El argentino como individuo, a diferencia de otros pueblos del mundo como tal vez los sajones y algunos europeos, no se identifica con el Estado.

Para él, el Estado es una inconcebible abstracción. El argentino es un individuo antes que un ciudadano y por lo tanto sólo considera que le pertenece lo que es propio de él y no lo que comparte con otros habitantes o ciudadanos.

Estas deducciones ya las marcaba Borges en 1946 en un ensayo titulado “ Nuestro pobre individualismo”, y agregaba: “el Estado es impersonal y el argentino sólo concibe una relación personal”.

Por eso el robar dineros públicos o la corrupción de los gobiernos no son delitos tan graves a menos que lo afecten personalmente. Cuando esto sucede ahí salimos todos a reclamar justicia rápida y con todo el peso de la ley para los culpables.

Todo este comentario viene al caso por el vandalismo que sufren a manos de algunos individuos los hospitales y centros de salud públicos, como ha sucedido en un episodio todavía no aclarado aún en el Hospital Posadas.

Todos sabemos la importancia de los hospitales públicos como centros de prevención de las enfermedades, diagnóstico y tratamiento de las mismas y además como organismos básicos para la investigación clínica. Esto se lleva a cabo las 24 horas del día los 365 días de año, y va dirigida su atención primordialmente a aquellos sectores de la población más desposeídos.

Es por ello que cuesta entender que se produzcan estos ataques contra las instalaciones y contra las personas que en un momento pueden salvar la vida de quien lo agrede.

Las justificaciones que se esgrimen son muchas. Desde la falta de cultura y educación, a la marginalidad, la drogadependencia y aún motivaciones políticas de inadaptados. Pero ello no excusa ni a la acción destructiva ni a los individuos que la llevan a cabo.

Debemos educar a las personas para ser menos individualistas y más ciudadanos, para cuidar el patrimonio público y especialmente el de nuestros hospitales. Para que vuelvan a ser lo que fueron: el pilar básico de atención de la salud y de la formación de mejores profesionales. Es una actitud en la que debemos comprometernos junto con las autoridades para la defensa de nuestro querido hospital público.