Mientras de a poco el país vuelve a la normalidad pre pandémica, algunos gremios se sientan a negociar paritarias, se abren mesas de diálogo para mejorar salarios y se intentan tomar medidas que le hagan frente a la escalada inflacionaria, el recurso humano en salud sigue precarizado, con ingresos que en muchos casos no llegan a superar el índice de pobreza. Las condiciones laborales de los médicos vienen arrastrando años de precariedad, sumado esto a niveles de estrés nunca antes registrados, escasez de profesionales en áreas críticas y la necesidad de sostener un multiempleo que lleva como contrapartida el deterioro en la salud de los trabajadores. Desde hace dos años los profesionales de la salud venimos sosteniendo sin descanso la emergencia sanitaria provocada por la pandemia, sin recibir a cambio el reconocimiento que nos merecemos. Reclamar mejoras salariales y laborales es un derecho de todos.
Defender los derechos de los médicos será posible si lo hacemos a partir de la fuerza gremial colectiva. Históricamente la profesión médica fue individualista. Hoy es indispensable un espíritu de cuerpo para afrontar las difíciles circunstancias. En ese sentido, las reuniones que se están llevando a cabo entre todas las entidades médicas de la Provincia de Buenos Aires puede significar el inicio de un accionar conjunto imprescindible para lograr la fuerza necesaria para cambiar esta realidad. |