La FEMECON y otras entidades de Profesionales
médicas de la Provincia de Buenos
Aires hace tiempo vienen alertando sobre
las pésimas condiciones de trabajo
en que se desenvuelven en la mayoría
de los hospitales y centros de salud, tanto
los médicos como el personal auxiliar.
La situación socioeconómica
de gran parte de la población hace
que los hospitales estén desbordados.
Pero a su vez, la escasez de profesionales
por la falta de nombramientos y cobertura
de vacantes agrava el problema de la atención
de los pacientes.
Esta situación se torna explosiva
especialmente en los Servicios de Emergencia,
de Pediatría y de Neonatología,
creando serías consecuencias de enfrentamientos
incluso con agresiones físicas a
los médicos y enfermeras.
Las autoridades de salud exigen que los
médicos atiendan bien y contengan
a los pacientes, sin largas esperas y turnos.
Parte de la solución pasa por nombrar
al personal necesario en los ámbitos
que correspondan, y además es imperativo
que se amplíe el presupuesto en salud.
En dos hospitales del segundo cordón
del conurbano (Escobar y González
Catán), se ha creado una nueva figura,
"La Desfavorabilidad", que consiste
en un suplemento de 15% en los sueldos al
personal profesional que se desempeña
en esos establecimientos.
Este es un incentivo que no resuelve el
verdadero problema. Con igual criterio se
debiera extender esta bonificación
a todos los profesionales de los hospitales
del conurbano y de la Provincia de Buenos
Aires.
Este 15% no evitará las amenazas
a la vida de los médicos y las agresiones
físicas, que diariamente acontecen,
como tampoco el desarrollar tareas en ámbitos
insalubres que prácticamente todos
lo son.
El análisis desapasionado de esta
problemática nos demostrará
que en mayor o menor medida, la intolerancia
y la violencia esta presente hoy en todos
los niveles de la sociedad, y se hace presente
en forma más grave en aquellas actividades
en las que se vivan situaciones límite,
como son las guardias médicas.
La solución integral pasará
por mejorar la condición socioeconómica
de la población, y con educación,
respeto y el rescate de ciertos valores
que progresivamente nuestra sociedad ha
ido perdiendo.
Mientras tanto, con urgencia, aumentar las
medidas de seguridad, mejorar los ámbitos
de trabajo, y también, y por qué
no, compensar con bonificaciones por desfavorabilidad,
insalubridad y todo otro tipo de incentivo
que facilite el desarrollo de una actividad,
que hoy más que nunca requiere de
una profunda vocación.
|