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Qué está pasando con el IOMA
 
 
Hemos repetido hasta el cansancio a través de los años, que IOMA era, sin duda alguna, la mejor obra social de la Provincia de Buenos Aires y una de las mejores del país.
Y no hacíamos esta afirmación en referencia a la cantidad de afiliados, en realidad muy numerosa (2.000.000), sino a otras características que pasaremos a enumerar.
Era la única con una verdadera libre elección entre el listado más numeroso que podía ofrecer obra social o prepago alguno en Argentina.
Garantizaba la legalidad e idoneidad de la atención por parte de los profesionales, incluyendo distintas categorías según los deseos de los afiliados.
Pagaba en tiempo y forma honorarios respetables, que llegaban a destino correcta y rápidamente, porque los responsables de hacerlo eran las entidades intermedias de los prestadores, tanto profesionales como institucionales, las que controladas por sus pares difícilmente pudieran actuar incorrectamente sin ser observadas y obligadas a corregir su accionar inmediatamente.
En el caso de los médicos, los convenios con las entidades médico gremiales garantizaron estas características prácticamente desde la creación de Instituto, ejerciendo una justa y eficaz auditoria que evitó los excesos e incorrecciones.
Hubo, y las hay aún, distintas modalidades de convenio según las diferentes entidades (prestación-capitación) e incluso diferencias regionales, porque sobre todo en ciertos lugares del interior de la provincia, hay solo prestadores estatales o por el contrario solo privados, entre otras diferencias.
Las entidades médico gremiales fueron además un colaborador importante para concretar la actualización de nomenclador y para colaborar eficazmente con los programas implementados por el instituto.
Pero hay otras realidades importantes en la relación de las entidades con el IOMA, que probablemente no sean tenidas demasiado en cuenta por las autoridades y han sido uno de los pilares silenciosos del éxito de tantos años.
Me refiero a la gestión impecable en la capacitación de los médicos, a la permanente actualización de los sistemas informáticos y a la optimización del clearing con las demás instituciones, hechos todos que han constituido un beneficio indiscutible para los afiliados, cuya satisfacción es la mayor preocupación de los actuales funcionarios del IOMA.
A través de tantos años hubo relaciones de todo tipo con las distintas administraciones. Algunas tormentosas, otras excelentes. Algunas con los pagos en tiempo y forma, otras no. Hubo alguna que obligó a las entidades a pagar por varios meses de sus propios recursos. Pero invariablemente terminaba todo normalizándose para satisfacción del afiliado, que podía atenderse con su médico de preferencia sin ninguna diferencia que si lo hiciera particularmente.
 
Qué pasa con la actual administración.
Considera, y lo dicen abiertamente, que las entidades médico gremiales son meros intermediarios que se quedan con la plata de los médicos, cuando en realidad el gasto administrativo que éstas le cobran al médico y no al IOMA, es ínfimo y la mayor parte de los descuentos son obligaciones como agente de retención de ley y previsionales.
Con discutibles argumentos están tratando de eliminar a las entidades, legítimas representantes de los médicos, utilizando distintos métodos.
Abrir policonsultorios propios, contratando policonsultorios de clínicas o sanatorios e incluso el total del personal médico de esas instituciones, ofreciendo convenios directos con mejores honorarios y menos retenciones, lo cual no es posible salvo que se haga por fuera de la ley. Han llegado a concurrir a Congresos Científicos a ofrecer contrato directo a los profesionales asistentes.
Pero hay algo peor aun. Hoy los honorarios que IOMA paga al médico son los más bajos de cuantas obras sociales con convenio tenga FEMECON, con el agravante que en las dos categorías más altas, parte de los honorarios los paga el paciente.
 
¿Y qué pasa con los afiliados?
Por todos estos inconvenientes, agregados a la terrible inflación en el costo de medicamentos o diferenciales en los estudios especiales, se ven privados de atenderse con su médico de siempre e incluso de hacerlo también en instituciones sanatoriales y de diagnóstico, pues cada vez más se limita el acceso a ellas.
Más grave aun resulta que por los atrasos en los aumentos (IOMA debe el aumento de diciembre de 2020 y enero de 2021), muchos médicos están dejando de atender, privándose a los afiliados de un grupo numeroso de prestigiosos profesionales.
En una importante encuesta realizada por FEMECON, la mayor parte de las quejas de los afiliados pasaba por las dificultades burocráticas impuestas por el instituto para acceder a estudios especiales, tratamientos oncológicos e incluso internaciones.
Cuando en las reuniones bilaterales se les hace ver a las autoridades todos estos inconvenientes, como único argumento replican que hay médicos que cobran más de lo establecido en los convenios. Se les explica que no se duda que de un listado tan numeroso de profesionales puedan existir quienes lo hagan, pero las instituciones médico gremiales cuentan con los recursos para corregir esos desvíos, e incluso ante la reiteración, darle de baja del listado de prestadores, tarea que se facilitaría muchísimo si se pagaran honorarios dignos y se saldaran las deudas.
La reflexión final es que si a las autoridades de IOMA le preocupan por sobre todas las cosas los afiliados, en lugar de experimentar con diferentes modelos, hasta ahora destinados al fracaso, debieran consensuar con las entidades profesionales la forma de mejorar la atención y por sobre todas las cosas destinar la mayor parte de su esfuerzo a dar respuesta a sus afiliados, que son cautivos y que en este difícil momento por el que atraviesa nuestro país, carecen de posibilidades para contratar otra cobertura, y se ven obligados a recurrir al hospital público, de por sí ya recargado y con limitados de recursos.
 
 
Dr. Edmundo Filippo
Presidente de la Asociación de Médicos de General San Martín y Tres de Febrero
Secretario General de FEMECON
Secretario de Prensa y Difusión de la Confederación Médica de la República Argentina