Los períodos preelectorales como
los que estamos viviendo generan un movimiento
político que determinan debates, análisis,
promesas y alianzas que luego casi seguro
caen en el olvido.
Los candidatos visitan hospitales, centros
de salud, se sacan fotos y exponen sus propuestas
que son muy parecidas entre sí.
Los únicos que marcamos los problemas
y las soluciones desde hace años en
el tema SALUD somos los médicos y es
hora de que los políticos presten atención
a los que más saben del tema.
En la provincia los profesionales y las entidades
que los nuclean tenemos un proyecto de salud
y de plan sanitario integral que conocemos,
vivimos las necesidades y permanentemente
estamos buscando el consenso con las autoridades
que permitan mejorar las prestaciones y la
calidad de los servicios públicos.
Hay que entender que lo fundamental es invertir
en la prevención y terminar con la
capacidad ociosa de los hospitales para hacer
frente a la creciente demanda actual.
La transformación y el fortalecimiento
del Hospital público debe ser la base
en que se apoye toda política sanitaria.
La cobertura de todas las vacantes en el sector
de recursos humanos debe ser prioridad fundamental
para mejorar la calidad de atención
y esto debe acompañarse de una capacitación
continua de los profesionales que hoy es responsabilidad
personal de cada uno de ellos.
La adecuada organización hospitalaria
según crecientes niveles de complejidad
y mejores condiciones de trabajo son también
consecuencia de una mayor inversión
en el área de salud.
Todo esto evitaría profundizar la brecha
entre el acceso indiscriminado a la salud
de los que más tienen y la escasez
de coberturas básicas de los que menos
tienen.
De esta manera se crearía un sistema
más equitativo, solidario e igualitario
para todos y éstas deberían
ser las promesas que los políticos
en lucha preelectoral deberían cumplir. |