EDICIÓN JULIO 2015
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Geriatrización de los sistemas de salud
 
Se llevó a cabo en la sede de la Federación Médica del Conurbano la conferencia “Geriatrización de los Sistemas de Salud. Estrategias para lo que vendrá”, organizada por Osmecon Lomas de Zamora y coordinada por el Dr. Carlos Rassetto, auditor médico de la prestadora de salud.

El evento auspiciado por Femecon, Fremebo (Frente Médico Bonaerense) y Cassem (Cámara Argentina de Sistemas de Salud de Entidades Médico-Gremiales) abordó una temática que preocupa a las prestadoras de salud y que requiere urgentes medidas y políticas de estado.
“Las prestadoras de salud atraviesan una difícil situación cuando se habla de geriatrización de la salud, y encuentros como estos nos permiten intercambiar herramientas para encontrar diferentes alternativas”, sostuvo Marcelo Suárez, presidente de Femecon, en la apertura de la Conferencia.

“No es noticia que hoy vivimos más y mejor, vitales y activos y es por eso que se debe analizar el tema de la geriatrización desde dos consideraciones: lo médico y lo social”, resaltó el Dr. Rossetto y agregó: “hoy en el país conviven familias enteras de longevos y se envejece como se ha vivido. El que ha logrado educarse, tiene más posibilidades de tener una vejez más ordenada”. Sin embargo, el Dr. Rosetto se refirió a quienes llegan a la adultez mayor con problemas de salud e instaló la pregunta: ¿es la ancianidad sinónimo de discapacidad?
La OMS define a la salud como “no sólo a la ausencia de enfermedad sino al completo bienestar físico, psíquico y social”. Con esta premisa, los cuidados preventivos de los adultos mayores deben enfocarse en preservar la funcionalidad y calidad de vida, más que en prolongar la supervivencia.
El encuentro se centró en el gasto en salud en geriatría, la falta de instituciones para hospedar y atender a los adultos mayores, las responsabilidades y el alcance de las obligaciones de las prestadoras de salud, la judicialización de las prestaciones, la Ley de Ancianidad y la falta de un marco legal frente a un envejecimiento poblacional que obliga a repensar el presente y el futuro de la salud frente a los cambios estructurales de la población.
A lo largo de la jornada, el Dr. Mele, especialista en clínica médica y geriatría, se explayó sobre “El adulto mayor, circunstancias médico-sociales”; la Dra. Mónica Domínguez, Psicóloga y experta en discapacidad abordó la “Discapacidad en la ancianidad” y finalmente el Lic. Gustavo García, Psicólogo y Gerente de Prestaciones de Osmecon Lomas de Zamora, habló sobre “El impacto económico en los Sistemas de Salud”.

Según el Dr. Mele el envejecimiento poblacional derivó en cambios de estructura y advirtió que en el 2050 la población de ancianos en el planeta será igual o mayor a la cantidad de niños. Con este panorama actual donde en los países desarrollados ha disminuido la mortalidad y ha aumentado la longevidad y la esperanza de vida con mejores niveles de salud, la sociedad debe prepararse para brindar asistencia a esta franja poblacional que demandará cada vez más.

Hoy los ancianos se dividen en tres grupos: los sanos con independencia, los frágiles con alguna enfermedad crónica y los pacientes geriátricos. “Lo importante es agregar más vida a los años y tener en cuenta la edad funcional y no la edad cronológica”, subrayó el Dr. Mele, quien dijo además que para analizar al adulto mayor es necesario tener en cuenta los recursos económicos, el rol social, los vínculos y la salud. “Hoy la vejez lentifica el deterioro orgánico y los adultos mayores se han vuelto más saludables”.

Por su parte, la Dra. Mónica Dominguez se refirió a los costos que deben cubrir o no las obras sociales cuando se enfrentan casos de geriatrización y discapacidad, el proceso de litigiosidad que afrontan las prestadoras de salud y la amplia ley de discapacidad que favorece múltiples interpretaciones. “La ley de discapacidad no tiene en cuenta a la geriatrización y no se puede incluir a los mayores de 65 años en hogares como discapacitados. Eso obliga a los adultos mayores a asistir a los geriátricos cuando se trata de un problema social o de vivienda y no de salud, que se transforma muchas veces en un problema para la prestadora de salud”, explicó Domínguez. “En este sentido hay mucho por hacer porque existe un vacío en la ley”, sostuvo al tiempo que explicó que existe la demanda de cobertura de la geriatrización por parte de un afiliado, cuando no hay obligación de prestarla, aunque sí resaltó que “moralmente debemos encontrar una solución”.
Según Mónica Domínguez es necesario implementar estrategias técnicas, incluir cuidadores domiciliarios para no tener que asistir a un hogar y evitar así la geriatrización de la ancianidad. “Es un problema que involucra a lo sanitario y a la familia”, señala y subraya que además de los programas de rehabilitación, son imprescindibles más programas sociales y recreativos que favorezcan la inclusión que brinden mayor calidad de vida.
Finalmente, el Lic. Gustavo García hizo un repaso sobre los cambios sociales, económicos y culturales que llevaron a que hoy la pirámide poblacional se haya invertido y la expectativa de vida se haya agrandado y se refirió a lo importante que es hoy llegar a la vejez con mejor calidad de vida para vivir los últimos años con salud. “Tenemos que empezar a ocuparnos de los cuidados crónicos y no sólo de los agudos y al mismo tiempo, en la salud mental”.
En cuanto a cómo hacer que los sistemas de salud sean económicamente sustentables para enfrentar estos problemas, García signó que “no hay que asegurar sólo las enfermedades”.
“La ley de ancianidad es una papa caliente de la que nadie se quiere hacer cargo. Y solos no podemos enfrentar esto. Necesitamos la intervención del Estado”, concluyó.
 
 
Acerca de la Geriatrización
Por el Dr. Carlos Rassetto

“La práctica geriátrica, con su sistema exhaustivo de cuidados a los pacientes más viejos, se está convirtiendo en una poderosa estrategia para los sistemas sanitarios que enfrentan el reto del envejecimiento humano. La estrategia actual y futura para enfrentar el reto del envejecimiento aparte de formar geriatras, debe ser también la de dotar a las demás especialidades médicas de los atributos y enfoques de la geriatría con una actitud coherente ante la persona de edad avanzada y que el “enfoque geriátrico” se generalice y desarrolle en los servicios, en la docencia y en la investigación. Este proceso, denominado “geriatrización” de los servicios permite, a la vez que se vaya ganando tiempo a la carrera del envejecimiento demográfico, adecuar los recursos materiales y humanos a las necesidades del envejecimiento, lo que resulta más económico en comparación con la formación de nuevos recursos, que consumen tiempo y dinero. La geriatrización consiste en ajustar la atención sanitaria que se brinda en los servicios, de acuerdo con las necesidades crecientes de la población que envejece, utilizando las estructuras y tecnología ya instaladas, lo que trae aparejada una gran dosis de capacitación continua del personal que trabaja en ellos y que incluye a los profesionales, los técnicos y los auxiliares. Esta estrategia es más barata que la de crear servicios especializados de geriatría”.

 

 

 
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