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Dr. Esteban Lifschitz, Director de la Carrera de Médico Especialista en Evaluación de Tecnologías Sanitarias, Facultad de Medicina, UBA
“La Agencia va a ser el paso obligatorio para la definición de cobertura”
El próximo año se recibe la primer cohorte de especialistas en Evaluación de Tecnologías Sanitarias, una maestría que fue creada tomando en cuenta el actual escenario del sector. “Los egresados contarán con herramientas para la toma de decisiones”, subraya Lifschitz.
 
 
Desde junio del año pasado está en vigencia la carrera de Médico Especialista en Evaluación de Tecnologías Sanitarias en la Facultad de Medicina de la UBA y el Dr. Lifischitz sostiene que “coincide con un momento muy importante del país, donde se está discutiendo el rol de la evaluación de tecnolo gías”. Lifschitz es médico especialista en clínica médica y en salud pública. “Tengo una maestría en gestión y administración de sistemas de salud por la Universidad Favaloro y hace mucho tiempo trabajo en temas relacionados con gestión, instituciones, organizaciones y políticas públicas”.
En junio de 2017 empezó la primera camada de estudiantes, la carrera abarca dos años con parte presencial y virtual y el año que viene se recibirán los primeros egresados del posgrado de medicina. “Tuvo muy buena aceptación y una demanda muy interesante. Se anotaron 28 alumnos con un nivel muy alto, gente que ya está trabajando en evaluación de tecnologías o que necesita entender de qué se trata. Esto generó que la vara esté bastante elevada y tanto a mí como al subdirector Hugo Cattalano nos obligó a armar un producto interesante con el que estamos muy contentos”, asegura.
Femecon Informa: Está en el Congreso el tratamiento de la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias ¿Qué importancia cree que tendrá y cuál será su impacto?
Dr. Lifschitz:
Tengo casi 23 años de médico. Desde que me recibí, es la herramienta a la que le veo mayor potencial para reducir las inequidades en el sistema de salud. Si le damos tiempo a que la Agencia funcione como todos esperamos, debiera mejorar el acceso para aquellos que no lo tienen y evitar el acceso a prestaciones que en la práctica no le van a traer beneficios. Los dos grandes problemas del sistema de salud son hoy en día un montón de gente que no accede a prestaciones seguras y eficaces, y gente que accede a prestaciones que no necesita. La idea de esta Agencia es contrarrestar esta inequidad.
Femecon Informa: ¿Cree que la Agencia tendrá que lidiar con conflictos de intereses?
Dr. Lifschitz:
Todos los actores que estén relacionados con el acceso a nuevas tecnologías, en este caso en el ámbito de la salud, tienen sus potenciales conflictos de intereses, y la Agencia no los va a resolver ni los va a potenciar. Lo que va a aclarar es el rol que ocupa cada actor. Cuál será el rol de una farmacéutica o de una prepaga, es lo que debiera estar previamente definido para reducir la discrecionalidad. En la industria habrá un interés determinado en comercializar un producto, pero esto no la autoriza a decirle a la Agencia qué hay que evaluar.
Femecon Informa: ¿Estima que tiene posibilidades de ser aprobada la creación de la AGNET? Dr.
Lifschitz:
Ya tiene tratamiento. Esto viene desde hace aproximadamente dos años y después de varias idas y vueltas, y del dictamen de minorías y mayorías, hoy formalmente tiene su momento y estimo que en lo que queda del año o principios del año que viene contaremos con una Agencia. Todos los actores que van a ser potencialmente afectados entienden que es una herramienta necesaria, y en cuanto aclaremos los roles de los que participan, encontraremos bastantes coincidencias entre todos los actores interesados.
Femecon Informa: Ya se conformó la Conetec como una forma de aportar consenso. ¿Cómo está trabajando?
