A pocos días de las elecciones, que definirán el rumbo del nuevo gobierno, el sector de la salud está en alerta. |
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| Los referentes sanitarios de los principales espacios partidarios en pugna han presentando algunas propuestas que ponen en evidencia que hay puntos en común, sin mayores diferencias, en el diagnóstico de situación del sistema, la necesidad de integración, el rol del Estado, las estrategias que vienen funcionando y las que aún son necesarias profundizar. |
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| Sin embargo, aún no hay respuestas a un punto crítico: la situación económica y laboral de los trabajadores de la salud en general, y de los médicos en particular. |
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| La crisis económica -que afecta a todos- viene impactando de lleno en los honorarios médicos, y desde la gestión del Estado y los financiadores no llegan las respuestas. |
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| En cuanto a las condiciones laborales, las situaciones de violencia en los ámbitos de trabajo y el pluriempleo -con el consabido estrés que conlleva- necesitan también respuestas urgentes que no pueden esperar. |
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| El contexto actual requiere de una profunda revisión del valor de las retribuciones y los plazos de pagos, ante un escenario inflacionario que deteriora los ingresos y pone en jaque la atención sanitaria. |
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| Los profesionales de la salud exigimos salarios y honorarios dignos. La salud de la población, el bolsillo de los pacientes y los trabajadores, no pueden ser la variable de ajuste de una situación que está fuera de control. |
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| El Estado debe ser el garante de la atención sanitaria equitativa y de calidad y para eso, los profesionales necesitan recuperar sus ingresos dignos y trabajar sin la carga laboral que hoy les exige cada vez mayores responsabilidades, con honorarios inversamente proporcionales a las demandas. |
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| Confiamos en que la salud sea tema no solo de debate, sino de acciones claras y contundentes, que garanticen el derecho a la salud de toda la población. |
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