|
|
|
|
|
La Cámara de Diputados acaba de aprobar la media sanción de la Ley de Presupuesto para el año 2019. Se calcula que habrá un ajuste de cuatrocientos mil millones de pesos para llegar al déficit cero de las cuentas públicas. Esto implica que habría un achique muy importante en las partidas destinadas a salud, especialmente las destinadas a prevención y promoción de la salud. Desde estas columnas siempre hemos luchado por la idea de que la salud no es un gasto sino una inversión a futuro. |
|
Hemos sostenido también que los recortes presupuestarios no se deben dar en el gasto social y en la atención del sector público de la salud. Además a la provincia de Buenos Aires se le recortan casi veinte mil millones de pesos del fondo del conurbano. Sabemos y conocemos la grave situación de crisis económica y financiera que soporta el país y en la cual todos debemos hacer esfuerzos en la medida de nuestras posibilidades para resolver lo antes posible dicha crisis y continuar un camino de crecimiento y desarrollo que sería la solución definitiva. Pero no se debería recortar gastos en la prevención de enfermedades en la niñez y adolescencia, en nutrición escolar, en vacunas y planes de vacunación, en áreas de programas materno infantiles y alimentarios, y en mejorar los recursos humanos de los hospitales públicos. |
|
Con una inflación calculada de cuarenta y cinco por ciento para este año el desfasaje con los sueldos a pesar de los nuevos aumentos se calcula en un diecisiete por ciento menos para el recurso humano de los hospitales provinciales, lo que desalienta la cobertura de vacantes en los planteles básicos provocando así la baja calidad de las prestaciones. El desafío de las autoridades es tratar de ajustar el gasto en otras áreas que seguramente son menos críticas o urgentes pero no en la salud pública. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|