EDICIÓN AGOSTO 2011  
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Infecciones Hospitalarias: presente y futuro
Las Infecciones Hospitalarias (IH), actualmente denominadas Infecciones al Cuidado de la Salud (IACS), constituyen un problema sanitario cuya magnitud, distribución y mecanismos causales son necesarios investigar para su control, tal como lo revela la experiencia nacional e internacional.
 
La Infección Hospitalaria es la que se presenta en un paciente internado en un hospital u otro establecimiento de atención de salud en quien la infección no se había manifestado ni estaba en período de incubación en el momento del ingreso.

El carácter singular de las IACS, en cuanto a morbilidad, discapacidad, mortalidad y aumento del costo de la atención médica y sus implicancias legales, pone de relieve que es necesario un enfoque de vigilancia y control de estas infecciones, con un permanente trabajo de supervisión, validación y evaluación de los procedimientos, integrando progresivamente cada vez a mayor cantidad de efectores y generando, capacitando y verificando el cumplimiento de normas de prevención y control y de garantía de la atención médica, en base a protocolos probados y aprobados.

 

Las Infecciones Hospitalarias constituyen un problema endemoepidémico, controlable, pero difícilmente erradicable que afecta fundamentalmente a los pacientes hospitalizados y, en menor medida, al personal de la salud, agravando en muchos casos la patología originaria de la internación, aumentando los requerimientos de la atención médica y los costos de la atención. Ocurren en todas las instituciones asistenciales del mundo, pudiendo variar su presencia según el estado de salud del paciente y de la atención que se le brinde; afectan desde un 4% a un 13% de las personas que requieren internación, siendo más frecuentes en las que requieren cuidados intensivos. Para desarrollar un Programa de Epidemiología y Control de las Infecciones Hospitalarias se deben aplicar dos estrategias fundamentales: Estudios de Prevalencia y un Sistema de Vigilancia intensificada.

En nuestro país, desde hace más de tres décadas, se reconocen experiencias institucionales en el tema del estudio y control de las infecciones hospitalarias. Las citadas experiencias que han partido de esfuerzos individuales, incluyeron diversos objetivos, normatización, programas de vigilancia epidemiológica, formación de recursos humanos y estudios de diferentes patologías, por nombrar sólo algunos. Con el transcurso de los años, algunas instituciones fueron diseñando sus propios modelos de programas de control de infecciones y surgieron sociedades científicas con el objetivo del estudio y prevención de las mismas, entre las que se destacan la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), la Asociación Argentina de Enfermeros en Control de Infecciones (ADECI) y Programa Nacional de Vigilancia y Control de Infecciones (VIHDA) con sede en el Instituto Nacional de Epidemiología (INE) Dr. Juan H. Jara. En otros países como Inglaterra o Estados Unidos, los resultados de los esfuerzos individuales permitieron concretar Programas Nacionales de Control de Infecciones Hospitalarias y países como Chile en los últimos diez años, a través del Ministerio de Salud, han logrado un Programa Nacional de Vigilancia y Control de Infecciones Hospitalarias en las Instituciones de Salud.

Los sistemas de vigilancia han ido cambiando sus objetivos, en búsqueda de que los datos obtenidos por el mismo sean de utilidad para establecer medidas y programas de intervención que reduzcan las Infecciones Hospitalarias. Al mismo tiempo, se fue enfatizando en la importancia de los datos de la vigilancia, a los efectos de prever tasas de infección comparables entre instituciones de salud, o pertenecientes a distintos períodos de tiempo en un mismo servicio. Las tasas tradicionales, que incluyen infección global de una institución o servicio y tasa de infección por sitio específico por servicio, no dan la posibilidad de hacer comparaciones, ya que cuando se lo ha intentado, éstas han demostrado no tener sentido o ser engañosas.

Del análisis de los sistemas de vigilancia utilizados hasta la actualidad, se concluye como posible solución, que si las tasas de Infecciones Hospitalarias pretenden ser comparadas, el numerador debería representar el número de episodios de infecciones que ocurren en pacientes en un determinado tiempo (quienes estuvieron expuestos a un factor de riesgo extrínseco común) y el denominador, debería ser la sumatoria de días de exposición a ese factor de riesgo, en ese mismo período de tiempo. Por la experiencia recogida de otros países, lo mas conveniente sería que la Argentina cuente con un sistema único y nacional de vigilancia, utilizado por todas las instituciones, públicas y privadas, que permitan comparar los datos y extraer conclusiones sobre problemas de control de infecciones, con el objeto de intervenir en tiempo y forma, mejorando así la calidad de atención médica. En ese rumbo, el 12 de abril pasado, se aprobó en el Senado de la Nación el Registro Nacional de Infecciones Hospitalarias para las instituciones que atienden a la salud, sean públicas o privadas. Si logran finalmente convertirla en Ley, aún falta que se apruebe en la Cámara de Diputados, todos los centros de salud deberán notificar los casos de estos tipos de infecciones a fin de crear estadísticas que serán reunidas en un registro nacional, dependiente del Ministerio de Salud. Esto ayudaría a disminuir los tiempos de internación de los pacientes, bajaría la tasa de mortalidad por esta causa y se ahorrarían significativos gastos en salud.

 
Dr. Héctor Emilio Ralli
Médico Infectólgo Universitario

 
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