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Entrevista Dr. Duilio Fagnani, Director del Instituto Biológico Tomás Perón de La Plata
"Nuestra producción pasa por los más exigentes estándares de calidad”
El Instituto Biológico es más que una planta de producción pública de medicamentos. Según explica el Dr. Fagnani “funciona como una ANMAT provincial, que ejerce entre muchas otras funciones, el control sobre fármacos y alimentos, pero también produce vacunas y es centro de referencia de diagnóstico”.
 
 
Desde el mes de octubre de 2016 el Dr. Fagnani está al frente del Instituto Biológico Tomás Perón, una institución que depende de la Subsecretaría de Gestión y Contralor del Conocimiento, Redes y Tecnologías Sanitarias bajo la órbita del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. En diálogo con Femecon Informa habla de la importancia de la producción pública de medicamentos, los alcances del Instituto y las innovaciones tecno- lógicas que permitirá mejor acceso y mayor calidad.
Femecon Informa: ¿Por qué es importante para la provincia la producción pública de medicamentos?
Dr. Fagnani:
La producción pública de medicamentos es muy importante ya que garantiza el acceso al medicamento de parte de la población que no tiene ningún tipo de cobertura de fármacos, tanto los de primera necesidad como de patologías prevalentes. Son pacientes en situación de vulnerabilidad y la única opción que tienen de acceder al medicamento es que se los provea el Estado. Si hacemos una pequeña cuenta, hoy la provincia tiene 17 millones de habitantes, casi la mitad del país, y más del 30 por ciento se atienden en la asistencia pública, y fundamentalmente en los hospitales provinciales a quienes nosotros proveemos de fármacos. Si uno hiciera un resumen lógico, cuando una persona se enferma necesita de una institución que lo contenga, profesionales que hagan un diagnóstico, y un medicamento, en caso de ser necesario, para poder curarse. Es una ecuación muy simple y son los pilares sobre los que se basa la atención de un paciente que se enferma.
Femecon Informa: ¿Cuál es el criterio que implementan para llevar a cabo esta política sanitaria?
Dr. Fagnani:
Uno puede pensar la producción pública de medicamentos con un criterio sanitario y epidemiológico. Pero también tiene que tener una lógica en cuanto a costos, el dinero no es infinito y tenemos que hacer eficiente el gasto, para poder utilizarlo en otras áreas.
Cuando hablo de criterio sanitario me refiero a cuáles son las necesidades y cuál es la epidemiología del lugar. En ocasiones producimos insumos que sólo se necesitan en un lugar determinado, porque si no lo hacemos nosotros no lo hace nadie. Pero no tenemos que olvidar que también hay una cuestión de costos y los medicamentos representan un gasto muy importante dentro de la salud. Si nosotros podemos mejorar ese costo, podemos transferir ese dinero que nos ahorramos en otras áreas para mejorar la salud. Y quiero destacar algo importante: hay que desterrar la idea de que la producción pública no es de calidad. Somos los que controlamos la producción privada, y de la misma manera controlamos los medicamentos que nosotros producimos, que pasan por los mas exigentes estándares de calidad. El medicamento al que acceden los pacientes tiene que ser de calidad.
Femecon Informa: El Instituto produce también fármacos que no se fabrican desde el sector privado...
Dr. Fagnani:
Hay enfermedades huérfanas, aquellas que los laboratorios privados no se dedican, o porque son extranjeros o porque no son rentables. Ahí también está el rol del Estado y de la producción pública. Así, de nuestra institución depende la producción de los anti sueros biológicos, suero anti botulínico, antidiftérico, anti picadura de arácnidos o víboras, o contra la picadura del alacrán, si bien no tenemos muchos casos por año cuando sucede, tenemos que estar preparados para brindar el tratamiento adecuado.
Femecon Informa: ¿El Instituto produce sólo para la provincia?
