Femecon Informa: ¿Lo
sorprende el cuadro de situación que se evidencia
en torno al dengue?
Dr. Boffi: En absoluto. Estamos ante
una epidemia. Hay casos en muchos lugares del país
y muchos más de los que las cifras oficiales
reflejan. Y eso está mal, porque los niveles
estaduales deben respetarse rigurosamente.
Femecon Informa: ¿Qué pasos deben
darse para combatir la enfermedad?
Dr. Boffi: El primer paso fundamental
es que todos los actores sociales cumplan, desde
su lugar, con el rol que les compete. Estamos ante
una realidad complicada -la epidemia ya está
presente en el conurbano- y sólo de este
modo saldremos adelante. Es indispensable que la
comunidad participe haciendo todas las actividades
de control de los criaderos. Como el mosquito transmisor
es eminentemente urbano y doméstico (se encuentra
presente en los domicilios), sin la acción
de la gente no se puede pensar en su control y su
posterior erradicación. Tenemos que tener
en cuenta que hay antecedentes en nuestro país.
En 1965 se declaró la erradicación
del mosquito y a mediados de la década del
ochenta se volvió a manifestar. Por lo tanto,
no es imposible que uno pueda hacer acciones conducentes,
al menos, para ejercer un control del vector. Pero
para eso es importante que la población sea
guiada a través de mensajes que contribuyan
a eso. Los otros pilares son la escuela, el médico
y los establecimientos de salud, los medios de información
y obviamente el Estado.
Femecon Informa: ¿Cómo
debe proceder el profesional?
Dr. Boffi: Tiene que estar alertado y
actuar en consecuencia. No sólo se tiene
que ocupar de interpretar los signos y síntomas
para hacer el correspondiente diagnóstico,
sino que además tiene que hacer educación.
Femecon Informa: ¿Por
qué además hace foco en el periodismo?
Dr. Boffi: Porque independientemente
de la intencionalidad con la que difundan las
noticias, están obligados a hacerlo con
responsabilidad. En el año 1994 me hizo
una entrevista un cronista de Página 12.
Yo había hecho un relevamiento del Aedes
Aegyptis y cuando terminamos de hablar le pedí
que por favor no fuera alarmista a la hora de
presentar la nota. En la conversación le
confirmé que había Aedes, pero no
se verificaba ni dengue ni fiebre amarilla (el
transmisor es el mismo). Sin embargo publicó
como título "Volverán y serán
millones". La prensa debe manejarse con prudencia.
Femecon Informa: ¿Y
en cuanto a la tarea del Estado?
Dr. Boffi: Le corresponde de la misma
manera al municipal, provincial y nacional. La
función del gobierno municipal es clave,
porque al ser urbano, el mosquito está
en los lugares donde hay municipios, a diferencia
de otras enfermedades como el chagas y el paludismo
que se manifiestan en el medio rural. Si el vector
está en la ciudad, el municipio debe ocuparse
del medio ambiente, pero no puede entrar en cada
casa y hacer la tarea de ordenamiento ambiental
y limpieza; ese trabajo corresponde a cada habitante.
Los funcionarios tienen que orientar, dar apoyo,
y estar preparado para entrar en combate, dotados
de los recursos, equipamiento, y el personal adiestrado.
Desde fines de la década del ´90,
cuando yo dejé el ministerio, en adelante
no ha habido ni políticas ni presupuesto
que ayudaran al combate de los vectores. Yo creo
que hubo mucho mas remediar que prevenir.
Femecon Informa: ¿Eso
explica lo que está pasando?
Dr. Boffi: Yo creo que ahora se están
apurando iniciativas que debieron haberse encarado
mucho antes. Nosotros en la década del
´90 fuimos alertados y a medida que fueron
pasando los meses se fue capacitando a la gente
y realizando acciones. Lo que sucede en la actualidad
es recurrente: se actúa cuando se verifica
un cuadro problemático que pueda derivar
en una epidemia. Y lo peor es que avisos no han
faltado. Acá tengo el recorte de un diario
de marzo de 2007 en el que se informa que "el
dengue está aumentando en forma dramática
en México y los especialistas pronostican
un gran incremento en la incidencia en toda América
Latina". Es decir, alertas hubo suficientes
como para estar más preparados. La información
se está manejando de una manera inapropiada.
