Como todos los años ya se perfilan en el mes de febrero lo complicadas que serán las negociaciones salariales en el sector público de la provincia.

Como siempre también los acuerdos con los docentes son los que marcarán la pauta de todos los otros gremios provinciales.

A pesar que las autoridades ya cerraron un acuerdo con una parte importante de los trabajadores del estado provincial con un aumento del 18 por ciento en cuatro cuotas trimestrales ajustable según la inflación, hay otros gremios que no están de acuerdo con estas cifras. Consideran que en el aumento del costo de vida del año 2016 hubo un desfasaje de un 6 por ciento en detrimento de los salarios de los trabajadores que debe ser reconocido en este año para poder llegar a un acuerdo.

Además se conoce que hay y habrá aumentos importantes en servicios esenciales para la población que seguramente se trasladarán a los precios. El gobierno debe reconocer que los salarios de los profesionales de la salud están muy por debajo de lo que deberían ganar y de lo que paga el sector privado, y esto es así desde hace muchos años. Las autoridades deberían redoblar sus esfuerzos para que se reconozca esa situación que afecta permanentemente a la dignidad del trabajo médico en los hospitales y centros de salud, y alguna vez el profesional de la salud debe ser retribuido como se lo merece por su dedicación y su abnegada labor.

Y entendemos que las entidades gremiales deben también colaborar buscando otras formas de lucha que no sean los paros y huelgas que solamente perjudican a los pacientes que recurren a los servicios hospitalarios.
En las negociaciones las partes deben poner la mayor buena voluntad y la mayor conciencia social para llegar a un acuerdo que beneficie a todos y especialmente a los sectores más desprotegidos de la sociedad que recurre a los hospitales.