Comenzaron en este año las negociaciones
paritarias de los profesionales de la salud
del sector público de la provincia
con las autoridades de los Ministerios de
Salud, Trabajo y Economía.
El eje central se basa en la recomposición
salarial para los trabajadores de la salud.
Esta negociación no debería
estar atada como siempre se supone a la
negociación del sector docente ni
a la del resto de los trabajadores estatales.
Se debe plantear una (recuperación)
real de los salarios por los puntos perdidos
por la inflación del año 2009
que por estimaciones privadas fue superior
al 15% y lo que es estima para este año
que rondaría más del 20%.
Los aumentos por lo tanto no deberían
ser menores al 30% del salario de bolsillo
y deben ser incluidos en el sueldo básico
y no como bonificaciones remunerativas.
Esta sería la única manera
de recuperar los escuálidos salarios
que se perciben a nivel provincial y aún
mucho peores en algunos Municipios especialmente
del conurbano.
Las remuneraciones han quedado muy lejos
de las que perciben afiliados a gremios
con poderes económicos, de movilización
y de presión sobre el gobierno mucho
mayores que el de los trabajadores de la
salud, pero el estado debe reconocer que
los 3 pilares que dependen directamente
de su acción que son salud, educación
y seguridad alguna vez deben ser reconocidos
en todo su valor.
El abnegado trabajo diario de los profesionales
de la salud, especialmente en épocas
de epidemias o de recrudecimiento de enfermedades
generadas casi siempre en la pobreza y la
desnutrición de grandes sectores
de la población, debe ser recompensado
en forma justa y equitativa.
Este reconocimiento evitaría un
proceso conflictivo que se producirá
si no se llega a un acuerdo satisfactorio.
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