Mayo 2006
Una realidad injusta
 
Las acciones destinadas a la preservación de la salud y la atención de las enfermedades no pueden ni deben ser consideradas o expuestas a las llamadas leyes del mercado y no deberían estar alcanzadas por los vaivenes de la oferta y la demanda.

Desde hace muchos años, las entidades médicas vienen reclamando una política coherente de formación de recursos humanos suficientes en áreas críticas de la salud, como es el caso de los especialistas en anestesiología.

En lugar de crear más puestos de residencia en Anestesiología con la salida laboral obligatoria en los hospitales públicos, hace más de diez años se firmó un contrato con la Asociación de Anestesia que hoy le cuesta al Ministerio casi 20 millones de pesos al año -lo mismo que un hospital de alta complejidad con todo el personal, medicamentos e insumos-.
Hay una realidad en este momento que provoca la disminución de la actividad quirúrgica de los hospitales públicos, afectando al segmento más vulnerable de la población, pues los servicios que funcionan mejor son los que tienen planta propia de anestesistas, de acuerdo a la Ley de Carrera Hospitalaria 10471.
Las responsabilidades son compartidas.
Los anestesistas que no pertenecen a los planteles básicos hospitalarios reciben un tratamiento diferenciado con prebendas que discriminan a quienes comparten el mismo lugar de trabajo.
El contratado gana tres o cuatro veces más dinero -en negro-, que el que cumple la misma función en planta.
Se puede discutir y seguramente mejorar el sueldo de los profesionales de planta, pero el ganar tres veces más por el mismo trabajo es chocante, no es solidario y es además injusto.
Pero la responsabilidad de las autoridades ministeriales es más importante, Tienen la obligación de activar mecanismos para las prestaciones se efectúen y se normalice el funcionamiento hospitalario.
La alternativa que las autoridades ministeriales pueden utilizar es a corto plazo el nombramiento interno en planta de acuerdo al Art. 47 de la Carrera Profesional y en forma inmediata reiteramos lo expresado de ampliar significativamente las residencias anuales de Anestesiología, para resolver el problema en cinco años.
De esa manera, se podrá dar por terminado el contrato con beneplácito de todos los interesados.
Las autoridades tienen la palabra.
 
 
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