HOME INSTITUCIONAL HISTORIA CONSEJO DIRECTIVO PERIODICO EDITORIAL
 
 
Entrevista Dr. Pablo Binaghi. Presidente de la CIDCAM -Comisión Interinstitucional para el Desarrollo de la Calidad de la Atención Médica-
“Gestionar calidad es gestionar salud”
Desde hace dos años la CIDCAM emprendió una nueva etapa que tiene como objetivo volver a colocar a la institución en el lugar de preponderancia en el desarrollo de programas y sistemas de calidad de la atención médica que tuvo desde sus inicios, 20 años atrás.
El Dr. Pablo Binaghi, que forma parte de la organización desde sus orígenes, señala que trabajar en calidad permite planificar, ordenar y lograr mayor eficiencia organizacional.
 
 
¿Cuál es la estrategia de la CIDCAM en esta nueva etapa?
Nos planteamos distintas estrategias, unas hacia dentro y otras hacia afuera de la entidad. Hacia afuera, volver a ser y ser percibidos como una organización líder y de referencia en el desarrollo de los temas de calidad, para con las entidades pares que hacen actividades análogas de certificación o acreditación y para con las instituciones que están bajo programa.
Hacia adentro, uno de los objetivos trascendentes es la recuperación del contacto y la relación con todas las entidades intermedias que en su momento fueron partícipes fundacionales o como entes consultivos -FEMECON es una de ellas-.
Por otro lado el fortalecimiento y reestructuración de de la organización para la adecuación a los a los nuevos desafíos tecnológicos, e incorporación expertos a nuestros planteles.
¿Cuál es la relación hoy con la Universidad Nacional de La Plata y otras instituciones?
En sus inicios la CIDCAM supo establecer un vínculo estrecho con la Facultad de Ciencias Médicas de la Plata, incuso nuestra sede se ubicaba en el Centro Interdisciplinario Universitario para la Salud (INUS) dentro de esa Facultad. Con el correr del tiempo, la designación de nuevas autoridades, reestructuración de la facultad y la disolución del centro INUS se produce un distanciamiento de esta casa de estudios y reubicación de la sede de la CIDCAM en dependencias de distintas organizaciones Intermedias.
Actualmente se han iniciado conversaciones y acciones con el fin de restablecer este importante vínculo, aspirando asimismo a relacionarnos con las Facultades de Ciencias Económicas y de Ciencias Exactas.
Además, se han realizado acuerdos para restablecer contactos con el Colegio Médico de la provincia de Buenos Aires y distintas organizaciones tales como agremiaciones médicas. Aspirando también poder lograr articular con el sector estatal a través del Ministerio de Salud provincial.
En resumen nuestra idea es reubicar a la CIDCAM en ese contexto médico institucional del que había sido distanciada.
¿Cuál es el propósito de la calidad en salud?
La respuesta integral a esa pregunta es compleja o al menos extensa y creo que escapa al alcance de este encuentro, pero en virtud de simplificar y con el riesgo que esto conlleva, podríamos resumir que el propósito de la Calidad en Salud es generar herramientas y dispositivos que permitan planificar, ordenar y lograr mayor eficiencia organizacional de modo tal que permita alcanzar los objetivos propuestos en forma sustentable y segura para los pacientes. Para ello es necesario ordenar la estructura organizacional, definir un Plan de trabajo con objetivos definidos, establecer procesos e indicadores que midan las variables críticas organizacionales.
A fin de garantizar el correcto desarrollo y cumplimiento de lo planificado es que se crearon instituciones, en general ONGs, cuyo fin es el de dar fe, en forma objetiva y externa del cumplimiento de estos objetivos.
Estas entidades se han dividido en función de sus atribuciones en las que Acreditan la Institución y las que Certifican Procesos Críticos organizacionales. Las que Acreditan certifican el cumplimiento global por parte de la institución de un grupo de estándares básicos y necesarios, las segundas certifican cada proceso en particular desde el punto de vista metodológico.
De esta manera estas organizaciones evaluadoras llevan adelante el proceso de certificación o de acreditación, según sea el caso en forma periódica mediante una evaluación externa realizada por expertos.
La estrategia en su momento fue acompañada a nivel estatal con el desarrollo del programa Nacional de Garantía de Calidad, que también hizo una recopilación de estándares internacionales y los estableció en forma de programa.
Estas iniciativas de evaluación implementadas en un sistema de salud parcialmente desarrollado e imperfecto con pocos conocimientos en referencia a calidad médica, lejos de generar confianza, inclusión y empatía terminó generando resquemor y siendo expulsivo, Incluso algunos lo calificaron de elitista, aportando mayor confusión.
¿Por qué cree que existe confusión cuando se habla de calidad?
Existen múltiples conceptos que podrían considerarse a la hora de hablar de percepciones confusas, pero existe una idea paradigmática acerca de la Calidad en salud que es particularmente obstructiva, es aquella que vincula la idea de Calidad con la mayor complejidad. Hay que desmitificar en principio que la mayor complejidad o desarrollo tecnológico significa mayor calidad. Un ejemplo claro es la atención primaria de la salud, donde justamente se involucran variables sanitarias poblacionales tales como la promoción y la prevención de la salud. Siendo efectores de baja complejidad y amplia dispersión social, pueden y deberían contar con la condición de acreditado así como si se tratara de una clínica de alta complejidad. Si un Centro de Atención Primaria de la Salud provee promoción y atención de la salud siguiendo los estándares que se esperan, tiene que estar acreditado. Como este caso podríamos describir varios más. Es así que en sus inicios desde la CIDCAM se percibió un nivel importante de desinformación en la gran mayoría de los referentes de los distintos establecimientos estudiados.
En ese escenario, ¿cómo irrumpe la CIDCAM?
