Marzo 2014
La salud como derecho humano
 

Todos los derechos humanos son universales, indivisibles y están relacionados entre sí. La vida es el derecho y el bien más preciado de todos y por ello el derecho a existir es el primero y más básico de todos ellos. La comunidad internacional ha distinguido a la salud como un derecho y un bien jurídico autónomo, es decir, que merece una protección independiente de la que posibilita la protección indirecta a través de otros derechos.

Los estados deben reconocer el derecho de toda persona al disfrute de más alto nivel posible de salud física y mental y para efectivizar ese derecho se imponen cuatro criterios.
- Disponibilidad: el estado deberá disponer de un número suficiente de establecimientos y centros públicos de atención de la salud, así como de los profesionales, medicamentos e insumos necesarios.
- Accesibilidad: estos establecimientos deberán ser accesibles a todos los grupos de la población, especialmente a los grupos marginados y vulnerables, sin discriminación de ninguna clase y que sean con accesibilidad física y económica para cualquier persona.
- Aceptabilidad: los servicios de salud deben ser respetuosos de la ética médica, respetar la confidencialidad de las personas y sensibles a los requisitos de género.
- Calidad: los servicios deben ser de alta calidad en todos sus ámbitos y se requiere personal médico capacitado y bien recompensado, condiciones sanitarias y de infraestructura dignas y adecuadas para cumplir su labor.
Cumpliendo todas estas premisas tendríamos un enfoque de la salud basado en los derechos humanos y de altísimo nivel.

Todos los países que integran la O.M.S., Organización Mundial de la Salud, deberían cumplir estos requisitos. En el 2005, 151 países habían ratificado estas propuestas aceptando la obligación de cumplir con los derechos económicos, sociales y culturales de sus pueblos y, entre ellos, el derecho a la salud.

Lamentablemente, estos criterios de derechos humanos de la salud todavía no se cumplen o son pasados por alto aún en estados económicamente capacitados. En nuestro país la política de derechos humanos ha avanzado mucho en los últimos años, aunque todavía hay amplios sectores de la población a los que no llegan los beneficios de las políticas sanitarias. Pongámonos como meta en los próximos años cumplir con lo que dice la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su Art. 25: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure la salud, el bienestar, la alimentación, la vivienda y la asistencia médica para él y su familia”.

 
< ver editoriales anteriores
 
  Institucional · Consejo Directivo · Periódico · Editorial · Comunicados de prensa
Conferencias · Actividades · Contáctenos