El país atraviesa una seria situación económica y financiera que repercute en todo los niveles sociales y afecta seriamente el bienestar de la población. |
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Las nuevas autoridades que toman las decisiones económicas han hecho una evaluación de la situación y están encarando medidas de ajustes y reducción de gastos para paliar la crisis que impactarán en forma severa en sectores sensibles como Educación y Salud. |
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Se prevé un recorte sustancial de las partidas destinadas al sector sanitario, y esto afecta no solo a la salud pública sino también a aquellas que dependen de las obras sociales y los sistemas prepagos. Sin duda no debería haber recortes en presupuestos asignados a hospitales nacionales, provinciales y municipales que afectan fundamentalmente a la calidad de la prestación. Pero además, se verían alcanzados también los sectores de la seguridad social y privada que vienen con serios problemas de financiamiento por los costos dolarizados de los insumos, y abre un escenario de preocupación sobre la sustentabilidad del sistema. |
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Esperamos que los recortes previstos no se lleven a cabo, teniendo como premisa fundamental que la salud no es un gasto, sino una inversión a mediano y largo plazo y un derecho de todos los ciudadanos. Y que tampoco alcancen a los honorarios y sueldos de los profesionales de la salud. |
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Hay que contemplar asimismo la tarea de los profesionales de la salud durante la pandemia, que no fueron reconocidos aún en los sueldos y horarios, que vienen atrasados respecto a las expectativas inflacionarias y que se verían superadas este año con los números que se advierten. |
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Desde la FEMECON seguimos trabajando en defensa del trabajo médico para lograr mejores condiciones laborales y remuneraciones dignas en todos los ámbitos y manifestamos nuestra predisposición para ser parte de la solución. |
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