Durante los meses de julio y agosto se sucedieron y se sucederán varias consultas políticas al electorado en Capital Federal y algunas provincias, pero además se efectuarán por primera vez las Elecciones Primarias Obligatorias de todos los partidos políticos para determinar los candidatos a presidente en los comicios generales de octubre.

Todos los candidatos exponen sus ideas y proyectos para lograr que el electorado los acompañe. La ciudadanía tiene la importante obligación de conocer y evaluar en profundidad los planes de gobierno que intentarán llevar a cabo los distintos precandidatos para luego efectuar un análisis reflexivo de cada propuesta, y elegir la más conveniente.

Sobre los temas de desarrollo social y de salud, que a nosotros los médicos nos preocupan primordialmente, hay que detenerse a pensar muy especialmente, pues los objetivos que se proponen y se quieren llegar a cumplir son en general de mediano y largo plazo y remiten a políticas de Estado que se continúan en el tiempo.

En algunas provincias estos planes que están dirigidos a los sectores más demandantes, se cumplen en buena medida siguiendo un plan prefijado ya desde hace años como sucede en nuestra provincia, y aunque cambie de signo político se deben seguir implementando.

No desconocemos que hay zonas de nuestro país donde la pobreza, el hambre, la desnutrición infantil son las causas más importantes de enfermedades y requieren políticas muy profundas y continuadas para su erradicación.

Es en estos lugares donde los actores políticos deben centrar todos sus esfuerzos que ahora están dedicados a la lucha para obtener cargos electivos. Vemos que los parlamentos y las comisiones no se reúnen o lo hacen en forma muy limitada postergando el estudio y tratamiento de leyes que necesitan urgente sanción.

No se deben olvidar las promesas preelectorales y las metas de erradicación de la pobreza y la marginación deben ser políticas de estado consecuentes para cualquier gobierno.