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Ciclo de Seminarios CENAS 2021
 
 
El Centro Especializado para la Normalización y Acreditación en Salud (CENAS) llevó a cabo dos Seminarios correspondientes a la Diplomatura Internacional de la FLH (Federación Latinoamericana de Hospitales) que tuvieron lugar el 7 y 14 de diciembre.
Durante el primer encuentro, Fabian Vitolo, Gerente de Relaciones Institucionales y Servicios Médicos de Noble-R, disertó sobre la gestión del riesgo hospitalario y advirtió que “la atención insegura en salud es una de las 14ta causa de morbimortalidad en el mundo y la responsable del 15% del gasto hospitalario”. “El daño a los pacientes es una gran carga para la salud pública de todo el mundo”, indicó el especialista.
“Cuando se habla de gestión de riesgo en el mundo se habla de lo económico pero en la salud lo que uno le interesa es salvar vidas” sostuvo Vitolo y aseguró la gestión de riesgo no es sólo la minimización y el control sino la transferencia del riesgo, se deben tener en cuenta las amenazas externas, las vulnerabilidades internas y cuál es el impacto de que el riesgo se materialice. Además destacó que actualmente la seguridad del paciente es mucho más que evitar efectos adversos sino que tiene que ver con que los equipos de salud puedan ser resilientes, que puedan aprender de los errores y anticiparse a los problemas.
“El modelo de seguridad se puede basar en el cumplimiento de los procedimientos y las normas, pero no todo se puede protocolizar en la medicina, entonces nos encontramos con un modelo que debe ser de alta confiabilidad, que depende de equipos con alto rendimiento, liderazgo y apoyo mutuo”, sostuvo el experto y señaló que “si queremos mejorar la seguridad debemos ser más confiables”.
 
 
Por su parte, el Presidente de la Sociedad Brasilera para la Calidad del Cuidado y la Seguridad del Paciente, Vitor Grabois, expuso sobre la Cultura de la Calidad y la Seguridad del Paciente. El experto definió a la seguridad del paciente como un marco de actividades organizadas que crean culturas, procesos, comportamientos y tecnologías en el cuidado de la salud y que reducen los riesgos de manera consistente y sostenible, disminuyen la ocurrencia de daños evitables, hacen que los errores sean menos probables y aminoran su impacto cuando ocurre. A su vez, destacó la importancia de que las organizaciones posean una cultura de la seguridad ya que se estima que 1 de cada 10 pacientes sufre daños durante la atención hospitalaria y alrededor del 50% de ellos son evitables.
El segundo encuentro estuvo a cargo de Dagoberto García Mejía, director de Gestión Médica de la Secretaría de Salud de Jalisco, México y abordó el tema “Calidad Innovación”. García Mejía sostuvo que toda organización hospitalaria en estos nuevos tiempos de eficiencia requieren de un modelo de gestión que tenga en cuenta la contención del gasto y el aumento de las utilidades; a su vez un modelo organizacional con mayor eficiencia y equidad. Pero también resaltó el rol de los determinantes sociales en la atención de la salud -como género, ocupación, etnia, ingreso, educación- y resaltó que el acceso a la cobertura universal debe ser un objetivo para todos los países teniendo en cuenta el envejecimiento poblacional, los cambios epidemiológicos, el desarrollo tecnológico y aceptando un mayor gasto en salud de la mano a mayores expectativas. Finalmente, en cuanto a la gestión de la calidad hospitalaria, García Mejía insistió en que el control de la calidad va de la mano del desarrollo y el diseño de un producto de calidad que sea el más económico pero a la vez el más útil y satisfactorio para el consumidor.
El cierre del ciclo estuvo a cargo de Rubén Torres, presidente de la Federación Latinoamericana de Hospitales quien se refirió a "La Acreditación de Instituciones: el Camino de la Calidad". Torres señaló que la Calidad se mide como “el tipo de atención que va a maximizar el bienestar del paciente una vez tenido en cuenta el balance de ganancias y pérdidas que se relacionan con todas las partes del proceso de atención”.
El experto clasificó a la Calidad como absoluta, “aquella que establece el grado en que se ha conseguido restaurar la salud del paciente, teniendo en cuenta el componente científico-técnico”. Esta se basa en el concepto de salud-enfermedad, en el estado de la ciencia y la tecnología y por lo tanto “también es llamada calidad científica, técnica o profesional”. En segundo lugar la Calidad individualizada, donde el usuario es quien define la calidad de la atención sanitaria: intervienen sus expectativas y valoraciones sobre costos, beneficios y riesgos. “Este enfoque obliga al paciente a implicarse en la toma de decisiones a partir de la información que recibe del profesional sanitario” dice Torres y subraya que es el paciente quien toma la decisión a partir de la información recibida.
Finalmente la Calidad social, perspectiva desde la que se valora el beneficio para toda la población, tal como el modo de distribución a toda la comunidad, procurando producir, al menor costo social, los bienes y servicios más valorados por la sociedad; esto depende de la eficiencia.
A modo de conclusión, el presidente de la FLH señaló que para lograr la Calidad en todo el sistema de salud “hace falta una buena gobernanza, personal sanitario calificado y competente que esté motivado, mecanismos de financiación que posibiliten y fomenten una atención de calidad, sistemas de información que continuamente realicen labores de vigilancia y aprendan a impulsar una atención mejor”. Y también “medicamentos, dispositivos y tecnologías que estén disponibles, sean inocuos y estén debidamente regulados, además de centros sanitarios accesibles y bien equipados”.