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La situación del personal de salud en Argentina
Los médicos y el equipo de salud se encuentran trabajando, con gran vocación de servicio, para brindar contingencia a la pandemia de COVID-19. Cuál es la situación actual del personal de salud en Argentina y cómo proteger su salud física y mental en este contexto de emergencia sanitaria. Femecon Informa dialogó con el infectólogo Lautaro De Vedia y la psiquiatra Silvia Bentolila.
 
 
En Argentina, entre el 18% y 20% de los infectados corresponde al personal de la salud, dependiendo de las zonas. Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), explica que “de los casos de trabajadores de la salud infectados, un 25% corresponde a personas que se infectaron en el contexto de atención”. Además, sostiene que la mayor causa de contagio es la transmisión horizontal. “Hemos sufrido múltiples brotes en centros de salud” dijo y especificó que “en el barrio de Balvanera hubo 34 profesionales infectados, en San Martín 15 profesionales, en Villa Adelina hubo 6 empleados infectados y en Almagro 19 empleados. En Rosario hubo 21 trabajadores a partir de un solo caso índice y en la Rioja el 51% de los casos corresponden a personal de salud”.
Medidas de protección
A partir de estos datos, Sued sostiene que “que hay que cambiar muchos hábitos y mantener las políticas de prevención, el distanciamiento físico, la higiene de manos con agua y jabón o con soluciones alcohólicas, la limpieza y desinfección institucional y de los equipos médicos y la utilización del equipo de protección personal: gafas o escafandra a cara completa, guantes de látex o nitrilo no estériles descartables, camisolín de contacto o camisolín repelente de fluidos y barbijo quirúrgico o barbijo N95 en procedimientos invasivos respira- torios (todos ellos se descartan dentro de la habitación)”. Además destaca la importancia del cumplimiento de normas de bioseguridad e higiene en el trabajo en el periodo de pandemia y subraya que es necesario que el personal de salud requiera el uso de barbijo N95 en procedimientos de aerosolización.
Para profundizar el tema, FEMECON informa dialogó con el infectólogo Lautaro De Vedia, quien explicó cuáles son medidas preventivas que las instituciones deben tomar para proteger al personal de salud frente al COVID- 19. “Debemos extremar los recaudos porque el personal de salud es una de las poblaciones más expuestas a contagiarse”, advirtió. Y explicó que las instituciones “primero deben tener presente que cualquier paciente con síntomas, y ahora se amplió el espectro de síntomas como se observa en la nueva definición de caso sospechoso, pueda ser considerado como un potencial coronavirus, por eso se debe establecer el circuito de atención para esos pacientes y contemplar el triage. Hay que organizar la institución para que todo paciente que venga con síntomas febriles o respiratorios hoy podamos atenderlo con todas las medidas de protección” y agregó que “la segunda medida es proveer al personal los equipos de protección personal. Es importante establecer las pautas de atención, mantener la distancia social y asegurarse que no haya faltantes en la provisión de los equipos”.
Omar Sued, en esta misma línea, también destaca la importancia de tener identificado en los hospitales un triage muy separado de la atención habitual de una emergencia y direccionar a los pacientes de una forma segura y plantea como desafíos “evaluar al staff que tenemos y reconvertir parte de este para apoyar las tareas del grupo COVID-19, ya que los equipos de trabajo deben poder reemplazarse en caso de que todo el equipo de un día se caiga por un caso positivo y debe haber buen manejo de personal expuesto para saber a quienes aislar y realizarlo de forma rápida que no anule la capacidad de los equipos de atender. Las instituciones necesitan dos PCR negativos para reincorporar la personal de salud expuesto”.
En cuanto a las medidas que se están tomando para proteger al personal de salud, De Vedia afirmó que son adecuadas, pero resaltó que “de todos modos es necesario que nos aseguremos que haya insumos, es necesario que las autoridades nacionales, provinciales y municipales aseguren que se pueda contar con los insumos necesarios, especialmente si el número de casos con el tiempo se incrementa”. Con respecto a cómo se puede ayudar desde la comunidad, el infectólogo menciona la importancia de quedarse en casa y que cumplan con todas las recomendaciones. Además, destaca las donaciones que se realizaron a los hospitales y los aplausos de todas las noches “que son expresiones positivas, favorables y que estimulan”.
