Hace mucho tiempo que FEMECON Informa viene alertando sobre el tema de la violencia que se ejerce sobre los profesionales y demás trabajadores de la salud en los ámbitos de tareas en que se desempeñan.

La situación de violencia y crispación que envuelve a toda la sociedad argentina y que se refleja en la actividad cotidiana en todos los órdenes ha recrudecido últimamente hasta en los lugares que se consideraban intocables, como las salas de los hospitales.

Lo que hizo eclosión en la ciudad de Buenos Aires con ataques a las guardias y ambulancias, y en la provincia ya lo veníamos denunciando hace años, y las tibias medidas de supuesta seguridad que se tomaban, eran y son insuficientes.

En la Capital se levantaron las guardias de la Policía Federal, posiblemente por motivaciones políticas en el conflicto con la Policía Metropolitana, pero en la Provincia este problema no existe y se mira para otro lado cuando hace tiempo se vienen denunciando las agresiones.

La violencia a los médicos, enfermeras y personal auxiliar prosiguen y cada vez con mayor salvajismo. Las ambulancias son baleadas, apedreadas y robadas junto con los médicos que van a cumplir con su deber de ayudar a los enfermos o salvar una vida.

El estado de violencia colectiva ha llegado a este punto, y en cualquier momento se puede producir la muerte de un trabajador de la salud.

Y si el médico de auxilio se niega a ir con la ambulancia por haber sido agredido, no faltará un juez que le inicie un juicio por abandono de persona.

No es posible ya tolerar que el médico ponga en juego su vida para salvar la de un semejante y no esté protegido como corresponde por la policía que debe estar en todas las áreas conflictivas como guardia de emergencia, ambulancias y recepción de los hospitales.

Sabemos que son numerosas las causas que provocan y sostienen la violencia en la sociedad, como la pobreza, la desocupación, las drogas, etc. Pero estas causas van a tardar tiempo en ser corregidas y hasta que ello ocurra, las autoridades deben velar estrictamente por la seguridad y la vida de todos los trabajadores de la salud que exponen diariamente en su abnegada tarea.