un gran incremento en la incidencia en toda América Latina". Es decir, alertas hubo suficientes como para estar más preparados. La información se está manejando de una manera inapropiada.

Femecon Informa: ¿Es mucha la distancia entre los casos reales y los que se divulgan?
Dr. Boffi:
Absolutamente. El manejo de la comunicación no es seria. Nuestra experiencia lo confirma. Tuvimos un caso, la sospecha, lo derivamos al Muñiz, y se diagnosticó la enfermedad. Pero para su confirmación hay que esperar el resultado de laboratorio en Pergamino. Y aún no hay novedades al respecto. Ese mal manejo de la información impide que haya una alerta oportuna para el equipo de salud y menos para la población.

Femecon Informa: ¿Supone que la gente tampoco está muy orientada sobre lo que hay que hacer?
Dr. Boffi:
Yo puedo decir que los ciudadanos tienen un trabajo principal para hacer en sus propias casas, erradicando los focos en los que puedan vivir los mosquitos. Porque además, ahora viene el invierno. Ya fueron puestos los huevos, que son la forma de resistencia de los mosquitos. La ventaja es que no son huevos con dengue, no hay una transmisión vertical; los que nazcan van a nacer sin el virus. Pero si ahora hay una gran dispersión de Aedes en todo el país y el año que viene se dan nuevamente condiciones favorables, el pronóstico puede ser aún más grave.

Femecon Informa: ¿Estamos también expuestos a otras enfermedades, como el paludismo o la fiebre amarilla, por decir algunos?
Dr. Boffi:
El paludismo es una enfermedad que se limita estrictamente a las zonas rurales y a otras latitudes, y requiere de condiciones diferentes a las que se pueden dar en estas zonas. En estas latitudes, sí se puede dar la fiebre amarilla, pero afortunadamente hay vacunas. Para el dengue, por el contrario, no hay una vacuna todavía porque el virus tiene cuatro
serotipos. Cuando se produce una infección, queda una inmunidad para ese serotipo, pero en muchos casos deja una sensibilidad de forma tal que si yo después me enfermo con un dengue de otro serotipo, soy candidato a hacer una de las formas graves. Lo más dañino de esta epidemia es que muchísima gente va a quedar en condiciones de hacer una forma grave de dengue que incluso resulte mortal en un futuro.

Femecon Informa: Usted hablaba de ser cautos a la hora de hablar del tema. De acuerdo al panorama que vivimos, ¿cuál es su estimación de lo que sucederá en adelante?
Dr. Boffi:
Ahora viene el invierno, así que eso es una gran ventaja para cualquiera que tiene que estar haciendo actividades de control. En los brotes de fiebre amarilla, la transmisión se dio hasta principio de junio, de manera que nos queda para remontar un mes y pico, según las condiciones, porque dependerá obviamente de las temperaturas que se registren. Lo que ocurra el año que viene dependerá de las condiciones climáticas y de las cosas que se hagan.

Femecon Informa: ¿Observa un trabajo articulado entre los distintos actores sociales a los que se refería anteriormente?
Dr. Boffi:
Como observador común, tengo la sensación de que no hay una cosa bien contundente que apunte a que cada uno cumpla adecuadamente con su rol. La ministra de Salud organizó una comisión intergubernamental hace pocas semanas que tendría que haber estado funcionando desde hace dos años. Es un problema de nuestro país. Bibliografía sobre la enfermedad hay a montones. Cuando yo estaba en el Ministerio de Salud de la Nación había programas y reuniones periódicas sobre el tema. Lo que uno observa es que mientras no haya una realidad que "empuje", como desgraciadamente experimentamos ahora, para las autoridades siempre hay cosas más "urgentes".

Perfil del entrevistado

El doctor Rolando Boffi tiene 60 años y se recibió de médico en la Universidad de Buenos Aires. Trabajó 25 años, hasta el año 2000 en la Dirección Nacional de Epidemiología. Tiene una especialización en clínica médica y una maestría en control de plagas e impacto ambiental.
En la actualidad ejerce la profesión en Lomas de Zamora y es director asociado de la Clínica Estrada de Remedios de Escalada.

 

 
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