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  EDICIÓN AGOSTO 2012  
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¿Quién paga las consecuencias?

 

Son de público conocimiento las serías dificultades financieras que la Provincia de Buenos Aires está padeciendo en estos momentos, a punto tal que se pensó pagar el aguinaldo en cuotas.

Muchos atribuyen el problema a diferencias políticas entre Nación y Provincia. Es posible que sea así, no tenemos ni la información ni los conocimientos técnicos como para evaluar la veracidad de esa afirmación. Pero también es cierto, y esto lo pueden ratificar los empresarios, los gremialistas y uno mismo en su vida personal, que la inflación tan elevada supera todas las previsiones.

Además es notorio que desde hace muchísimo años a la Provincia de Buenos Aires se le viene reduciendo la coparticipación, siendo en estos momentos una de las que menos recibe en relación a la cantidad de habitantes.

La realidad es que nos vamos enterando que el Gobierno Provincial intenta tomar medidas que va desechando en tanto choque con distintos obstáculos que se lo impiden y no vemos, por ahora, una salida razonable.

Las consecuencias inmediatas y que más ruido han provocado han sido el fraccionamiento del pago del medio aguinaldo para vastos sectores para los que su cobro en tiempo y forma era una necesidad, la detención de la obra pública en su inmensa mayoría por tiempo indeterminado, la falta de pago o pago con bonos a los proveedores, y en nuestro caso los atrasos en los pagos del IOMA.

Hace ya varios meses comenzamos a notar que IOMA dejaba de pagar con la puntualidad con que lo venía haciendo los últimos años, e incluso que algunos pagos llegaban prácticamente el día de cierre de la facturación o días después.

Los tres últimos meses la situación se agravó. Los noventa días de atraso con que se pagaron siempre las prestaciones se fueron transformando en 105 o 120 días. Sabemos que esto no es responsabilidad de los funcionarios del IOMA, porque si bien el Instituto tiene una recaudación equilibrada y una administración eficiente, el dinero entra y sale por rentas generales de la Provincia, de manera que no se puede pagar lo que no se recibe.

Es cierto que años atrás el IOMA estuvo muy mal y cumplió poco, pero también es cierto que en esa época no tenía la trascendencia que tiene hoy en la atención médica de la Provincia de Buenos Aires.

Con 1.900.000 afiliados y aranceles dignos, sobre todo si se lo compara con lo que pagan otras obras sociales e incluso los prepagos más importantes, se ha transformado en una de las fuentes de trabajo más importantes para los profesionales de la salud de la Provincia de Buenos Aires. Algunos desprevenidos podrán pensar que no es tan grave que los médicos no cobren.

Lo es, porque para muchos es su principal ingreso, pero además, si IOMA, se retrasa en los pagos, se hará insostenible la continuidad de muchas clínicas, sanatorios, centros de atención y diagnostico e instituciones profesionales, toda las cuales cerrarán o deberán reducir drásticamente su personal, provocando desocupación, un grave problema social y recarga de un hospital público ya ahora desbordado.

No creemos que la solución sea fácil. Deberá verse un camino claro en adelante para seguir poniendo el hombro, pero por sobre todas las cosas poner la cara frente a todos aquellos que con justicia nos vienen a reclamar, nada menos, que le paguemos como corresponde.

Dr. Edmundo Filippo
Presidente de la Asociación de Médicos de Gral. San Martín y Tres de Febrero

 
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