Hace muy pocos días se hicieron conocer las cifras de pobreza en nuestro país, revelando que llega a un 32 por ciento de la población.

Estos números fueron ocultados intencionalmente por las anteriores autoridades que no medían la pobreza para no estigmatizar a los pobres, aunque estimaciones privadas ya los habían hecho conocer.

Durante este año también creció la pobreza por las medidas que el nuevo gobierno debió tomar ante la situación económica por todos conocida.

Esto provocó un desfasaje entre los aumentos salariales y el costo de vida que se trata de paliar con medidas coyunturales de fin de año como bonos, o sobe asignaciones a la población más vulnerable.

En relación con este índice, lo que nos preocupa a nosotros es el presupuesto para la salud de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires.

En Nación, el aumento nominal es de 4,9 por ciento pero el recorte real es de 12,2 por ciento. Hay una reducción en atención de la madre y el niño de 4000 millones a 2000 millones de pesos y atención sanitaria en el territorio de 439 millones en 2916 a 258 millones en 2017.

En Provincia de Buenos Aires sucede algo parecido. En cifras globales en 2016 se destinaron 22000 millones de pesos y para el 2017 hay presupuestados 29000 millones. En 2016 correspondía al 6.36 por ciento del presupuesto y en 2017 corresponde al 5,65 por ciento. Por supuesto esto no compensa el desfasaje por inflación, que todos los índices establecen por encima del 40 por cient. Recordemos que el porcentaje para salud del presupuesto de 1994 era del 10 por ciento y fue bajando en los sucesivos gobiernos.

Pensamos que tanto en Nación como en Provincia se deberían reconsiderar por las legislaturas estos presupuestos, recortando partidas en otros rubros o en gastos inútiles o dispendiosos, para reasignarlos en un área como la salud que no puede esperar, pues de ello depende la vida de muchas personas, fundamentalmente de las madres y los niños carenciados, marginados y de bajos recursos, que tienen a la salud pública como único referente para solucionar sus graves problemas.

Los legisladores y las autoridades todavía estan a tiempo para corregir esta falencia y aumentar el presupuesto en salud.