HOME INSTITUCIONAL HISTORIA CONSEJO DIRECTIVO PERIODICO EDITORIAL
 
 
Sobrepeso y obesidad infantil
“Estamos frente a un grave problema de salud pública”
Argentina está segunda en el ranking de sobrepeso infantil en la región mientras que entre los adolescentes la cifra llega al 30 por ciento. La Dra. Stella Maris Gil, presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría advierte sobre esta epidemia y convoca a trabajar en conjunto para revertir una tendencia alarmante.
 
 
Argentina tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de 5 años de América Latina y el Caribe con un 9,9%, según el Panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional elaborado por OPS/OMS y la FAO. En tanto, casi nueve de cada diez alimentos que se publicitan durante los programas infantiles de la TV argentina tienen bajo valor nutritivo y alto contenido en grasa, azúcares o sal, de acuerdo con un análisis hecho por la Fundación Interamericana del Corazón (FIC).
Frente a estos datos alarmantes, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) junto a la OPS/OMS trabajaron durante la semana del 20 al 27 de noviembre, y a propósito de celebrar el el Día Universal del Niño el 20 de noviembre, fecha en la que la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, con un llamado conjunto a garantizar el derecho a una alimentación saludable en los más pequeños.
“Estamos frente a un grave problema de salud pública”, dice la Dra. Stella Maris Gil, presidente de la SAP “y por eso es tan necesario aunar esfuerzos y concientizar a la población sobre la importancia de una alimentación saludable”.
En consonancia con la preocupación de la SAP por la obesidad y el sobrepeso de los chicos, la OMS y la OPS tienen en marcha un plan estratégico en la región desde hace dos años.
“Argentina en estos momentos tiene la segunda tasa más alta de menores de cinco años con sobrepeso en América Latina, casi llegan al 10%. Y estos datos son ciertamente alarmantes porque la media mundial está rondando en el 5,8%”, explica la Dra. Gil y advierte que después de la última encuesta de salud mundial en las escuelas, “entre los adolescentes de entre 13 y 15 años el sobrepeso aumentó un 17% en 5 años”. En 2007 la población de adolescentes con sobrepeso representaba un 25 por ciento mientras que en 2012 la cifra trepó a casi un 30 por ciento.
“Un niño con sobrepeso va a ser un adolescente con sobrepeso u obesidad, y va a ser un adulto con obesidad. Se transforma así en una patología que se va trasladando según las edades, y si no actuamos desde temprano, esto se arrastra hasta la edad adulta, con todas las connotaciones que llevan las enfermedades crónicas”, explica la pediatra.
Con este diagnóstico, ¿qué se puede hacer para revertirlo? Un cambio cultural que va más allá de la educación escolar, tal como lo plantea la presidente de la SAP.
“Con los nuevos conocimientos sabemos que todo se empieza a programar desde la vida intrauterina, es decir que esta predisposición para la obesidad y sobrepeso ya puede empezar a programarse desde dentro del útero. Desde la Sociedad de Pediatría estamos trabajando con las mujeres embarazadas que llegan a los consultorios con otros niños pequeños y hablamos sobre cómo tiene que mantener un peso adecuado durante el embarazo y tener una alimentación saludable, pues se sabe que un sobrepeso en el embarazo puede acarrear problemas en la vida adulta”.
Luego viene el segundo paso: proteger al niño desde la etapa más vulnerable de la vida post natal, que son los primeros 1000 días de vida. “Hacemos mucho hincapié en la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, ya que para nosotros es la mejor forma de prevenir la obesidad. Después ir agregando los alimentos adecuados y mantener la lactancia materna con esta complementación alimentaria, hasta los dos años. Esto será sin duda un factor de protección del sobrepeso y la obesidad en la infancia y por carácter transitivo en la adolescencia y la vida adulta”, explica.
Alimentación responsable
La Dra. Gil hace hincapié en la necesidad de volver a una alimentación natural, saludable, con bajo contenido en sodio y azúcares, evitando consumir alimentos industrializados, enlatados y embutidos.
La semana de acción entre la SAP y la OPS tuvo mucho éxito y las voces se multiplicaron entre los medios, las redes sociales y los más de 18 mil pediatras que integran la Sociedad Argentina de Pediatría, pero es necesario que se involucren en esta tarea cada vez más sectores para combatir esta epidemia de obesidad.
“Desde el sector de la salud no podemos hacer esto solos”, dice la Dra. Gil y apunta contra la publicidad: “Estamos trabajando en distintas comisiones estatales, gubernamentales y con la OPS para proteger a los niños de la publicidad que vende alimentos en altos niveles de azúcares, grasas y sal, o utilizan personajes infantiles en sus envases y etiquetas. Esta estrategia de marketing es muy atractiva para los nenes, y también capta la preferencia de los padres”.
Desde la SAP se está trabajando en el derecho que tiene el consumidor a tener un etiquetado adecuado, con información clara, tratando de promover el etiquetado frontal que advierta los contenidos de sodio, grasas y azúcares. “Abogábamos para que les subieran los impuestos a las bebidas azucaradas, importante para desalentar el consumo, pero no hemos tenido mucho apoyo”, dice la Dra. Gil y agrega que es necesario seguir trabajando con los entornos escolares, alentar los quioscos saludables en los colegios y reducir el impacto de las campañas publicitarias.
La Sociedad Argentina de Pediatría también ha encarado acciones concretas: “hemos establecido un curso para la atención primaria de la salud dirigida a médicos, en los centros de atención primaria de la salud, para formarlos en el diagnóstico precoz de sobrepeso con el propósito de evitar el estado de obesidad y adoptar todas las pautas para su prevención, diagnóstico y tratamiento.
Este trabajo seguirá extendiéndose a nivel nacional, ya hemos hecho algunos cursos en la región metropolitana, y la idea es hacer capacitación itinerante para que en cada región haya referentes pediatras en la prevención de sobrepeso”, concluyó.
 
 
Por María José Ralli