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La carrera de Medicina es una de las más elegidas por los estudiantes universitarios. La vocación y el prestigio convocan en todo el país a casi 15 mil aspirantes cada año, y se gradúan alrededor de cinco mil. |
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Sin embargo, desde hace un tiempo la vocación está en disyuntiva con el peso económico a la hora de elegir la especialidad médica y quedan cada vez más relegadas aquellas vinculadas a la Atención Primaria de la Salud. |
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El compromiso social de la profesión se cruza con los intereses personales de los estudiantes, que cada vez más tienden a priorizar especialidades médicas que les signifiquen una mayor remuneración económica. Anestesia, diagnóstico por imágenes, aquellas vinculadas a las nuevas tecnologías, le ganan terreno a neonatología, pediatría, clínica médica, cirugía pediátrica, que hace años están en una zona crítica y si bien la problemática no es nueva, se profundiza cada vez más. |
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Sin lugar a dudas el factor central son las malas retribuciones, ingresos por debajo de la línea de la pobreza, honorarios insuficientes, que se suma al pluriempleo y la falta de tiempo para capacitación y vida personal, todas condiciones que derivan en la especialización de actividades más rentables. |
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Tiene que ser un compromiso de todos volver a crear las condiciones necesarias para convocar a ese recurso humano valioso y necesario para sostener el sistema sanitario pensado en la promoción de la salud. Sabemos que prevenir siempre es mejor que curar. Para eso necesitamos profesionales -no sólo médicos, sino especialistas de todo el equipo de salud- cuidados y bien remunerados. |
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