Tenemos por delante durante todo este año una tarea inmensa, que es poner nuevamente en funcionamiento al país, sacudido por la pandemia del coronavirus y en consecuencia, el desastre económico y social que estamos padeciendo.
En materia sanitaria, todavía estamos luchando con el virus y su circulación comunitaria. Debemos extremar las medidas ya consabidas de protección personal pues pueden aparecer rebrotes o nuevas cepas del virus que agraven su patogenicidad.
La vacunación, que ya comenzó en nuestro país, es una carta fundamental que debemos usar. Dejemos de lado las idas y vueltas del tema de la procedencia de las vacunas, que fue seguramente mal manejado comunicacionalmente por las autoridades, y usado a veces políticamente, y concentrémonos en vacunar a la población, provenga de donde proviniere la vacuna que sea científicamente autorizada.
La emergencia sanitaria que hemos vivido y que todavía persiste, ha puesto de relevancia como pocas veces en la historia la gestión de los servicios de salud y la importancia de la formación profesional de los médicos que tienen la responsabilidad de atender y salvar la vida de los pacientes. El desafío que tienen las autoridades es, tanto en el sector público o privado, el reconocimiento económico y salarial que todos los médicos necesitan y merecen.
El otro gran desafío para las autoridades es poner nuevamente en marcha económicamente al país y a la actividad productiva, que ya venía mal y se destruyó todavía más con la pandemia y la cuarentena extendida durante tanto tiempo. Se deben dejar de lado las controversias políticas menores y todos juntos debemos colaborar para rápidamente salir de esta tremenda recesión y, con trabajo, esfuerzo y honestidad, lograr el país y el bienestar económico y social que debemos legar a nuestros hijos y nietos. |