Hablemos de salud mental
Además, de tomar todas las medidas para proteger la salud física de los profesionales, hay que proteger su salud mental. Según los lineamientos sobre Prácticas de salud mental y apoyo psicosocial en emergencias y desastres de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones del Ministerio de Salud de la Nación, es muy importante la protección de la salud mental de los integrantes de equipos de primera línea de intervención y recomienda, entre otras cosas, estar atentos a los indicadores comunes de malestar o disfunción en lo individual, en el equipo y en la familia.
Silvia Bentolila, quien coordina el PASMMe (Programa de Salud Mental para el médico) del Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, Distrito 3, y el AMEC (Atención al Médico en Crisis) del Distrito 5, señala que “quienes integramos esa primera línea de respuesta frente a las emergencias y desastres estamos particularmente expuestos al impacto en nuestra salud y cuidar la salud mental es un aspecto clave a la hora de enfrentar esta situación”. Bentolila resalta además que “el miedo y la angustia, la necesidad de ser eficientes, de responder a todas las necesidades, nos hace particularmente vulnerables tal como lo describen todas las recomendaciones de los Organismos Internacionales (IASC)” y agrega que “son reacciones esperables a la respuesta del estrés que se activa en situaciones críticas y como tales deben ser contempladas no sólo por las personas individualmente sino también por los líderes y gestores”.
La médica psiquiatra explica que “la guía IASC, especialmente publicada a este fin hace dos meses, lo señala instándolos a través de este mensaje: Si usted es líder o coordinador de un equipo, es importante proteger al personal del estrés crónico y un mal estado de salud mental durante esta respuesta. De esta manera tendrán una mayor capacidad a la hora de cumplir con sus funciones, en este caso con trabajadores/as de la salud.”
A nivel individual, la especialista brindó algunas recomendaciones básicas para el cuidado de la salud de los profesionales durante esta emergencia, entre ellas: tener confianza para usar los sistemas de apoyo y supervisión útil, no trabajar solo, poder referenciarse con pares, supervisores o maestros. Es frecuente en los médicos que frente al no poderlo todo aparezca un sentimiento de frustración e impotencia, por ello, es importante la práctica de los objetivos positivos de adaptación cómo compartir entre colegas preocupaciones y angustias. Además, es necesario hacer actividad física luego de jornadas estresantes, compartir con la familia las dificultades, contar con alguna actividad placentera, realizar prácticas de relajación, para modular la respuesta del estrés y evitar el consumo de alcohol o psicofármacos para reducir el hiperalerta. Silvia Bentolila también destaca que es necesario estar atentos, porque hay señales claves que los profesionales deben tener en cuenta para pedir ayuda a tiempo: si se mantiene activada la respuesta del estrés, por la toma de decisiones constante en conjunto con la presión de familiares, colegas y superiores, sumada a la violencia dentro y fuera de los ámbitos de salud, sino puede conciliar el sueño, si la irritabilidad, el enojo, la ira, o el desinterés se sostienen en el tiempo, son indicadores agudos de malestar que pueden promover las condiciones que provoquen un desgaste profesional (cronificación del estrés que tiene consecuencias negativas en la salud) o desencadenar un burnout (reconocido oficialmente como enfermedad laboral por la OMS desde el año 2019, el estar “quemados”).
“Los trabajadores de la salud necesitan que la sociedad toda los cuide, que los gestores y gobiernos tomen las medidas necesarias para que no se enfermen. No pretendamos ser cuidados por el equipo de salud, si no ayudamos a cuidarlos y que se cuiden. Necesitan comprensión, acompañamiento, un trato amable y hasta afectuoso en estos momentos tan difíciles para toda la comunidad. Cumplir con las pautas del aislamiento preventivo obligatorio es una forma de cuidarlos y de no ponerlos en la situación de desborde del sistema sanitario.
Ellos, como otros, están poniendo el cuerpo y el alma en esta cruzada. Están trabajando contrarreloj, bajo altísimos niveles de estrés. Como sociedad tenemos que estar a la altura de cuidar al que cuida”, concluye la especialista.
 
 
Por Camila Balbín