EDICIÓN JUNIO 2015
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Gremiales
Una lamentable tendencia
 
La formación de los médicos en Argentina, hasta no hace mucho tiempo, en la inmensa mayoría de los casos pasaba por el Hospital Público. Naturalmente que en forma paralela se instalaba el consultorio o se iniciaba el trabajo en alguna institución, cosa que se pudiera sobrevivir los primeros tiempos, pues generalmente pasaban muchos años antes que uno se rentara. Era objetivo prioritario entrar en Carrera Profesional Hospitalaria como concurrente y de esa forma tener la posibilidad de pre-sentarse a sucesivos concursos, e ir escalando posiciones hasta llegar o no a ocupar cargos jerárquicos. Más tarde se generalizaron las residencias, originalmente limita-das a pocos lugares, que significaron otra forma de iniciarse, pero que al terminar los residentes se encontraban, con una excelente formación pero siempre fuera de carrera. Fue y sigue siendo una nueva forma de iniciarse pero nunca suficientes en cantidad ni iguales en calidad. En términos generales y con diferencias según las jurisdicciones, el hospital brindaba la posibilidad de aprender rápidamente con jefes que eran verdaderos maestros, y por sobre todas las cosas la práctica de todos los días que luego volcábamos en nuestras otras actividades. También la oportunidad de hacer ciencia mediante cursos, ateneos, trabajos de investigación, congresos y jornadas, y además ejercer la docencia a aquellos que tuvieran vocación.
Uno llegaba a querer mucho su trabajo, y el hospital era como una extensión de su casa. Pero quizás lo que más ansiábamos y al lograrlo nos tranquilizaba, era ser escalafonados, no tanto por el sueldo, que no era mucho, sino por la estabilidad, el aporte jubilatorio y la obra social. Hay que reconocer que en este sentido aun con todas las fallas que le podamos encontrar los hospitales de la Pcia. de Buenos Aires y los de CABA mantienen esas características y el respeto por las respectivas carreras. Pero no es lo que pasa en muchos municipios de la Pcia. Buenos Aires. Precariedad laboral en forma de contratos basura, becas y a veces ni siquiera eso, pagando retribuciones posiblemente mejores que a los escalafonados, pero sin beneficios sociales, jubilaciones, sin recursos para recurrir frente a las injusticias y arbitrariedades, y sobre todo con estabilidad sujeta al capricho del funcionario de turno. para quienes no tenían cobertura. Pero vemos alarmados que esa tendencia está prendiendo en muchos municipios de distintos color político, y que quizás en otros aspectos llevan adelante una aceptable gestión.
Esto como desgraciadamente ha ocurrido en todas las épocas y todo lugar no sería posible si no hubiera quien aceptara esos cargos. Pero desgraciadamente por ignorancia o necesidad los postulantes son muchos y los políticos lo saben. A los jóvenes profesionales le decimos que no se dejen deslumbrar solo por el dinero.
Quien abrace esta sacrificada profesión debe saber que no es la actividad más adecuada para ganar mucha plata, pero que compensa con creces cuando se logran objetivos científicos docentes o de investigación y también con el afecto y agradecimiento de los pacientes. La vida en el hospital cuando hay buen clima, compañerismo y mutua colaboración es incomparable. Con esta lamentable tendencia pierden el hospital, los médicos y los pacientes.
Creemos que en los tiempos que se avecinan las entidades profesionales debieran asumir una actitud combativa respecto de esta y otras cuestiones que hacen a la salud, y pedir definiciones a los candidatos, porque este tema está ausente en la agenda de los políticos.
 
 
Dr. Edmundo Filippo
Presidente Asoc. de Médicos
de Gral. San Martín y Tres de Febrero

 

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