Dr. Lifschitz:
La Comisión Nacional de Evaluación en Tecnologías Sanitarias es un espacio que nos convoca hasta que contemos con una Agencia. De esta manera no queda demorada la toma de decisiones y lo interesante es que está previsto que participen las asociaciones de pacientes. Si bien están representados potenciales actores con conflictos de intereses, está bien claro de qué se trata y cuáles son los objetivos y roles de cada uno. Salvo que ejecutemos las cosas demasiado mal, la Agencia es una herramienta que nos va a convertir en mejor de lo que estamos. Soy muy optimista. Claramente no resolverá todos los problemas del sistema de salud argentino, pero sí en relación a gente que no accede, en función de quién decide si lo paga o no, o gente que sí puede pagar.
Femecon Informa: Se vincula a la Agencia como una vía para frenar juicios o como herramienta para mediar en amparos judiciales...
Dr. Lifschitz:
Fue una publicidad errada plantear que la Agencia viene a reducir la judicialización. Si la Agencia funciona bien, con el tiempo es probable que reduzca la judicialización. Hoy en día la gente judicializa cuando cree que le están reduciendo un derecho. Cuando se llegue a la conclusión de que hay una alternativa mejor, probablemente se reduzca la judicialización de a poco. Pero tampoco será de un día para el otro; debiera ser una consecuencia de que la Agencia es tomadas realmente a conciencia. Hay un lindo estudio hecho por la OMS que comparó la judicialización en varios países de la región y encontraron que el 70% de las veces que una persona judicializa, es por prestaciones que en ese país eran de obligatoria cobertura. En la práctica hay gente que judicializa pensando que va a obtener algo que necesita y alguien se lo está privando. Si la Agencia funciona como órgano de consulta, la gente no va a necesitar judicializar, los financiadores entenderán a qué están obligados y los jueces tendrán una herramienta para tomar las mejores decisiones, que no siempre es brindar la cobertura de lo que el paciente cree necesitar.
Femecon Informa: Hay tratamientos de alto costo que impactan fuertemente en el sistema de salud. ¿Será una de las funciones de la Agencia dirimir estos temas?
Dr. Lifschitz:
Si bien estamos hablando de todos estos temas a partir del impacto en los costos, hay mucho para debatir antes que la plata. Los medicamentos de alto costo, antes que nada son medicamentos, y deberían poder demostrar que son la mejor opción para lo que dicen ser. También hay un montón de cosas baratas que no hay que cubrir y esto va a permitir invertir en otros temas. Para los economistas es costo de oportunidad. Si nosotros podemos empezar a encontrar una mirada, previo a cuanto cuesta, de si realmente es efectivo y seguro, y comparado con las opciones es la mejor, vamos a poder seguramente pagar por cosas costosas cuando el impacto sea real. No quiero nombrar drogas, pero hay un medicamento cuyo costo es de 380 mil dólares anuales sólo en el tratamiento, que es para personas propensas a las múltiples fracturas óseas, y que lo único que permite este medicamento es que pueda avanzar veintidós metros, Hay que ponerse a pensar también en la magnitud económica de semejante cantidad de dólares. Nadie va negar que este medicamento ayuda a las personas, pero el impacto presupuestario cuando se habla de distribución es demasiado grande. No podemos dejar de analizarlo.
Femecon Informa: ¿Qué espera entonces de la Agencia y de los futuros graduados, cuya primer camada egresará el próximo año?
Dr. Lifschitz:
La Agencia va a ser el paso obligatorio para la definición de cobertura, tanto de las nuevas tecnologías como las que hoy ya están incluidas y entra dentro de un concepto que se llama desinversión. Cada vez que uno define que hay algo mejor que hay que cubrir, hay que discutir cuándo vamos a dejar de cubrir tecnologías que son obsoletas.
Yo estoy muy esperanzado en que los egresados sean los que finalmente hagan la parte técnica o estén capacitados para la toma de decisiones. La parte asistencial sigue siendo el corazón de la medicina, pero este tipo de emprendimientos le permite al médico asistencial estar seguro en la toma de decisiones. Es una herramienta que le va a servir a todos.
 
 
Por María José Ralli