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Los médicos, un débil eslabón en la cadena
 
 

La crisis del sistema de salud en Argentina no encuentra salida y afecta a todos los sectores, tanto público y privado como de la seguridad social.
Los hospitales públicos con altísima demanda, los turnos en consultorios, clínicas y sanatorios a largo plazo y los salarios atrasados de los profesionales de la salud, exacerban la situación. El ajuste económico tiene hoy un costo incalculable: la salud.
Los profesionales de la salud, y los médicos en particular, son los eslabones más débiles por donde se corta la cadena: los salarios y honorarios vienen quedando muy por debajo de la inflación, lo que genera una creciente desmotivación entre los trabajadores, que se suma a la creciente migración hacia otros países o sectores, en busca de mejores condiciones laborales. En el ámbito privado, la situación no es menos crítica. A los insuficientes honorarios se suma el cierre de alrededor de 5.000 centros de salud este año, con muchos más en riesgo. Y el aumento desmedido de los costos de los medicamentos y la falta de intervención estatal agravan el panorama.
Frente a este escenario volvemos a insistir sobre el rol protagónico que tienen los profesionales de la salud. Los médicos no solo están en la primera línea de atención, sino que también son quienes tienen la formación, la experiencia y la capacidad de liderar los cambios necesarios. Sin embargo, para que esto ocurra, es indispensable que se mejoren sus condiciones laborales. Solo con salarios y honorarios justos, acceso a atención de calidad y un ambiente de trabajo que valore su esfuerzo, se puede aspirar a una mejora real del sistema sanitario.
Los médicos y los trabajadores de la salud son la columna vertebral del sistema. Sin ellos, no hay solución posible. Para enfrentar la crisis sanitaria, es hora de poner a los profesionales de la salud en el centro de la agenda y brindarles las herramientas y condiciones necesarias para que puedan cumplir su rol esencial: cuidar y salvar vidas.