HOME INSTITUCIONAL HISTORIA CONSEJO DIRECTIVO PERIODICO EDITORIAL
 
 
¿Cambios en el IPS?
 
 
Estamos transcurriendo un tiempo de reformismo permanente anunciado por las altas autoridades del país no hace mucho. Pensamos que es bueno y deseable reformar o transformar aquellas cosas que no funcionan como corresponde, o que deberían ser actualizadas para estar de acuerdo con las nuevas épocas.
En el ámbito previsional, estamos de acuerdo en que deberían suprimirse jubilaciones de privilegio que perciben funcionarios o legisladores y aquellos sistemas que no son sustentables y necesitan de subsidios estatales para seguir dando sus prestaciones. Y a eso nos referimos cuando hablamos que cambiaron las épocas y hay regímenes que no pueden funcionar como hace treinta años o con jubilaciones a una edad en que se puede seguir trabajando.

Pero no debería ser así en otros casos. Está circulando un anteproyecto para ser tratado en la legislatura provincial de un cambio en el régimen de las prestaciones previsionales que otorga el Instituto de Previsión Social de la provincia.
Esto se haría para avanzar en un proceso de armonización con las prestaciones que a nivel nacional controla la ANSES.

Los cambios que se quieren hacer afectarían a la edad jubilatoria, a la forma de determinar los haberes (que se reducirían notablemente) y a la movilidad de dichos haberes que se rigen por la movilidad salarial de los activos, pues el ANSES lo determina según la nueva ley cada tres meses de acuerdo a la inflación.
Pensamos que el IPS no necesita ninguna reforma ni ninguna armonización con el ANSES pues es una entidad superavitaria, saneada, que bien administrada puede seguir dando las prestaciones a sus beneficiarios sin dificultades, cosa que sería por lo menos problemática si desaparece y pasa a la ANSES, que sabemos también padece serios problemas pues la cantidad de aportantes no cubre como correspondería a los beneficiarios.
Advertimos a las autoridades que las cosas que andan bien no deberían ser tocadas y de hacerlo producirán serios trastornos y complicaciones que se evitarían en este caso, dejando funcionar el IPS como hasta ahora.
Todo se puede negociar y consensuar pero nuestro Instituto de Previsión Social debe seguir siendo nuestro y un paradigma de buena administración y buenas prestaciones.