Comenzamos un nuevo año y las esperanzas siempre se renuevan.

El que dejamos atrás fue un año muy duro y lamentablemente ha costado muchísimo en vidas y en daños a la sociedad entera. Esperamos fervientemente que este 2022 llegue con la paz que todos necesitamos.

Mientras tanto, el virus persiste en sus diversas mutaciones y sigue provocando contagios alterando la salud y la vida de los ciudadanos. Hacemos un llamado a tomar conciencia en la población para mantener los cuidados y sumar esfuerzos para evitar aún más la propagación.

Insistimos a su vez que las autoridades sanitarias deben reconocer el enorme esfuerzo que realizaron y siguen realizando los trabajadores de la salud, médicos, enfermeros, kinesiólogos, todo el equipo tanto del nivel público como privado. El reconocimiento debe ser, no solamente a nivel discursivo, sino a también a nivel económico, con una urgente mejora sustancial de los magros honorarios y sueldos que se perciben en el sector y mejorando las condiciones de trabajo en la cual se desenvuelven.

Además, hay que sacar al país de la frágil situación económica en la que se encuentra y poner en marcha todos los mecanismos que sean necesarios para que las actividades productivas generen puestos de trabajo que movilicen la economía en general. Este debe ser el año de la recuperación, y es preciso de todas las fuerzas políticas lleguen a un consenso para sacar al país adelante en beneficio de toda la población.

Los médicos y las entidades médicas pondremos siempre el esfuerzo necesario para que la recuperación de nuestro sector sea rápida y eficiente. Todos nos merecemos un presente y un futuro mejor.