Desde su creación la FEMECON viene sosteniendo la absoluta necesidad de establecer políticas de salud públicas que trasciendan los cambios de administraciones o de partidos políticos.

Este tipo de planificación a largo plazo, articulada con los otros subsectores de las obras sociales, los prepagos gremiales y el sector privado, debe constituir uno de los pilares fundamentales de cualquier proyecto de salud, contemplando las distintas variables sociales, económicas y poblacionales que conviven en nuestra provincia, fundamentalmente en el conurbano y en su relación con la ciudad de Buenos Aires.
Tomemos un ejemplo. El sesenta por ciento de los pacientes que se atienden en los hospitales públicos porteños provienen de residentes en la provincia de Buenos Aires.

Pensamos que se deberían coordinar políticas públicas de salud que trasciendan los colores partidarios políticos que gobiernan circunstancialmente, favoreciendo la atención adecuada de los pacientes y no malgastando tiempo y recursos.

El recurso humano, la tecnología y las estructuras edilicias se deberían articular y complementar adecuadamente para solucionar los problemas de la gente.

Fortalecer el recurso humano y brindarle condiciones dignas de trabajo es otro de los temas que se deben tener en cuenta al proyectar a mediano y largo plazo en salud pública.

Asimismo, el problema de las especialidades críticas requiere profundos estudios para resolver-lo, que excede tal vez el plazo de un gobierno, al igual que las nuevas tecnologías aplicadas a la medicina y el flagelo de la violencia que se ha instalado en la sociedad y repercute como nunca en los ambientes hospitalarios.

Estas realidades deberían ser tenidas en cuenta por los responsables de elaborar y dirigir los planes de salud.
Mucho se ha hecho y mucho queda aún por hacer. La salud pública es un derecho que debemos cuidar, fortalecer y hacer que las buenas políticas trasciendan a los gobiernos y perduren en el tiempo, para avanzar hacia el país mejor que todos nos merecemos.