En ese contexto, la CIDCAM -es decir, todas las entidades que la conforman- interpretaron que la calidad de atención médica tenía que ser algo accesible y gradual, que permitiera a las instituciones sincerar sus errores y dificultades a fin de generar procesos de mejora continua, en una forma no amenazante, metodológicamente correcta que derramara sobre todo el sistema.
En un primer momento se estableció un proceso de evaluación y certificación denominado APEC -Programa de Autoevaluación Participativa Estructurada para la Calidad-.
Se instruía a las instituciones para autoevaluarse y auto conocerse, evitando el temor de reconocer lo que se hace mal y por el contrario transformarlo en oportunidades de mejora. Con los sistemas de evaluación punitivos, muchas veces las instituciones forzaban cuestiones que no estaban desarrolladas ni bien implementadas, sólo para reunir las condiciones para ser acreditadas.
De esta manera propusimos la autoevaluación participativa y un recurso estratégico de evaluación para desinstalar la idea juzgamiento denominado “evaluación por pares”.
¿Qué significa la evaluación por pares?
Es una herramienta que reemplaza al evaluador experto amenazante que llega solo a tomar examen. No significa que sea una evaluación informal -como si se tratara de una charla café entre amigos- sino todo lo contrario. Es un modelo metodológicamente estricto, validado con estándares nacionales e internacionales. Lo que cambia es la actitud, los miembros de la CIDCAM que desarrollan la actividad de tutorías y evaluaciones son percibidos como pares de las instituciones que están siendo tutoreadas y evaluadas. Esto de alguna manera relaja esta resistencia al cambio y a mostrar cuáles son las falencias a través de las cuales se puede mejorar.
Esta estrategia desde sus inicios y hasta el presente, diferencia a la CIDCAM de otras instituciones. Estatutariamente la CIDCAM esta validada para realizar actividades de acreditación y certificación al igual que otras organizaciones afines, pero se ha erguido como una institución de desarrollo, capacitación y certificación de procesos. Elegimos este camino porque siempre lo pensamos desde el sentido de la equidad y la eficiencia.
Tras hacer el diagnóstico, ¿hacia dónde va ahora la institución?
Hoy estamos focalizados en el posicionamiento ya descripto recuperando el lugar de la institución para las entidades intermedias que la conforman y para las instituciones que están bajo programa.
El concepto de institución bajo programa implica que, si bien van a tener certificaciones bianuales o las que se desprendan de sus procesos y avances, podrán mantener una continuidad no solo de mejora continua sino de participación en jornadas, ateneos, trabajos científicos y tableros de indicadores entre otras propuestas de trabajo continuo.
La idea es la generación de una red, una comunidad de instituciones certificadas.
¿Cómo se reestructura hacia adentro la institución?
Hacia adentro estamos trabajando para reforzar el recurso humano y en ese sentido se realizaron cursos de formación de evaluadores, los que ya se están incorporando a los procesos de certificación y tutorías, aumentando el volumen de actividad.
Asimismo, iniciamos el año pasado y más aún forzados por la pandemia, estamos realizando un desarrollo informático que nos permitirá un mejor manejo de las distancias geográficas provinciales.
La provincia es muy extensa y llegar en forma uniforme y equitativa es un verdadero desafío.
La virtualidad nos está dando la posibilidad de acceder y en un proceso de tutoría estar en una misma pantalla cinco personas de la CIDCAM trabajando en paralelo con una institución a 500 kilómetros. Esto es valiosísimo para nosotros y creemos para las entidades sanitarias.
En paralelo comenzamos realizar el desarrollo de una nueva página web y del sistema administrativo que está por detrás, e iniciamos un plan comunicacional para visibilizar todas las iniciativas planteadas. Estas herramientas son muy poderosas si se implementan correctamente.
Estamos mejorando nuestros planteles, generando herramientas de capacitación, desarrollando diplomaturas y seminarios. Para ello se conformó un Área Científico Técnica, que evalúa herramientas y protocolos propios internos de CIDCAM, genera cursos y diplomaturas, genera encuestas para ver cuáles son los temas detectados de mayor importancia de las instituciones bajo programa. También hay un repositorio con publicación científica de entidades reconocidas, recomendaciones de las instituciones y el marco normativo de la provincia en salud.
¿Cree que la calidad debe ser parte de la agenda sanitaria a nivel gubernamental?
Definitivamente creemos que el desarrollo de estrategias de Calidad Medico Asistencial es fundamental y debería figurar en toda agenda sanitaria a nivel gubernamental.
El mayor desafío que percibimos hoy en día tiene que ver con la fragmentación del sistema sanitario y la percepción de cierto recelo de los diferentes sectores ante la posibilidad de articulación. Creemos firmemente que la conformación de redes donde los criterios de gestión que sustentan los sistemas de calidad sean el argumento constitutivo esencial de articulación, garantizaría un sistema sanitario más eficiente accesible equitativo y seguro.
¿Por qué en definitiva es importante certificar calidad?
Porque es importante para planificar y ordenar. Contrario a lo que muchos pueden pensar, que en tiempos de crisis no hay espacio para la calidad, justamente para la crisis el mejor argumento es la calidad. La calidad no es suntuaria, eficientiza la manera de gestionar. La calidad no es un lujo. Si uno inicia un trabajo en Gestión Institucional en salud en forma sistémica clara y sincera, termina haciendo Calidad en Salud. Y, si por el contrario se inicia un trabajo en Calidad Medico Asistencial en forma sistémica clara y sincera, se termina haciendo Gestión Institucional en Salud. Porque los dos caminos van al mismo punto. Gestión y Calidad son dos caras de la misma moneda. Gestionar en Calidad es gestionar salud.
 
 
Por María José Ralli