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Octubre 2005
En Argentina… seguimos enfermos
 
El largo y progresivo proceso de deterioro de la atención de la salud, no se ha incluido aún en la agenda de gobierno.
Los reclamos tanto sectoriales como de conjunto, no han encontrado hasta el momento, interlocutores con capacidad de decisión para empezar a remontar la crisis.
Oídos sordos y ojos ciegos, incumbencias confusas de los distintos organismos del Estado, donde el Ministerio de Salud, nada tiene que ver con el PAMI!!!
La Superintendencia de Servicios de Salud, no puede poner en caja a las Obras Sociales, los Institutos provinciales, salvo alguna excepción, son presa fácil de las necesidades de la tesorería y la medicina prepaga sujeta al humor de la Secretaría de Comercio, no cuenta con un marco legal programable para su desarrollo.
Una verdadera política de Estado.
Esto es, perdurable en el tiempo, ni siquiera se le puede endilgar toda la responsabilidad al actual gobierno, ya que esta "política" viene de hace rato.
Una mezcla del gran bonete, donde nadie tiene responsabilidad cierta sobre los temas que acucian la salud de millones de personas y el trabajo de cientos de miles, con esporádicos Papá Noel que regalan una ambulancia o inauguran un inútil tomógrafo de campaña…política.
Y así estamos.
En el país que vive en emergencia. Donde cuesta tanto llegar a fin de mes como cruzar el Puente Pueyrredón, la salud está muy lejos de ser una prioridad.
Es un problema del "sector", como suelen llamar los burócratas, y de los enfermos.
Sin duda algo que nos distancia del mundo desarrollado es el lugar que ocupa la salud en los temas de interés de la sociedad y por ende de los gobiernos (aunque más no sea, por mera especulación electoral).
En las últimas elecciones en Canadá, el Sistema de Salud ocupaba el primer motivo de interés de los votantes, en Inglaterra, en iguales circunstancias, salud, ocupaba el segundo puesto.
En Argentina…seguimos enfermos.
Instalar el tema. Abrir el debate…Todas frases ciertas, pero huecas al momento de las concreciones.
Habrá llegado el momento entonces, de empezar a generar conciencia, a elevar la voz no sólo en el reclamo sino en la propuesta para ubicar la salud en su verdadera dimensión, incluidas las reivindicaciones de todos los que trabajamos diariamente en todos y cada uno de los componentes del proceso de la atención médica.
En ese sentido celebramos que se hayan autoconvocado absolutamente todas las organizaciones representantes de médicos, clínicas, hospitales y profesionales de la salud, superando intereses sectoriales, para reclamar por el conjunto los recursos necesarios para poder trabajar dignamente y con una remuneración acorde a las responsabilidades que tomamos en la atención de la población.

Alguien deberá recoger el guante. Aunque estén en campaña

 
 
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