Dr. Fagnani:
En principio producimos sólo para la provincia. El Malbrán lo hace a nivel nacional, pero desde el Biológico hemos enviado sueros a Chile o Brasil y muchas veces nos piden de otras provincias. Trabajamos transversalmente, porque cuando se trata de una necesidad, no nos fijamos de dónde es y lo hacemos en concordancia con otros organismos estatales o privados. También nos pasa que hay laboratorios dueños de una droga única que en el país deja de ser rentable, deja la patente de lado y de eso se tiene que hacer cargo un laboratorio público. Eso nos pasó con un medicamento para el tratamiento de intoxicación con plomo, y nosotros nos hicimos cargo. Junto con el Laboratorio de Hemoderivados de Córdoba lo fabricamos y lo distribuimos en todo el país.
Femecon Informa: ¿Cuál es la principal producción y qué falta generar para completar la demanda?
Dr. Fagnani:
En principio producimos para los hospitales públicos provinciales y todos los programas sanitarios que tiene la provincia. Para destacar, producimos fármacos que se utilizan en el Prodiaba -Programa de Prevención, Diagnóstico y Tratamiento del Paciente Diabético de la Provincia de Buenos Aires-. El Instituto Biológico produce el cien por ciento de los medicamentos que se le entregan a estos pacientes, cuarenta millones de comprimidos anuales. Todos los programas de salud provincial van de la mano de los recursos farmacológicos producidos por el Instituto.
En una de las plantas también se produce alcohol en gel para todos los hospitales y centros de atención de toda la provincia de Buenos Aires y participamos del Programa de Prevención y Erradicación de la picadura del mosquito de Dengue, Zika y Chikungunya, elaborando el repelente en las distintas dosis, para niños, para adultos y para el personal sanitario de alto riesgo.
Femecon Informa: ¿Qué otras áreas de producción tiene el Instituto?
Dr. Fagnani:
Tenemos una planta de lo que llamamos “biológicos”, que son los medicamentos que se hacen a partir de organismos vivos.
Hacemos la vacuna antirrábica, que fue con lo que comenzó el IB en sus inicios, por eso en la entrada nos recibe el busto de Pasteur. Producimos un millón de dosis anuales y proveemos a toda la provincia a través del Programa de Zoonosis Urbana, junto a la vacuna humana con unas 300 mil dosis. Nuestro objetivo a mediano plazo es realizar la vacuna acelular, sin la utilización de animales para su producción. Y más allá de la planta de medicamentos, controlamos todos los alimentos y los suplementos dietarios, vitamínicos y envases en contacto con alimentos. En esto estamos adheridos al Código Alimentario Argentino. La provincia de Buenos Aires representa el 75 por ciento de la producción de alimentos del país, con lo cual tenemos un volumen importante de registro y además, todos los medicamentos y tecnología médica que se producen en al provincia, pueden hacer los controles en el Instituto Biológico. La habilitación que otorga el IB sirve tanto para la comercialización nacional como internacional y por ende tiene que estar en concordancia con los organismos internacionales del resto mundo. A la vez controlamos los alimentos que ingresan por las importaciones.
También somos un centro de referencia en cuanto al diagnóstico de enfermedades como el HIV y la Hepatitis.
Femecon Informa: El Instituto acaba de incorporar nuevo equipamiento tecnológico, ¿en qué consiste esta innovación?
Dr. Fagnani:
De a poco vamos ganando terreno en tecnología y acabamos de incorporar un nuevo esferonizador y un extrusor que sirven para elaborar micro partículas que forman parte de componentes de medicamentos como comprimidos o cápsulas. Esto nos permitirá poner en una sola cápsula tres o cuatro fármacos diferentes, lo que facilitará la adhesión de los pacientes en los tratamientos de patologías que son crónicas. Está pensado para quienes tienen que tomar durante mucho tiempo, mucha medicación. Además nos va a permitir que un mismo principio activo pueda ser administrado de manera diferente: una sola toma por día que se vaya liberando a lo largo de las 24 horas en lapsos predeterminados. Son adelantos tecnológicos farmacotécnicos que mejoran la compliance de los tratamientos. En la Argentina es muy difícil la investigación y el desarrollo de nuevos principios activos porque los costos son enormes, pero somos muy buenos en el desarrollo de farmacotécnica y siempre hemos estado en avanzada en las distintas formas de administración de un mismo fármaco. Somos el primer laboratorio de producción pública en tener este equipamiento con esta complejidad y esperemos seguir incorporando tecnología para diversificar y aumentar la producción.
 
 
Por María José Ralli