Femecon Informa: ¿Es
mucha la distancia entre los casos reales y los
que se divulgan?
Dr. Boffi: Absolutamente. El manejo
de la comunicación no es seria. Nuestra
experiencia lo confirma. Tuvimos un caso, la sospecha,
lo derivamos al Muñiz, y se diagnosticó
la enfermedad. Pero para su confirmación
hay que esperar el resultado de laboratorio en
Pergamino. Y aún no hay novedades al respecto.
Ese mal manejo de la información impide
que haya una alerta oportuna para el equipo de
salud y menos para la población.
Femecon Informa: ¿Supone
que la gente tampoco está muy orientada
sobre lo que hay que hacer?
Dr. Boffi: Yo puedo decir que los ciudadanos
tienen un trabajo principal para hacer en sus
propias casas, erradicando los focos en los que
puedan vivir los mosquitos. Porque además,
ahora viene el invierno. Ya fueron puestos los
huevos, que son la forma de resistencia de los
mosquitos. La ventaja es que no son huevos con
dengue, no hay una transmisión vertical;
los que nazcan van a nacer sin el virus. Pero
si ahora hay una gran dispersión de Aedes
en todo el país y el año que viene
se dan nuevamente condiciones favorables, el pronóstico
puede ser aún más grave.
Femecon Informa: ¿Estamos
también expuestos a otras enfermedades,
como el paludismo o la fiebre amarilla, por decir
algunos?
Dr. Boffi: El paludismo es una enfermedad
que se limita estrictamente a las zonas rurales
y a otras latitudes, y requiere de condiciones
diferentes a las que se pueden dar en estas zonas.
En estas latitudes, sí se puede dar la
fiebre amarilla, pero afortunadamente hay vacunas.
Para el dengue, por el contrario, no hay una vacuna
todavía porque el virus tiene cuatro
serotipos. Cuando se produce una infección,
queda una inmunidad para ese serotipo, pero en
muchos casos deja una sensibilidad de forma tal
que si yo después me enfermo con un dengue
de otro serotipo, soy candidato a hacer una de
las formas graves. Lo más dañino
de esta epidemia es que muchísima gente
va a quedar en condiciones de hacer una forma
grave de dengue que incluso resulte mortal en
un futuro.
Femecon Informa: Usted
hablaba de ser cautos a la hora de hablar del
tema. De acuerdo al panorama que vivimos, ¿cuál
es su estimación de lo que sucederá
en adelante?
Dr. Boffi: Ahora viene el invierno,
así que eso es una gran ventaja para cualquiera
que tiene que estar haciendo actividades de control.
En los brotes de fiebre amarilla, la transmisión
se dio hasta principio de junio, de manera que
nos queda para remontar un mes y pico, según
las condiciones, porque dependerá obviamente
de las temperaturas que se registren. Lo que ocurra
el año que viene dependerá de las
condiciones climáticas y de las cosas que
se hagan.
Femecon Informa: ¿Observa
un trabajo articulado entre los distintos actores
sociales a los que se refería anteriormente?
Dr. Boffi: Como observador común,
tengo la sensación de que no hay una cosa
bien contundente que apunte a que cada uno cumpla
adecuadamente con su rol. La ministra de Salud
organizó una comisión intergubernamental
hace pocas semanas que tendría que haber
estado funcionando desde hace dos años.
Es un problema de nuestro país. Bibliografía
sobre la enfermedad hay a montones. Cuando yo
estaba en el Ministerio de Salud de la Nación
había programas y reuniones periódicas
sobre el tema. Lo que uno observa es que mientras
no haya una realidad que "empuje", como
desgraciadamente experimentamos ahora, para las
autoridades siempre hay cosas más "urgentes".
|