Termina el año y se impone un repaso para evaluar los aspectos negativos y positivos de un 2021 que fue signado, otra vez, por la pandemia.
Lejos de las largas cuarentenas y las restricciones, gracias a las vacunas el país volvió a una semi normalidad y de a poco vamos dejando atrás lo peor de un período que nos puso a todos a prueba como sociedad. Celebramos el éxito de la campaña de vacunación, único camino posible para poder ponerle fin a la pandemia.
Pero también es cierto que esa vuelta a la “normalidad” no llegó acompañada de medidas que permitan salir de la crisis económica que desde hace meses provoca que los salarios no le ganen a la inflación, que caiga el poder adquisitivo y que el trabajo médico esté cada vez más desvalorizado.
La pandemia provocó en su peor momento no sólo el estrés del sistema sanitario, sino el colapso del recurso humano en salud, que puso el cuerpo en la primera línea de acción. Sin embargo, lejos de ser reconocido -y no hablamos de aplausos- los reclamos por una adecuación de salarios justos y mejores honorarios no fueron escuchados.
Finalizamos el año con la esperanza de retomar el camino del diálogo y el consenso para seguir avanzando en lo que consideramos una remuneración justa para los trabajadores de la salud, compromiso que como entidad asumimos hace más de 30 años.
Desde este espacio, les deseamos unas Felices Fiestas y un próspero Año Nuevo. |